Desde Tocqueville, sabemos que una democracia necesita una sociedad civil fuerte. Y que sin una sociedad civil fuerte las instituciones políticas serán frágiles. En España siempre hemos dado por hecho que teníamos una sociedad civil débil y, en consecuencia, aceptado de forma fatalista que nuestra democracia tenía que ser forzosamente de baja calidad.
¿Qué mejor prueba de todo ello, podría argüirse, que la actual crisis? Según las encuestas, a los ojos de la ciudadanía, la mayoría de las instituciones políticas de este país (los partidos políticos, el Parlamento, la judicatura o la Monarquía), se encuentran totalmente desprestigiadas.
Es una pregunta sumamente interesante cuya respuesta nos concierne a todos.
Parte de la respuesta está en que, en comparación a los años de la transición, cuando la gente pensaba que la política era la solución a los problemas, hoy la mayoría de la gente parece pensar que la política es el problema. Alguien que en los años setenta u ochenta se adhería a un partido político parecía un idealista, hoy parece alguien sospechoso. Esto significa que, donde en nuestro pasado más reciente, las personas consideraban que un partido o sindicato era el vehículo natural para canalizar sus demandas de transformación social, hoy en día esos vehículos están desprestigiados. Malas noticias por este lado: la gente no va a afiliarse a un partido ni crear nuevos. La regeneración democrática no vendrá por ahí.
Sin embargo, la historia no termina aquí. Uno de los elementos más interesantes de estas crisis es la aparición de múltiples iniciativas, plataformas, asociaciones y movilizaciones sociales. Desde el 15-M hasta la Plataforma contra los desahucios, la marea verde, etcétera, es indudable que en nuestra sociedad han aparecido nuevos actores. Ante este fenómeno podemos adoptar dos tipos de actitudes.
Podemos criticarlas por su debilidad, por su inconstancia, por su falta de recursos, por su falta de profesionalidad, por su falta de definición ideológica o por la confusión de objetivos. Claramente, no tienen burocracias organizadas ni son embriones de partidos políticos.
Pero también podemos verlas como síntomas de una sociedad civil que se está sacudiendo progresivamente el letargo de la apatía y el conformismo y que está experimentado con nuevas formas de participación, unas veces de forma exitosa, otras no.
Estas iniciativas, aunque sean sociales, están sometidas a leyes de mercado, que también rigen los mercados de ideas, o los mercados de necesidades. Unas triunfarán, otras fracasarán, en función de la inteligencia de sus gestores a la hora de identificar demanda y oferta, lograr y utilizar los recursos disponibles, saber conectar y llegar a la gente. A su favor tienen algo novedoso: las redes sociales, que permiten llegar a todo el mundo de una forma instantánea y viral, pero que también obliga a mejorar las técnicas de comunicación para lograr capturar la atención de la sociedad.
Es la hora pues de los emprendedores sociales, gente de los que sabemos poco, pero que tienen en su mano algo de un valor incalculable, la capacidad de movilizar a la sociedad. Piensen en Ada Colau y el movimiento contra los desahucios. En mi próxima entrada, más sobre los emprendedores sociales: es su hora.
Hay 18 Comentarios
Es increíble que la sociedad siga dormida o aparentando que el mundo es mejor cada día me pregunto hasta cuando resistiremos que los gobernantes nos sigan manipulando a su antojo o a su manera de ver las cosas.
creo que realmente nos hace falta conciencia de la magnitud de los problemas que esperamos enfrentar como sociedad para lograr defender nuestros derechos y sobretodo nuestra libertad para elegir el camino que queremos seguir.
Publicado por: Ana Laura Vega Camacho | 15/02/2013 7:41:44
Enhorabuena Café Steiner. Muy buen artículo. Me ha emocionado, al igual que el vídeo de Ada Colau. Espero que tengas razón y se despierte España por fin de su letargia. Creo que hace falta una revolución. Pero justamente por las actuales leyes de mercado, lo más rápido y eficiente sería fundar nuevos partidos políticos. No solo para quitar votos y arasar, que ahora se puede y podría ser fácil, sino también para obligar a los partidos actuales a cambiar radicalmente ya. Muchas gracias!
