¿Qué ocurre cuando pides la independencia y amenazan con dártela? Esta es, a grandes rasgos, la situación creada en el Reino Unido en torno a la cuestión escocesa. Los nacionalistas escoceses, como muchos otros, utilizan la amenaza de la independencia de forma estratégica, para logar mayor autogobierno, pero esa estrategia no funciona cuando tienes enfrente a alguien que prefiere la independencia a un Estado federal. Juego limpio y una pregunta clara, esa es la receta, inefablemente británica.
Esta semana pasada estuvo en el Departamento de Ciencia Política de la UNED, el Profesor Michael Keating, uno de los mejores especialistas en nacionalismo y autor del libro The Independence of Scotland. El seminario no podía ser más oportuno ya que, como se sabe, el Partido Nacional Escocés (SNP) de Alex Salmond y el gobierno británico están enzarzados en una polémica a costa de si celebrar o no un referéndum sobre si Escocia debería disfrutar o no mayores cotas de autogobierno. Del seminario y posterior debate se desprendieron algunas reflexiones interesantes.
Primero, el statu quo actual es frágil. Ni independencia, ni autonomía, ni unionismo: las tres grandes opciones no son mayoritarias. Aunque sólo un 30% de los escoceses está a favor de la independencia, son una mayoría los que piensan que Escocia será independiente en 10-15 años. ¿Por qué? Según Keating, el unionismo ha perdido la batalla y ya no es tan popular como lo fue en el pasado mientras que, a la vez, la independencia no consigue despegar, manteniéndose ese 30% estable desde hace una década. Por tanto, parece que la situación evoluciona hacia la independencia pero no hasta la independencia.
Ni social, ni económica ni políticamente es Escocia lo suficientemente distinta de la vecina Inglaterra. Escocia no es más pobre que Inglaterra, ni tampoco tiene una identidad nacional lo suficientemente potente. Por tanto, las elites independentistas lo tienen difícil: ni hay un daño económico ni, por tanto, un gran beneficio derivado de la independencia, así que los argumentos utilitaristas no juegan a su favor. Lo mismo desde el punto de vista de los derechos individuales o colectivos, donde tampoco parece que exista una lesión de dichos derechos que justifique la marcha hacia la estatalidad.
Por tanto, ni unionismo ni independencia. Se supone entonces que la solución de equilibrio sería la autonomía, en realidad, mayores cotas de autonomía. Pero tampoco aquí las cosas están claras: a la inexistencia de un agravio (histórico, identitario, económico o social) se suma un factor que distingue la situación de Escocia de la de España y que es el que más llama la atención. En el Reino Unido existe un nacionalismo inglés que es partidario de la “Pequeña Inglaterra”. Estos “Little Englanders” son partidarios de la unión con Escocia, pero no de un Estado federal.
Esto se debe a que su modelo de democracia es el modelo Westminster, con un parlamento soberano y sin descentralización territorial así que no están dispuestos a cambiar de modelo para dar gusto a otras identidades. Su posición es bien clara: prefieren que los escoceses se marchen antes que vivir en un Estado federal. Como ha mostrado David Cameron anticipándose a los nacionalistas escoceses ofreciendo un referéndum sobre la independencia, los conservadores británicos no van de farol. Nos encontramos, por tanto, con una amenaza de secesión muy efectiva, pero inversa. El resultado ya lo hemos visto: desde esa posición, Cameron ha podido ofrecer más autonomía fiscal pero a cambio de que el SNP renuncie inequívocamente a la independencia. El mensaje de Cameron es claro: queremos una negociación con un fin, no una negociación infinita en la que la independencia se logre a base de ir troceándola en sucesivas negociaciones autonomistas.
Hay 5 Comentarios
Chapeau, Cameron! Otra cosa no, pero los políticos ingleses van directos a la yugular. Son bastante directos. "When matters are done, matters are solved" .
En general, yo diría que la tradición política Inglesa viene de un marcado respeto por la tradición de las instituciones, y eso abarca la conformación histórica del Estado, basado en las uniones y tratados.
En España prosperó el centralismo isabelino, una herencia de los borbones, y en parte, copia del modelo de Estado francés, burocrático y centralizado. De todos modos, ya había precedentes con Felipe II. Esto era una reacción a la dificultad de dirigir eficazmente un territorio que no era uniforme en el marco jurídico.
Hoy España tiene un Estado más descentralizado que la mayoría de Europa, pero que no se acoge al estándar Federal, si no que ha ido más allá. Con los resultados evidentesque vemos.
@Carpe Diem: Las condiciones actuales apuntan que posiblemente un Estado Federal tendría mayor control desde el Gobierno Central en cuanto a gasto y atribuciones. Por otro lado, un Estado Federal cierra mucho más las vías a la independencia política de los territorios, de lo que tendemos a pensar.
De ahí que se aceptase mejor El Estado de las Autonomías, cuyo marco político y atribuciones no termina de cerrarse del todo, dado que se presta más a la permanente negociación política.
En la práctica, era una concesión a los nacionalismos históricos, que los enhebraba en el sistema, a costa de cierta indefinición estatal, y de una multicefalia administrativa (presidentes y parlamentos).
