¿Quieren saber por qué los estadounidenses están tan nerviosos con el auge de China? Este gráfico animado de The Economist (también disponible en red) les permite jugar con varias variables para saber cuándo se producirá el alcance de China a EEUU. Sí, EEUU tiene todavía 10 portaaviones nucleares con sus correspondientes grupos de combate y acumula el 50% del gasto mundial en defensa. Pero la hiperpotencia militar no va a ser por mucho tiempo la primera economía del mundo. 2018? 2021? Hagan juego.
¿Qué nos dice este gráfico? Que la dinámica de competición y rivalidad entre grandes potencias se ha desplazado desde lo militar a lo económico. Mientras EEUU se endeudaba en dos guerras (Irak y Afganistán), el eje de poder del mundo se desplazaba desde Occidente hasta el resto del mundo, fundamentalmente Asia, pero no solo (véase América Latina) y desde lo militar hasta lo económico.
"El auge la geoecoonomía" es el tema de mi columna de hoy en el diario impreso, un término que continúa la serie "palabros que cuentan" de Café Steiner (véase también "condicionalidad" o "unoporcientocracia"). Allí cuento cómo las divisas, los minerales, el comercio, las inversiones, la deuda, los tipos de cambio y la energía se han convertido en los nuevos instrumentos de poder que los Estados emplean para competir unos con otros y buscar la supremacía o, alternativamente, garantizar su supervivencia.
El auge la geoeconomía, y sus implicaciones, está tratado con bastante detalle en este informe de la Fundación FRIDE, "Desafíos para la política exterior europea en 2012. Una Europa geoeconómica". En el libro encontrarán un capítulo que he escrito, junto con Nika Prislan, analizando las vertientes geoeconómicas de la política exterior de Reino Unido, Francia y España en el año 2011 y sus consecuencias para el 2012.
Como señala Richard Youngs en la presentación de la obra: "La geoeconomía implica el uso de habilidades políticas para fines económicos, centrarse en los resultados económicos y el poder económico relativo, buscar controlar los recursos, establecer una mayor conexión entre el Estado y el sector empresarial, y la primacía de la seguridad económica sobre otras formas de seguridad".
El problema es que, como señalan las diferentes contribuciones al libro, en un contexto de crisis económica que amenaza seriamente el bienestar de los ciudadanos, el comercio, las inversiones, la compra de deuda, etc. se terminan situando bajo el prisma de la seguridad nacional. En el marco europeo, esto supone la rivalidad más que la cooperación entre los Estados miembro, deseosos de atraerse a China, a los Emiratos Árabes, de lograr inversiones en Brasil o acceso al gas ruso. El "auge de la geoconomía" transcurre pues en paralelo con "el auge del bilateralismo", lo que tiene un efecto debilitante para las instituciones multilaterales, que son las encargadas de garantizar el acceso libre e igual a los mercados internacionales.
Hay 3 Comentarios
Hum, la preocupación americana es un tanto exagerada. Todavía tienen unos cuantos veinte años más, y la tecnología progresa deprisa. Sus investigadores actúan en un entorno que recompensa mucho la libre iniciativa y la creatividad. En China esos valores en investigación se dirigen más hacia un esfuerzo corporativo y organizado.
La economía, pues, depende de lo bien que EEUU encuentre una manera de reducir su consumo energético sin que reduzca demasiado su actividad.
Un claro ejemplo de ello es su esfuerzo en la reducción del consumo de combustibles, las iniciativas en algunos de sus Estados en el empleo de energías de biomasa e hidráulicas. Obviamente, no renunciarán a la energía nuclear, que es relativamente barata.
China apuesta por extender una energía eólica y fotovoltaica barata, mientras moderniza sus centrales de carbón y mantiene sus centrales nucleares.
El reto es la autonomía energética, luego está el acceso a los recursos materiales.
Ambas cosas forzarán al Sistema a tener cambios fundamentales, tanto políticos como económicos.
Habrá competencia capitalista, pero el sistema de crédito, y el modus vivendi del ciudadano medio desarrollado, afrontará cambios esenciales en la segunda mitad del XXI.
Por cierto, la era del petróleo ya empieza a dar coletazos moribundos. Aunque ahora mismo el Medio Oriente, Irán incluido, liberase los precios y exportase a todo meter, eso no sería más que un alivio temporal. E incluso con los depósitos que hay en LatAm. Cada vez cuesta más conseguir el preciado oro negro. Y más con el aumento de consumo que hay en Asia. Básicamente, todo y nada ha cambiado. En el 2050, el centro político del mundo se ubicará a medias entre el Sureste Asiático y la costa Americana del Pacífico. Europa será un factor regional, al igual que África, que afrontará el clasico envite en busca de sus recursos. De como ésta ultima tenga una autonomía política capaz de negociar el usufructo de sus riquezas (al igual que en LatAm), depende su futuro y su prosperidad. Europa, en cambio, se encuentra en una situación clásica parecida a la de Japón, la de la necesidad de reconvertirse como importadora de recursos y exportadora de bienes, puesto que ya no puede limitarse a ser una sociedad de consumo (eso sólo podrán conservarlo unos pocos, a la vista del manejo de la crisis europea por los dirigentes actuales).
Publicado por: Lambda | 30/01/2012 18:06:40
Gracias por los comentarios! Siento que no quepa el gráfico entero en flash. Lo hemos intentado con los técnicos pero no se puede modificar el ancho. En cualquier caso, se puede acceder vía http://www.economist.com/blogs/dailychart/2010/12/save_date
Publicado por: José Ignacio Torreblanca | 27/01/2012 18:21:51
Por favor, el acento: geoeconom-í-a. Pero es que sobran todos estos: variables para saber 'cuándo', pero no 'sólo', cuento 'cómo' las divisas, no se trata 'sólo'. Y además: 'el Estado miembro' o 'los Estados miembroS', no 'los Estados miembro'. Pecados veniales, pero lo horrible es el acento que falta en el titular.
Publicado por: Geoecono Mico | 27/01/2012 10:48:52