Publicado por: Sandra | 12/02/2013 1:08:45
Ciertamente cabe protestar porque en nuestro país todo pase por la política y los políticos, porque el control del poder se haya convertido en un juego de ineficaces equilibrios e hipocresías, porque al ejercicio del gobierno no accedan los mejores sino los más acomodaticios al espíritu de las diversas banderías que por aquí pululan, pero cualesquiera que sean las carencias de nuestro sistema tienen firme asiento en la legitimidad democrática y, por ello, sólo desde ésta cabe subsanarlas.
La cuestión fundamental es qué se entiende por la iniciativa de la sociedad. Por desgracia, gran parte de la izquierda sigue creyendo que ese concepto implica una mayor presencia de lo público y no una mayor independencia de lo privado. La primera interpretación lleva a reincidir en cuanto nos ha traído hasta la presente coyuntura y, en su forma más depurada, da los peores ejemplos internacionales en cuanto a corrupción y miseria; la segunda, muestra el camino de la modernidad en los países más prósperos y transparentes. Sólo un pacto para despolitizar la vida española, para garantizar tanto la separación de poderes como la fortaleza en independencia delos mecanismos de control, iría en la buena dirección, hacia una sociedad más libre y segura de sí misma.
Publicado por: Witness | 11/02/2013 22:03:53
La sociedad no puede hacerse presente al margen de las leyes. Los impulsos caóticos son caldo de cultivo perfecto para los demagogos, para los arribistas que adulan a las masas de ciudadanos disconformes con lo que éstas quieren oír: "tenéis razón; vosotros sois las víctimas y hay unos pocos que tienen la culpa de todo; dejadnos a nosotros el poder para castigarles y salvaros". Ha ocurrido tantas veces a lo largo de la historia; en tantas ocasiones, partícipes directos en la degradación de la realidad se han emboscado como oposición para disimular su responsabilidad; en tantos lugares y épocas, esos movimientos han conducido a una degradación aún más profunda de las condiciones políticas y económicas con la aquiescencia entusiasta de quienes creen ir hacia un mundo mejor cuando lo cierto es que cavan su propia sepultura; lo malo ha ido a peor tantas y tantas veces, que las apelaciones a la acción al margen de las instituciones no pueden sino generar escepticismo en los menos ingenuos.
Publicado por: Witness | 11/02/2013 22:00:53
No hay nada que hacer , son unos sinverguenzas. TODOS TENDRIAMOS QUE APRENDER DE VALIENTES COMO COLAU, BRAVO JUNTOS ALGO PODREMOS .
Publicado por: Luis ciprés | 11/02/2013 19:22:05
Tiene que ver sobre todo con la cultura previa que hemos tenido. Recordemos que sólo llevamos 35 años de democracia , y 40 anteriores de dictadura. Nos llevará tiempo, pero la crisis es un buen acicate para activar la mente " pesebrista" de muchos que consideraban que la política no les afectaba. Espero que esto nos lleve a considerar como sociedad las bases de un gran pacto social y el modelo futuro que queremos para nosotros y nuestros hijos. Y ahí no caben ni filias ni fobias, sino el esfuerzo común. Y sobre todo, espero que por una vez, dejemos de arremeter con la testuz. Pensar, pensar bien, y actuar a largo plazo ahora hacia un objetivo claro, nuestro y nacido de nuestra voluntad, no la de otros. Yo no espero que sea inmediato, como por ejemplo, como el modelo islandés, pues somos muchísima más gente, con intereses más variados y diversos. Pero poderse, se puede hacer. Y es bien claro. Una limpieza y renovación de nuestro sistema político y de gobierno, que subsane las taras que lo amenazan, y desarrollar un enfoque que facilite la inversión y el trabajo ( tabula rasa de leyes de comercio autonómicas, disminución costes administrativos para crear empresas, fomento de la inversión en sectores clave para el futuro con planes de viabilidad, fomento de cooperativas de iniciativas populares,etc) . Mucho de esto se puede debatir, pero primero, es vital que exista una regeneración política y social. La anestesia se acabó.
