"The Good Wife", entre Sorkin y Dickens

Por: | 30 de marzo de 2012

CreditosSe ha escrito ya muchísimo sobre The Good Wife, pero mi entusiasmo por la serie es tan grande que me apetece echar mi cuarto a espadas. Inauguré este blog con la frase “Necesitamos a Aaron Sorkin”. Y seguimos necesitándole, desde luego, pero ¿por qué nadie me dijo, de un modo inequívoco, que tenía dos discípulos muy aventajados en la pareja formada por Robert y Michelle King, creadores y guionistas de The Good Wife? ¿O me lo dijeron y estaba yo pensando en mis cosas? Bien pudiera ser. Por otro lado, pienso que ahora también es un momento doblemente bueno para hablar de ella: la tercera temporada se estrena el próximo 15 de abril en la Fox y las anteriores ya están disponibles en DVD.

The Good Wife logra la cuadratura del círculo: que sea tan apasionante la trama principal (el día a día del bufete de abogados Lockhart & Gardner y los casos de los que se ocupan) como la secundaria (la peripecia individual -laboral, sentimental, familiar- de la abogada Alicia Florrick), aunque, ciertamente, podría invertirse el orden entre principal y secundaria con idéntico resultado.
¿Cómo se consigue ese equilibrio?
1) Los guiones son tan imprevisibles como sofisticados. Hay 23 episodios por temporada y, hasta ahora, ni uno solo de relleno: todos podrían ser peliculones. E incluso superan películas (o piezas teatrales) existentes: para citar un solo ejemplo, Duda (episodio 18 de la primera temporada), centrado en las deliberaciones de un jurado encerrado a cal y canto, va muchísimo más allá del presunto homenaje a Doce hombres sin piedad, el clásico de Reginald Rose.
2) Los diálogos son ingeniosos y brillantes hasta el pasmo: los personajes son extremadamente inteligentes, puro Sorkin style.
3) Las tramas desmenuzan, con lucidez y sin soflamas, los mecanismos del poder (judicial, político, económico). Los casos tratan asuntos de auténtico interés social con intrigas soberbiamente anudadas, que nunca decaen. Y que incluso “anticipan” procesos, como la ya muy comentada similitud –otro caso de naturaleza imitando al arte– entre Tratamiento VIP, una de las indiscutibles cumbres de la serie, y el (posterior) caso Strauss-Kahn.
The Good Wife es (en mi opinión) la mejor serie de abogados de la historia, a años luz de las gracejerías de Ally McBeal o los excesos melodramáticos que lastraban Damages (“Daños y perjuicios”), una serie que en su segunda temporada se sumergió en abismos de guión y filmación cercanos a las más casposas coproducciones de los 70.
4) La puesta en escena rebosa una elegancia poco común: la relación romántica entre Alicia Florrick (Julianna Margulies) y Will Gardner (Josh Charles) es digna del mejor Blake Edwards.
5) Los personajes son complejos y evolucionan, como está mandado. Cierto es que el "giro" de Alicia Florrick al final de la primera temporada está un tanto traído por los pelos, pero que levante la mano quien no ha explotado alguna vez por una causa menor que hace detonar la sobrecarga.
6) El trabajo actoral es de una gracia y una densidad de altísimo nivel. Posible excepción: a ratos, Peter Florrick (Chris Noth, Mr. Big en Sexo en Nueva York) se acerca peligrosamente a la tablonesca expresividad facial de Victor Mature. 

The Good Wife

Si la estructura expansiva y el retrato sectorial del Baltimore de The Wire hacía pensar en Balzac, el Chicago de The Good Wife es profundamente dickensiano: por el núcleo jurídico que sirve para concentrar los principales conflictos de la sociedad que retrata y, desde luego, por la exuberante riqueza de su censo de personajes, todos muy sagazmente observados: hasta el más episódico posee un perfil dibujado con pinceladas certeras y libre de clichés.
Dickens cruzado con el mejor Mamet sería una buena definición de esas estructuras narrativas, esos perfiles y esos diálogos
.   

En la serie hay, a vuelapluma, una decena de personajes principales y una cincuentena larga de secundarios. Como sería larguísimo detenerse en todos ellos, solo mencionaré a algunos de mis favoritos.

