05 septiembre, 2007 - 13:39
Periodismo de telefonillo
Los que hablan pestes de la televisión no exageran una pizca. Unas vacaciones en territorio nacional son suficientes para afiliarse al coro de los descontentos. Noticiarios que repiten el mismo reportaje de las toallas en Benidorm en todas sus ediciones; programas clónicos “ahora toca el novelón hay que elegir entre la fea gangosa o el Zorro sabrosón, ahora toca el programa en directo, cuidadito con el nombre que le pones al programa no te vayan a meter un pleito los de Telemadrid”.
BLOG INVITADO: Palomallaneza.com
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- Autor: Paloma Llaneza
- Descripción: " Paloma Llaneza analiza la actualidad en clave de derecho. El blog de una e-abogada de última generación. ¿Alguna duda?."
Entre la paella y la caña, el sufrido veraneante nacional se enfrenta con un conjunto tal de infumables estereotipos que, la verdad, extraña que no haya más burricie y que la gente no vaya resolviendo sus prejuicios a golpe de botijazo con mayor frecuencia.
De todo este universo desconocido para mí -llego a unas horas a mi casa que sólo pillo la teletienda y los anuncios de politonos- lo que me tiene turulata es un nuevo tipo de reporterismo, el de telefonillo, que consiste en mandar al becario o colaborador -el del contrato de obra de tres cuartos de hora- a la puerta, portón o portal do mora el famoso de turno: “Un momento, compañeros que tenemos en directo a (póngase el nombre del colaborador/a) que se encuentra en la puerta de aluminio de la casa de Marujita Díaz. ¿Ha confirmado ya si las fotos que se han publicado en (póngase el nombre del medio escrito correspondiente) en las que aparece con el pelucón ladeado son un posado robado pagado?”… “Hola, (póngase el nombre del presentador del programa), me encuentro en el meollo de la noticia y, en directo para todos nuestros telespectadores, voy a presionar el botón del telefonillo de Marujita”. Siguen momentos de tensión. “Parece, compañeros, que Marujita prevenida de nuestra presencia al lado de su telefonillo, no nos quiere atender”. “Muy bien, fulanito, volveremos a conectar en directo para ver si conseguimos esas fundamentales declaraciones” Y así hasta que se agota el tiempo del programa o se casca el telefonillo, lo que ocurra primero.
Presencié una variante de este nuevo estilo de periodismo de investigación: el de la entrevista a pie de urgencias. Estaban entrevistando a una recepcionista de un hospital en el que habían ingresado de urgencias a un famoso torero. La susodicha, a pecho descubierto, nos relató con todo detalle las pruebas médicas que le habían hecho al enfermo antes de subirle a planta. Dudó cuando le pidieron el parte médico, por si se metía en un lío, pero se debió de acordar de lo orgullosa que su madre estaría viéndola en televisión, y lo soltó todo. Me salió la indignación abogacil que, a pesar de las siestas, sigo llevando dentro. ¿Dónde han quedado los partes del equipo médico habitual? ¿No le explican a los empleados de un hospital lo del sacrosanto derecho del paciente a la confidencialidad?
Ya sé que me pongo muy tensa con el respeto a la intimidad de la gente y con el cumplimiento de leyes fundamentales que nos protegen a todos. Ya sé que soy una aguafiestas, con la gracia que tiene ver a la Pantoja fotografiada a lo Al Capone.
Doy gracias al cielo por llegar a mi casa justo para ver las buenas series. Si me tuviera que quedar en casa ya habría percutido la tele por la ventana y yo detrás.
Muchas personas que dicen que la tele los persigue, los abruma y que no hay derecho a meterse en sus intimidades, creo que lo atestiguan de dientes para fuera, pues sabido es, el refran que asegura que si no sales en la pequeña pantalla es que no existes y que es mejor que hablen de uno aunque sea mal y eso es lo que yo estimo dentro de mi cerrado y aburrido mundo, pues he escrito muchisimo y nadie me quiere públicar si no es pagando o lo que es lo mismo, En España escribir es llorar, y que más quisiera yo y muchos poetas y escritores que nos persiguieran, aunque fuera para decir idioteces tomateras. En fin, esto es España, el pais del enchufismo y la pandereta, donde solo triunfan los que menos derecho tienen (Normalmente)Ahora les suplico que vallan a mi web y lean uno o dos relatos y asi me quedaré pensando que mi esfuerzo no ha sido en vano . ( www.antoniolarrosa.comEs gratis)
Publicado por: Antonio Larrosa diaz | 15/10/2007 15:57:11
jajajaja! Muy bueno
Publicado por: Anadia | 06/09/2007 17:38:01