Gramola galactica: Nick Lowe, "The Old Magic".

Por: | 08 de enero de 2013

Nick LoweSe habla mucho de la gloriosa madurez de Leonard Cohen, de Van Morrison, de Dylan, de Neil Young, nada que objetar, todos nos quitamos el sombrero, pero no se habla lo suficiente del gran Nick Lowe, que este año recién estrenado cumplirá 64 y sigue en plenísima forma. Mejor que nunca, para mi gusto. ¡Qué bien ha envejecido! Su voz es mucho más rica, más cálida, más flexible. Este hombre disfruta cantando, como su amigo Costello, como Smokey Robinson. El placer de modular la voz, de jugar con su flexibilidad, de deslizarse por la nieve de la melodía.
Su lenta conversión en crooner maduro comenzó, diría, en 1994 con The Impossible Bird. Siempre había hecho canciones con corazón, pero cada vez fueron más íntimas, más elegantes y depuradas, con un humor suave y reflexivo.
Estos días he vuelto a escuchar los discos que Lowe fue entregando, sin prisas (no había un clamor popular, por así decirlo), entre el 98 y 2011: tres años entre Dig My Mood (1998) y The Convincer (2001), seis hasta At My Age (2007), y otros cuatro hasta The Old Magic (2011), que junto con The Convincer es mi favorito.
Un disco grabado en estudio a la manera de club nocturno, con los mínimos elementos. Un trío cómplice: Geraint Watkins (teclados), Steve Donnelly (guitarra), Robert Treherne (batería). Y las colaboraciones de viejos amigos (Paul Carrack, Jimmie Vaughan) y de jóvenes seguidores (Ron Sexsmith).
Todo el material es formidable, pero hay tres baladas superlativas: Stoplight Roses (que podía haber cantado Colin Blunstone), y el díptico (o me lo parece a mí) formado por House for sale y I read a lot
Las escucho y veo una casa en Los Ángeles, a finales de verano, con el sol de septiembre entrando por los enormes ventanales de una habitación de paredes blancas, con muy pocos muebles. Hay un piano, naturalmente. Y un montón de libros por el suelo, en el lavabo, junto a la cama.
Y esa voz ligera, transparente, que a mi mujer le recuerda al último Nat King Cole y a mí la melancolía luminosa de Hoagy Carmichael, el Carmichael de Two Sleepy People.
¿Jugamos un poco más?
Canta como si Buddy Holly hubiera llegado a viejo.
O como si Richard Hawley hubiera encontrado la calma.

The Old Magic (2011)¿Y la letra? Que levanten la mano los que sean capaces de escribir una canción de desamor titulada I read a lot. De acuerdo, Manuel Alejandro tiene versos inmortales en Procuro olvidarte (“haciendo en el día mil cosas distintas”), y Vincent Delerm leía los horóscopos de Cosmopolitan cada anochecer intentando entender por qué se fue su chica, pero Lowe lee mucho “y no solo revistas”, porque hay mucho tiempo en esa tierra vacía. Y mucho espacio: del gozoso país de Two Sleepy People hemos pasado a ese territorio a cuya entrada un viejo cartel bamboleante indica, con lucidez, sin estridencias:
Population: one”.
Ahí va la letra, para acompañar la escucha.

I Read A Lot

I read a lot, nowadays
Much more than before you left me high and dry
In a loveless land
With nothing but time on my hands

I read a lot, not just magazines
But other more serious things, to get me through the day
Nighttime too
Whilst wondering how in the world to go on without you

"Lonely" isn't the word for me now
"Blue" doesn't describe it somehow

I read a lot, I can't put it down
While others are painting the town, you'll find me in a world
Of fantasy.
Population: one. That's me

So if you ask me how I stop
Contemplating what I now have not
I'll reply
I read a lot

 

Hay 15 Comentarios

¡Ah, Lord Carneham! Welcome Back. Siempre es un placer verle de nuevo por este club. ¿Qué tal su estancia en las Indias Occidentales?
Coincido plenamente en las dos canciones de "The impossible Bird", pero las baladas del último, realmente, no se quedan atrás. Incluso diría que dan un paso más allá. Un fuerte abrazo y feliz año.