Josh charlesWill Gardner (Josh Charles)

Ya era hora de que este extraordinario actor (al que venero desde Sports Night, de Sorkin –no creo que su fichaje sea una mera coincidencia– y que luego brilló en la segunda temporada de la majestuosa y bergmaniana En terapia) tuviera un papel a su altura. Corta carrera en televisión y cine, por cierto: casi toda su trayectoria ha sido teatral, y vaya si se nota. Will Gardner tiene algunas de las mejores frases del guión. Entre muchas, su respuesta al abogado inglés (Eddie Izzard, otro gigante) que trata de amenazarle: “Un consejo: cuando quiera intimidar a alguien, no use tantas palabras. La intimidación no es un soneto”. (Tarantino hubiera matado por escribir algo  semejante). Si mezclamos en una retorta el espíritu oscuro de Jon Hamm de Mad Men y el melancólico ingenio de Bradley Whitford de El ala oeste y Studio 60 sale algo muy cercano a Will Gardner, aunque a quien se parece físicamente Josh Charles es a Stephen Sondheim de joven.

Alan cummingEli Gold (Alan Cumming) y Kalinda Sharma (Archie Panjabi)
Como bien dice Miriam Lagoa, una de las pruebas de la grandeza de una serie radica en que buena parte de sus personajes podrían tener spin off, o sea, serie propia. Y el astuto Eli Gold y la investigadora Kalinda Sharma, nacidos para encontrarse (lo demás ya se verá) escalan sin dificultad ese pedestal. Tampoco parece casual que ambos intérpretes sean británicos. Alan Cumming es escocés e interpreta extraordinariamente a un judío de Chicago, ese jefe de campaña que, nueva conexión sorkiniana, parece escapado del staff de El ala oeste de la Casa Blanca. Y que no deja de ser profundamente británico en su circunspección, sus reacciones, su sentido de la ironía y su manejo del timing de comedia. (Departamento de Parecidos Razonables (en el Universo Paralelo): Alan Cumming y el joven Luis Varela).

Archie Panjabi 2Archie Panjabi (Kalinda Sharma)
De acuerdo, Julianna Margulies es guapísima, pero la bomba sensual de la serie es esa joven actriz de ascendencia shijk crecida en el West End y cuya carrera habrá que seguir muy de cerca. Kalinda Sharma es misterio en estado puro, y con un voltaje erótico que tumba de espaldas (y que funciona por contención, como pedía Hitchcock: hay algo profundamente victoriano en el ADN del personaje).

 
Secundarios: a ambos lados del banquillo.

Como decía antes, la nómina de secundarios memorables que aparecen a lo largo de los procesos de The Good Wife es descomunal. Esa es también una de las claves del éxito de la serie: no dejar tierra sin batir. Hasta ahora, en las películas o series de abogados, los jueces solían ser figuras borrosas y de escaso relieve. Robert y Michelle King aprovechan al máximo la serialidad para personalizar a los magistrados (y abogados, y fiscales, incluso acusados), papeles que corren a cargo de estrellas invitadas, de modo que cada nueva aparición se convierte en una fiesta.
Mi juez favorito es el liberalísimo Charles Abernathy, interpretado por Dennis O’Hare, que había sido Russell Edginton, el temible y operístico rey vampírico de True Blood. Chiste para teleadictos: cuando ruega a  defensores y fiscales que no olviden donar sangre en una pausa del juicio.
Otro personaje que funde las bombillas cada vez que entra en escena es Colin Sweeney, un (presunto) asesino tan amenazador como hilarante en sus viperinas réplicas, entre villano de Colombo y Anibal Lecter, que Dylan Baker (lo mejor de la cuarta temporada de Damages) interpreta, a su vez, como un mezcla entre Robert Culp y Vincent Price. Los King tampoco están lejos de Sorkin a la hora de lucir su cultura: el apellido Sweeney parece un guiño a Sweeney Todd, el megacriminal del musical de Sondheim, y desde luego no se cortan a la hora de titular uno de los episodios Colin Sweeney Agonistes, referencia (mucho más arcana y superferolítica) a un drama de T.S. Eliot.