Publicado por: Lambda | 11/02/2013 16:31:37
Creo José Ignacio, que efectivamente necesitamos emprendedores sociales pero también liderago. Los emprendimientos sociales sin articulación son efímeros. Publiqué, en relación con la RSC, ámbito en el que trabajo, unas reflexiones sobre este tema. Somos "personajes en busca de autor" http://helenaancos.com/2012/02/22/stakeholders-en-busca-de-autor/
¿cabe hablar de capacidad de influencia de los grupos de interés cuando éstos están divididos en compartimentos estancos y generalmente tienen una posición estructural más débil?
Te invito José Ignacio a las jornadas del día 14 de febrero sobre Activismo RSC, donde debatiremos este tema. Un cordial saludo, Helena Ancos
Publicado por: helena ancos | 11/02/2013 16:03:37
Quizá tenga algo que ver con nuestra historia.Pero también habría que distinguir en donde están las capas de ciudadanos mas beligerantes, porque no toda España es uniforme y el peso de los indiferentes es considerable, quizá esa sea la explicación del porqué se sigue votando a los partidos generadores de tanta corrupción. Es una interesante materia de estudio para sociólogos .
Publicado por: mizo | 11/02/2013 14:03:39
Ojo con las "primavaras árabes". Ya saben, estos movimientos bienintencionados, twitterizados que, tras la efervescencia inicial, son cooptados por un sector ultraconservador con aviesas intenciones. En España no serían los integristas islámicos (¡espero!) sino, a juzgar por las querencias históricas, algún demagogo salvapatrias, versión 7.2. España no es Islandia, donde sí ha habido una revolución popular _civilizada_, y se sigue viendo mucha televisión. Excelente entrada hoy. Gracias.
Publicado por: Cuidado con el Salvapatrias 7.2 | 11/02/2013 12:39:17
Quizás sea la hora de la sociedad, pero no si son "jasp" o no son "jasp" (jóvenes aunque sobradamente preparados), aunque estoy seguro que si le damos un vistazo a sus curriculums, nos encontraremos de todo, licenciados, doctores, diplomados, técnicos, etc..., pero la pregunta va más allá, todos preparados ¿pero saben que quieren, que les espera y a donde vamos?, o quizás muchos son de los que salían aplaudiendo, cual marionetas en los mítines del pepe-pesoe, si es así, mi gozo en un pozo.....Y es que aquí hace falta una revolución, gente nueva con nuevas ideas y gente que no esté pringada, sucia y contaminada por el dinero, con sueños y con verdaderos deseos de hacer las cosas bien, con el alma y la mente limpias.................si no, este país se hundirá sin remedio por culpa de la mentira y la traición.
Publicado por: lultimodelafila | 11/02/2013 11:35:08
Pues la verdad es que visto lo visto, creo que por lo menos hay que matizar la mayor, porque negarla sería demasiado. Ayer, en el Círculo de Bellas Artes, había un acto con Julio Anguita, Juan Carlos Monedero y otros, en los que no sólo se cubrió el aforo, sino que hubo mucha gente que se quedó fuera. Era un domingo a las 11 de la mañana. En un país en el que cada día el centro de Madrid está tomado por una manifestación y que , son reprimidas por la polícía con detenciones, creo que arbitrarias en varios casos, y multas que van desde los 300€ en adelante, me parece que la movilización ciudadana está por encima de toda duda. Es cierto que muchos casos, la mesura ha sido la nota distintiva, porque sí que es cierto que todos los días los ciudadanos nos sentimos agredidos con las prácticas corruptas que se llevan a cabo en partidos, instituciones y empresas, pero eso no hay que tomarlo como inactividad o desgana, que puede llegar a ser el caso, sino que en estos momentos, parece sólo quedar la alternativa de la desobediencia o la violencia. En el futuro no muy parece claro que la justicia y la democracia de esta país van a estar a examen. Veremos entonces
Publicado por: César Antona | 11/02/2013 11:28:51
estoy totalmente de acuerdo, nunca ha sido tan perfecto el momento para crear tu - empresa social - y tener éxito con la empresa "me gusta" http://blogs.elpais.com/green-jobs/2013/02/me-gusta-esta-empresa.html
Publicado por: daniel truran | 11/02/2013 10:54:02
Una ciudadanía activa, informada, solidaria, coordinada, exigente, participativa, que se proponga recupersar la soberanía que en su día delegó en la clase política es, hoy por hoy, la última esperanza que le queda a este país. O espabilamos o...