¡Ah, Marcos! Alegría de encontrar por aquí al viejo, pero siempre joven, Nick Lowe. Le he podido ver dos veces en directo, desplazándome muchos km. y ha valido la pena hasta el último metro recorrido. ¡Qué clase y que savoir faire! Coincido en "The convincer", pero mi favorito de esta etapa de madurez es "The Impossible Bird",quizás porque canciones como "Shelley My love" o "The Beast In Me" son un bálsamo para el alma.

De todas formas, su primera etapa, un tanto gamberra, con álbumes como "Jesus Of Cool" y "Labour Of Lust" o en grupos como Rockpile y Brinsley Schwarz, tiene tambíen un puñado de canciones sensacionales.

Me parece muy sagaz la referencia a Carmichael y "Two Sleepy People", sobre todo referida a la fantástica versión contenida en "Hoagy Sings Carmichael", uno de los grandes discos de jazz vocal de la historia.

En fin, un placer reencontrarme con el blog después de mucho, demasiado, tiempo. Es como volver al bar de siempre y charlar relajadamente con los amigos, disfrutando de un dry martini (ese teorema liquido). Un abrazo.

Que los dioses me perdonen, pero nunca he sido un fan de Bowie. Le reconozco sus incontables méritos, aunque hay mucha gente que puede escribir sobre él con más pasión que yo. Me siento mucho más cerca de un señor que es más o menos de la misma "promoción" (le metieron en el saco del glam) y que ha sido eternamente ninguneado: Steve Harley. Prometo Gramola futura sobre el líder de Cockney Rebel. Un abrazo!

Cuando he leído el nombre de Richard Hawley en el post he pensado de inmediato en uno de sus ídolos: ya podía Scott Walker "torturarse" menos a la hora de grabar y regalarnos discos tan disfrutables como los de Lowe!!!
Marcos, nos debes uno de Bowie; ahora que vuelve a ser noticia no hay excusa.
Un abrazo y gracias por este blog!!!!

pues sinceramente, yo me compre el disco the old Magic porque el Ruta 66 lo voto entre los 10 mejores del 2011 , y la verdad es que me aburre.....lo sigo intentando pero me parece que de magia nada
pero eso si, no fue Nic Lowe quien compuso. what is funny about peace and love and understanding?? sue gran cancan!
saludos

¡Gracias!

Un abrazo a todos! Gracias!

Un abrazo a todos! Gracias!

Hola Marcos.
Yo creo que Nick Lowe siempre tiene magia. Un fijo en toda gramola.
Un saludo.

Cuando desperté, Nick Lowe todavía estaba allí

es otra opción. Me hubiera alargado mucho. Lo que me interesaba era contar eso.

No hubiera estado mal que el autor del texto pusiera la carrera de Nick Lowe un poco en perspectiva. Sus comienzos en lo que se denominó pub-rock, la creación de Rockpile, etc. De ese modo el lector se familiarizaría un poco con el material de los cimientos que hoy sostienen su espléndida madurez.

Que momento mas dulce mientras trabajo de lunes, dia gris ..." con nada más que tiempo en mis manos"

¡Gracias, Javier! No los conozco y corro a por ellos. F

Para aquellos que disfrutan de esta etapa de Nick Lowe, recomendaría los discos de su compadre Geraint Watkins, Dial W for Watkins y , de modo especial, In A Bad Mood.

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Sobre el blog

Teatro, Literatura, Cine, Música, Series: arte en general. Lo que alimenta, lo que vuelve. Crónicas, investigaciones, deslumbramientos. Y entrevistas (más conversaciones que entrevistas). Y chispazos, memoria, dietario, frases escuchadas al azar (o no). Y lo que vaya saliendo.

Sobre el autor

Marcos Ordóñez

Marcos Ordóñez. Escritor, periodista, profesor. Cada sábado escribe en Babelia la sección PURO TEATRO y, cada jueves, en Cultura, EL HOMBRE QUE FUE JUEVES. Intento escribir sobre lo que me da vida. Ultimos libros publicados: Turismo interior (Lumen, 2010), Telón de fondo (El Aleph, 2011), Un jardín abandonado por los pájaros (El Aleph,2013).

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