Michael j. foxEn el departamento de contendientes jurídicos, el podio se lo reparten tres sierpes marrulleras:
en lo alto, primus inter pares, el peligrosísimo y ultracínico Louis Canning (Michael J. Fox, premio al mejor casting televisivo de la década), que utiliza su incapacidad física como arma arrojadiza (casi la respuesta jurídica al Miguelito Loveless que atormentaba a Jim West); a ambos lados, la falsa ingenua Nancy (“Solo soy una chica de Michigan”) Crozier, un papel bombón para Mamie Gummer, y la gorgónica Patti Nyholm (alias “la abogada del bebé”), cumbre de la duplicidad venal, encarnada por Martha Plimpton.
En el lado de los “buenos”, destaquemos, para ir cerrando ya, a otro personaje que bien podría figurar (sí, uno más) en el reparto de El ala oeste: Kurt McVeigh (Gary Cole), el experto en balística, honesto a carta cabal, republicano hasta las cachas y adorador de Sarah Palin, por el que bebe los vientos Diane Lockhart, la formidable Christine Baranski.
Seguiremos informando, que queda mucha temporada por delante.
(Como se habrán percatado, no pongo extractos de YouTube: es mejor zambullirse en la serie sin anticipar fragmentos).

Hay 29 Comentarios

Menos mal que no soy el unico que se acuerda de la extraordinaria Boston Legal.

Esperemos que no hagan con esta lo que hicieron con otra joya (esta sí de Sorkin) "Studio 60 On the Sunset Strip".

Olvidarse de "Boston Legal" es imperdonable.

¡Ah, Mia Wasikowska, extraordinaria actriz, tan joven y con una sabiduría de superveterana! ¿Que se ha hecho de ella? No la he vuelto a ver. Volviendo a THE GOOD WIFE: voy por la mitad de la tercera temporada y reitero lo dicho: hacía tiempo que no veía una serie tan redonda, tan poderosa, tan inteligente, tan apasionante. Haría falta un libro para hablar de cada episodio y de cada personaje.

Hola, yo también creo que The good wife es una serie muy buena, no diría que la mejor de abogados que se ha hecho, para mi siempre estará en lo alto del pedestal L.A. Law, pero la verdad es que es la serie que más me ha enganchado últimamente.
Para mi la segunda temporada que es la que estoy viendo actualmente, es mejor que la primera, puede ser porque comenzó siendo una serie más pero poco a poco se ha ido haciendo interesante.
El personaje estrella para mi es Eli Gold, me encanta esa maldad que tiene reprimida por Florrick.
A mi Josh Charles me encanta, de lo mejor de En Terapia, junto con Mia Wasikowska en la primera temporada, pero bueno, ese es otro cantar.

Me sumo a la admiración y placer compartidos, Cary Agos, la madre de Peter, Diane, todos guardan historias que no se cuentan y que asoman dentro de lo que se cuenta, sin contar a Kalinda, Eli, Will ¿por qué no tenemos series así aquí? podrían ser más humildes pero con el mismo derroche de talento...

Completamente de acuerdo con este post, una de las mejores series actuales, aunque sus datos de audiencia en EEUU no sean nada buenos. Ya se sabe no esta hecha la miel...
Uno de los factores por lo que esta serie es tan buena, a parte de todos los descritos en el post, es que a pesar de tratarse de un procedimental, lo que daria pie a capítulos de relleno o sueltos, cosa que no ocurre por las buenísimas historias de cada personaje que hacen avanzar la trama, es su forma de jugar con la estructura. Capítulos que transcurren casi a tiempo real, como el de la sentencia de muerte, capítulos contados desde varios puntos de vista, capítulos dignos de cualquier gran alta comedia...

Espero que podamos seguir disfrutando de esta gran serie.

Cierto, la vi dos días doblda y es un gran trabajo. Que conste en acta.

Bueno, yo no llegué a ver 'La ley de Los Ángeles' pero recuerdo 'The Practice' como una gran serie de abogados (por lo menos las primeras temporadas, que son las que vi) en la que los abogados son personas con dilemas morales (solía ganar la pasta), algunos inocentes eran condenados, algunos culpables salían libres y todo era bastante más sórdido y 'mugriento' para lo que estaba acostumbrado a ver en lo que a series de abogados se refiere. Todo esto lo comento para decir que eso de "The Good Wife es la mejor serie de abogados de la historia" me parece un poco exagerado, aunque es comprensible que sea, de todas las que ha habido, la serie de abogados favorita de muchos.

No ha mencionado nada del doblaje. Es extraordinario y creo que es un pilar esencial para sumergirse en la serie para los que no sabemos inglés.

