El chico que leía la revista "Fans"

Por: | 30 de abril de 2014


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Ayer volví a pasar por donde estuvo mi antiguo colegio. El aire era ya de plena primavera, y me llevó en volandas a otra mañana de entonces, en vísperas de vacaciones, creo, porque en mi recuerdo el patio estaba casi vacío, y en vez de silbatos y rebotes y revoloteos de sotanas negras, cantaban, como ayer, los pájaros en la enramada, y había una luz fresca y centelleante, tan distinta de la que suele bañar mis recuerdos escolares.
Esta es una historia muy breve. Yo tengo siete u ocho años, y esa mañana veo algo que me deslumbra, que está a punto de encarnar un anhelo repentino, todavía impreciso pero muy poderoso. Ante mí se alza, literalmente, un chaval de un curso superior, un chaval al que nunca he visto, y decir “chaval” es quedarse muy corto, porque debía de tener, calculo, unos quince, o sea que para mí era casi un adulto, y además era altísimo, descomunal, pero el término “adulto” quedaba reservado para padres y figuras de autoridad.
Lo dejaré en “un chico”, aunque a mis ojos fuera un gigante.
El chico que leía la revista Fans.
Me gusta, casi parece un título para Celentano. La cantaremos.

No jugaba en nuestra liga, estaba claro. Nosotros, el batallón de los pipiolos, gastábamos humillantes pantalones cortos y corbata de gomita, pero él llevaba tejanos, camiseta a rayas, y bambas blancas. Ese era, podría decirse, su uniforme de salir a bailar, aunque yo no lo supiera entonces.
Intentaré mejorarlo con mis ojos de hoy: como si bailara sin moverse.
Ese chico, al que apenas veré treinta segundos en mi vida y al que no volveré a ver más (que yo sepa), está apoyado en el pretil de una fuente del patio, una fuente con varios caños y azulejos verdiamarillos. La sombra de las hojas juguetea en su cara.
Lleva también unas gafas de montura negra, enormes, pero ni me ve. No puede verme porque estamos en universos muy distantes. Y, además, hay una mampara de papel entre nosotros.
No me pareció que esperase a alguien, que esperase nada. Ajeno a todo, con una completa placidez, está leyendo algo que yo nunca había visto: la revista Fans, “para seguidores de la música de hoy”. Así que, pensé, existen revistas “para ellos”. Porque “ellos” no leen ya tebeos, como nosotros, ni diarios, como nuestros padres: leen la revista Fans. Esa es su contraseña, su signo de pertenencia. Ahí leen noticias de su mundo. Un mundo propio, inalcanzable. 
Era, pienso ahora, como si yo contemplara a un mod londinense desde un pueblo de Ohio. Porque de algún modo debí de sentir entonces, quizás por primera vez, que el chico que leía la revista Fans encarnaba para mí la vida deseable. La modernidad, aunque ni de lejos podía yo saber lo que era aquello.
Los tejanos, las bambas blancas, la camiseta a rayas. Las gafas, la revista.
La sombra de las hojas se ha calmado en su cara.
Treinta segundos, eternizados en el recuerdo.
Adiós, muchacho. Hazme un hueco en tu mundo.
Quizás tarde algunos años en llegar.

Veo ahora que la revista Fans la editaba Bruguera, con periodicidad semanal. Costaba seis pesetas. Duró apenas tres años, del 65 al 67. En sus portadas aparecían por igual Eric Burdon y Gianni Morandi, los Stones y Sylvie Vartan. En la que he elegido mezclan a los Tres Sudamericanos con Sandie Shaw: y, sí, de algún modo serían para mí igualmente pop Corazón de melón y Puppets On a String. Un titular: “Un nuevo estilo: el Folk-Rock”. Parece que los tiempos están cambiando. Anuncian entrevistas con Simon & Garfunkel y Los Overlanders. Nunca escuché a los Overlanders: parece que su único gran éxito fue una versión de Michelle. A propósito: en otro destacado de la portada flamea una gran verdad, un mensaje radiante: “La música de los Beatles ¡es curativa!”.
Ahora es fácil guasearse de una revista como aquella. Ahora todo es muy fácil.