Publicado por: il gatopando | 11/02/2013 10:53:45
Hay varias cosas que matizar. La primera es que las clases dominantes están consiguiendo desprestigiar toda aquella institución que defiende los derechos de las clases trabajadoras, gracias a su dominiio mediático. Llama la atención la terrible carga contra los sindicatos mientras que, por ejemplo, parecía que los de la CEOE eran angelitos que velaban por el pueblo, hasta que está empezando a aflorar la enorme podedumbre que alberga. Lo mismo se puede decir de nuestro partido en el poder, que realmente, siempre ha parecido interesado en desprestigiar la política, porque sabe que el nihilismo los favorece paradojicamente. El desprestigio hace que surjan otros tipos de organizaciones diferentes de los partidos, pero el poder se va a ejercer necesariamente mediante estos, pues es lo que puede tomar las riendas del estado. Por otra parte, tengo que citar el artículo de Martín Pallín de hoy en el País, pues denota la verdadera causa de los males.: "Nuestro país tiene muchas carencias, culturales, sociales, éticas y democráticas. Demasiados ciudadanos se han hecho partícipes y alentadores de estas conductas votando de forma abrumadora a personas implicadas en tramas de corrupción. Las multitudes padecen el síndrome de Barrabás, prefieren a los golfos en lugar de a los justos" Sin una ciudadanía seria y responsable, es imposible que funcione la política. En democracia, los partidos son el trasunto del pueblo.
Publicado por: nessie | 11/02/2013 10:35:01
Lo de Ada Colau es como una ventana de aire fresco, digno de estudio, ´francamente interesante el seguir de cerca a esta chica ya que sus declaraciones no tienen desperdicio alguno.
Publicado por: José Carlos alvarez | 11/02/2013 10:24:39
"Es la hora pues de los emprendedores sociales":
me presento: soy El Guiri que quiere ser Presidente de españa: http://elguiripresidente.blogspot.com
Publicado por: r. león | 11/02/2013 10:19:42
Desde luego es sorprendenet que con el grado de derioro alcanzado la sociedad no haya reaccionado mucho más virulentamente. Quizás porque lleva muchos años aletargada, quizás porque no hay vehículos que canalicen de una forma efectiva su actuación. Lo vemos en la situación actual, con la corrupción. Esto requiere ya una renovación a fondo de todo nuestro sistema político, y lo más fácil sería que lo impulsaran los propios partidos.
Es dudoso que lo hagan, al menos en la medida en que se necesita. El problema es que esto ya no resiste dos escándalos más y en cualquier momento se puede desencadenar una dinámica de "hasta aquí hemos llegado" y un empecemos de nuevo. En ese supuesto, nos encontraríamos con riesgos importantes a los que solo cabría hacer frente con una sociedad civil hiperactiva y organizada. Pero una sociedad civil organizada no para dar rienda suelta al cabreo sino para construir alternativas. Este artículo es interesante:
http://www.otraspoliticas.com/politica/el-tsunami-de-la-corrupcion-%c2%bfa-donde-nos-lleva
Publicado por: carmen sanchez | 11/02/2013 9:06:30
La segunda transición http://histericapeninsula.blogspot.com.es/2013/02/la-segunda-transicion.html
Publicado por: ManuelTirado | 11/02/2013 8:40:31