En comparación con Inglaterra y Escocia, creo que la situación sería distinta. The United Kingdom tiene bastantes resquicios de autonomía y de representatividad, en Gales, en el Ulster, pese a que sin embargo, los controles del gobierno están bastante centralizados. Y eso hablando de un país que tiene excepciones como Gibraltar, Ille d´ Man, etc. Una hipotética autonomía Escocesa sólo daría más cancha económica y cierta iniciativa política interna. Salmond sólo desea ganar tiempo y terreno.El Reino Unido tiene una ventaja, y es que no son demasiados territorios, y las obligaciones estatales están claramente delimitadas.
En España las tensiones territoriales son más fuertes, y tienen un componente sentimental e histórico mayor, aparte que la barrera del idioma es más prominente. Hay más problemas de integración territorial (administraciones y regulaciones dispares) en España que en UK. Creo que la independencia de Escocia es factible, precisamente, porque la capacidad de acuerdo y consenso entre ambas partes es mayor que en nuestro caso, y está más dirigida por el sentido práctico.
Publicado por: Lambda | 13/03/2012 14:47:45
Veo tus dudas sobre la viabilidad de Escocia y otros paises. Pero habrá que votar y decidir una posición personal sobre el asunto. Con todos mis respetos, los escoceses no quieren tener un estado como el de Eslovenia, entre otras cosas porque viven mucho mejor. Te paso un poco de información especifica sobre la economía escocesa y la eslovena. Hay que leerla y después votar lo que es mejor para el país. Eso constituye al fin y al cabo la "real politic", lo que es viable y lo que no.
http://www.scottisheconomywatch.com/
http://www.stat.si/eng/novica_prikazi.aspx?ID=4541
Saludos
Publicado por: cuchillero | 12/03/2012 16:18:53
A mí lo que me cuesta de entender es el argumento de que la independencia, de Escocia en este caso, es inviable, se entiende económicamente, después de dar un par de datos negativos sobre el déficit del país. Según cuchillero, la independencia de Escocia es inviable aún cuando los recursos petrolíferos del Mar del Norte rebajarían sustancialmente el déficit. Es inviable la "independencia" de Escocia pero en cambio la continuidad y supervivencia económica de otros estados europeos con menos población y recursos está totalmente asegurada. Escocia no puede ser viable como país independiente, pero Eslovenia y Malta sí lo son. Quizás sea porqué son estados y los estados parece ser que son realidades neutrales y determinadas históricamente.
En cualquier caso, el Profesor Keating no es que se dé cuenta de la inviabilidad de Escocia como estado independiente, es que no lo afirma en su libro. Al contrario, avala la viabilidad económica en el capítulo 5. Y por último, no sé exactamente cuáles son las simpatías del Profesor Keating hacia el independentismo. Sí sé, en cambio, que considera que el unionismo está de capa caída.
Publicado por: Eugenio | 12/03/2012 15:17:51
El profesor Keaton es un estudioso de la política escocesa pero queda claro que tiene pocas simpatías hacia el independentismo. No hay disputa alguna sobre si tiene o no que haber referendum sobre la independencia de Escocia porque entre otras cosas es un derecho reconocido. Ya hubo uno en 1978. Lo que se discute es cuando tiene que ocurrir y qué hay que preguntar. El gobierno central quiere un referendum de inmediato. El partido nacionalista lo ha situado estratégicamente en el 2014. La pregunta es si se quiere o no la independencia y los nacionalistas proponen preguntar además si una opción mayoritaria sería obtener más autonomía, lo que se conoce como Devo-max.
Alex Salmond sabe que Escocia tiene muy pocas probabilidades de votar por la independencia porque no hay quorum para ello. Pero también sabe que los tiempos económicos son desfavorables y dado la especial forma de financiación de Escocia, que recibe un cheque anual a piñón fijo, es por ello que blande la independencia para evitar recortes de Londres. Cameron sabe que imponer recortes ahora sería equivalente a inflamar el patriotismo escocés y favorecer la independencia. Por ello Salmond y el SNP no quieren el referendum ahora porque en dos años, quizás las circunstancias económicas hayan cambiado. Mientras tanto disfrutarán de una financiación intacta para modernizar un país que lo necesita después de generaciones de abandono en inversión pública.
Naturalmente el tema de mayor autonomía es complicado y los ingleses no desean un estado similar al autonómico en España, pero vamos a decir que a la vista de los resultados alguna razón tienen. Pero lo que de verdad está en juego es quien controla el petróleo del Mar del Norte, esa es en esencia la devo-max.
Para acabar, decir que la situación económica de Gran Bretaña es desastrosa, con un déficit presupuestario del 11% y creciendo. Si no se contabiliza el petróleo del Mar del norte como ingreso para Escocia, su déficit alcanza el 16%. Si las dos naciones estuvieran en el euro, ambas estarían intervenidas. En estas condiciones, no hace falta ser profesor de la Universidad de Aberdeen para comprender que la independencia escocesa es inviable. Pero de momento, Salmond gana la partida con tiempo y sobre todo por el dinero que hoy día escasea. Yo creo que es un escocés que se interesa por modernizar su país y favorecer a su gente y juega sus cartas para conseguirlo. El problema será cuando el referendum se celebre y gane quien gane, se tenga que pagar la factura colosal de deuda pública, tanto en Escocia como al sur de la frontera.
Publicado por: cuchillero | 12/03/2012 14:39:07
Entonces, ¿Cómo sería ésta situación comparada con una hipotética España Federal? Comentar. Gracias.
Publicado por: Carpe Diem | 12/03/2012 10:15:05