Ha
pasado casi desapercibido, pero es una noticia importante. Fue anunciada por el
Foreign Office británico el pasado lunes, coincidiendo con la visita del
Ministro de Exteriores británico, William Hague, a Canadá. Allí anunció la apertura de embajadas conjuntas entre Reino Unido y Canadá, so pretexto de un plan
para racionalizar el despliegue diplomático del Reino Unido por el mundo
apoyándose en los países de la Commonwealth. El plan comenzará con Canadá, pero
se invitará a unirse posteriormente a Australia y Nueva Zelanda, si así lo
desearan. “Somos dos naciones”, dijo Hague, “pero compartimos una Reina y unos
mismos valores”. Y continuó: “Hemos luchado juntos dos guerras mundiales y
perseguido terroristas juntos en Afganistán”. Para concluir con un “Somos
primos hermanos”. [véase
artículo]
¡Guau! ¿Han reparado los lectores de Café Steiner en que el Reino Unido es miembro de la Unión Europea? No es un detalle marginal, pues hay un Tratado (Lisboa) que no sólo establece claramente que la UE tiene una política exterior y de seguridad común (Título V) sino que nombra un “Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad” y pone a su disposición un “Servicio Europeo de Acción Exterior” (art. 27.3) y un presupuesto considerable, además de los recursos propios de la Comisión Europea, pues la Alta Representante es también miembro de la Comisión con rango de Vicepresidenta encargada de coordinar la acción exterior.
Las cuadernas de Europa crujen como resultado de la crisis. Desde que en diciembre de 2011, el británico David Cameron decidiera no seguir al resto de los miembros de la UE en la decisión de estos de profundizar la integración económica de la UE mediante un pacto fiscal, la realidad es que el Reino Unido no ha hecho más que alejarse de la UE. Sean temas económico-financieros o de política exterior y de seguridad, los puentes entre el continente y Londres están tan resquebrajados que aquellos que se atrevan a transitarlos muy posiblemente caigan por ellos.
Puede que el Reino Unido tenga razón cuando dice que ellos no se han movido, que son los demás los que han avanzado tanto que han desborbado el marco de relaciones cuidadosamente tejido durante décadas. ¿Pero a dónde irá el Reino Unido? A Estados Unidos no, desde luego. La vieja historia de la “relación especial”, forjada durante la segunda guerra mundial y la guerra fría ya no da más de sí. ¿Y qué decir de la Commonwealth, donde el Reino Unido es hoy la cola del león, si no la cabeza del ratón
¿Recuerdan que Tata compró a Jaguar? En un mundo donde las empresas de la colonia tienen más dinero que las de la antigua metrópoli, estas aventuras parecen algo arriesgadas. ¿“El espléndido aislamiento” nunca fue tan espléndido ni tan aislamiento? La anglosfera puede parecer una bonita idea sobre el papel, pero en el mundo en el que vivimos se parece demasiado al error de comunicación que llevó a la caballería ligera a cargar contra los cañones rusos a pecho descubierto.