¡Gracias a todos! Otro día hablamos de Chistine Baranski (si no, el post quedaría larguísimo. La verdad es que, ya digo, es para hablar de todos/as y cada uno/a)

¡Adicta a The Good Wife! Y sorprendida porque en un principio no me pareció gran cosa, pero sus diálogos inteligentes y esas tramas retorcidas me han atrapado. Veo cada episodio en una respiración.
Y por supuesto me ha gustado el artículo, aunque quedó corto al solo mencionar a Diane Lockhart. ¡Qué Señora!

A mi lo que me gusta de verdad es leerte a ti. Enhorabuena por el blog!

Claro que Kurt McVeigh podria ser un personaje del ala oeste, sobre todo teniendo en cuenta que Gry Cole fue el segundo vice-presidente de la serie.

Tambien estoy de acuerdo que es una de las grandes series, para no perderse. Pero a la hora de elegir entre Archie Panjabi y Julianna Margulies me quedo con Julianna. Esos ojos y esa belleza madura son increibles

The Good Wife es una de esas series que empiezan pareciendo poca cosa y que, hoy por hoy, es lo más disfrutable de la televisión (para mí compartiría el puesto con otra pequeña joya que desborda las expectativas: Justified).

Lo único que echo en falta en el texto es mayor relevancia para Christine Baranski, que tiene poco papel pero casi siempre tiene las mejores lancetadas. Y por ser un poco quisquilloso, el enorme Josh Charles salía en la no menos enorme primera temporada de En terapia.

Me encanta. Me abono a este blog que no conocía.

Ah, y es verdad que Chris Noth cada vez se parece más a Victor Mature, jajaja.

Uy, sorry. Donde decía «cuarta temporada», quería decir «tercera». Y, el otro día lo comentaba con amiga, ¿por qué no le dan más cancha a Cary Agos? No es que se olviden de él, pero ¡¡merece más!!

Yo también soy superfan de esta serie. No estoy muy de acuerdo en que sea dickensiana (lo era más «The Wire», o al menos estaba más en la cabeza de sus responsables) ni sorkiniana (en los guiones de Sorkin los personajes se escuchan demasiado a sí mismos, cosa que aquí no ocurre). Yo me remontaría a series fundacionales de abogados como «La ley de Los Ángeles» y, por otro lado, en lo que tiene el bufete de elegante cuadro de personajes, a la alta comedia de los años 30-40, un tono que se consolida a medida que avanza la serie. ¿No es Josh Charles, por otro lado, un galán a la altura de Cary Grant? Y, adelanto, la cuarta temporada es incluso mejor. Su episodio 12 es una obra maestra casi inconcebible.

Bueno, lo de la mejor serie de abogados de la historia.... mucha pasión veo ahí... tengo que decir que el pionero en estos lares de serie moderna de picapleitos, Don Steven Bochcco, hizo de La Ley de Los Angeles la mejor serie de abogados de todos los tiempos... por la forma de tratar la gestión de un buffete de abogados y cómo mejoró su intervención de la Canción Triste de Hill Street.
Eso sí, puedos estar de acuerdo que en la parrilla actual no hay nada que lo mejore... pero ante La Ley de Los Angeles queda en un entretenimiento parcialmente orientado al público femenino.

Pues mucho ha tenido que mejorar esta serie, ví los primeros capítulos de la primera temporada y eran malos a rabiar.

Sin lugar a dudas bien reflejados los componentes de esta magistral serie,realmente es Kalinda quien la veo increiblemente atractiva (voltaje erótico ok),,su última interpretación ante la agente del FBI que pretende asediarla sexualmente es genial ¡un diez!!

Hay tantas series que tienen que aprender de The Good Wife

Sin duda, la mejor serie de abogados. Se me pasan los capítulos sin darme cuenta

http://www.ingenioconsaboralaca.com/2012/03/palomitas-de-subnormalidad-profunda.html

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Teatro, Literatura, Cine, Música, Series: arte en general. Lo que alimenta, lo que vuelve. Crónicas, investigaciones, deslumbramientos. Y entrevistas (más conversaciones que entrevistas). Y chispazos, memoria, dietario, frases escuchadas al azar (o no). Y lo que vaya saliendo.

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Marcos Ordóñez

Marcos Ordóñez. Escritor, periodista, profesor. Cada sábado escribe en Babelia la sección PURO TEATRO y, cada jueves, en Cultura, EL HOMBRE QUE FUE JUEVES. Intento escribir sobre lo que me da vida. Ultimos libros publicados: Turismo interior (Lumen, 2010), Telón de fondo (El Aleph, 2011), Un jardín abandonado por los pájaros (El Aleph,2013).

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