Hay 9 Comentarios

Vaya..., ¿ no será E. A. Chartier ? qué fácil es preguntar...

Perdona Marcos , ya sé que no tiene que ver con esta entrada , pero a ver si me puedes echar un cable.
He prestado Un jardín ... y creo que estaba ahí, no lo sé , pero te he leído alguna vez citar a un filósofo o memorialista francés que usa el seudónimo de alen o algo así . ¿ Me podrías decir quién es ? gracias.

yo estaría a mitad de camino, en aquel entonces, pues rondaría los 11 años, demasiado pequeño para ser mod, demasiado mayor para ser un pipiolo, aunqe el tiempo me confundiría posteriormente, tuve dos revelaciones, las gafas oscuras de Porrina de Badajoz, y un grupo de twist que tocaron en una fiesta del instituto y que nos dejó literalmente turulatos, nunca habíamos oído nada igual ni visto esos chaquetones 3/4 de doble botonadura, como deseé tener uno, pero la economía familiar era la que era; precioso artículo, Marcos, es un placer leerte

Muchas gracias a todos por los comentarios y la información. Y de acuerdo contigo, Marisa: si hay una revista musical que no sea de un solo palo, yo no la conozco. Posiblemente en las redes...
abrazo.

Todo, o más bien casi todo, el universo vital juvenil estaba en estas revistas: ciclos naturales, ritos corporales, estrategias vitales... como profesor, me han resultado muy útiles a la hora de comprender a la adolescencia. Por si les interesa, lo estudié en una tesis, en https://www.academia.edu/2345273/El_universo_iconico-simbolico_en_la_prensa_juvenil_femenina

Yo, por motivos de edad (soy del '65), no leía Fans en la época, pero, ya en la década de los 90, compré muchos números de la revista en la feria del libro antiguo y de ocasión de Barcelona. Muy entrañable, lo de Fans. Recuerdo un número con reportaje de Los Brincos en los estudios londinenses de Abbey Road, a comienzos de 1967, grabando allí el material que posteriormente sería publicado en singles y en su maravilloso álbum Contrabando. Salud.

Se echa de menos una cosa como el Fans: una visión inclusiva y no sectaria de la música. O si no, ¿hay algún lugar donde aparezca el equivalente actual de los Beatles con el equivalente actual de los Tres Sudamericanos, juntos y revueltos?

......y una coca-cola tan roja y helada.........

Fans tuvo un resurgir gracias a la revista barcelonesa Popular 1,algo mas tarde,lo digo debido a que estuve en la redacción en la que se fraguó,aunque no creía en ella y se me dio por cachondearme de sus contenido tuvo un cierto éxito aunque duró poco.De todas formas me ha encantado leer el artículo bien nostálgico,los años no pasan en balde y los estilos-fans tampoco

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Sobre el blog

Teatro, Literatura, Cine, Música, Series: arte en general. Lo que alimenta, lo que vuelve. Crónicas, investigaciones, deslumbramientos. Y entrevistas (más conversaciones que entrevistas). Y chispazos, memoria, dietario, frases escuchadas al azar (o no). Y lo que vaya saliendo.

Sobre el autor

Marcos Ordóñez

Marcos Ordóñez. Escritor, periodista, profesor. Cada sábado escribe en Babelia la sección PURO TEATRO y, cada jueves, en Cultura, EL HOMBRE QUE FUE JUEVES. Intento escribir sobre lo que me da vida. Ultimos libros publicados: Turismo interior (Lumen, 2010), Telón de fondo (El Aleph, 2011), Un jardín abandonado por los pájaros (El Aleph,2013).

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