José Ignacio Torreblanca

Lecciones búlgaras para España: el problema es la corrupción, no la austeridad

Por: | 22 de marzo de 2013

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Escribo estas líneas desde Sofía, donde he participado en unas jornadas “Europa a través de la crisis” organizadas por la Embajada de España en Bulgaria, el Centre for Liberal Strategies, el European Council on Foreign Relations, el Real Instituto Elcano y la Universidad de Saint Kliment Ohridski

El momento no puede ser más interesante, pues el gobierno (conservador) cayó a mediados de febrero después de una serie de manifestaciones masivas. Habrá elecciones el 12 de mayo y, mientras tanto, se debate en profundidad y con pasión sobre Europa y la crisis.

La primera reflexión es que la Europa de hoy está tan atravesada por la crisis que sin saber prácticamente nada de este país, te puedes bajar del avión, meterte en un debate público con dos de los principales líderes de las dos fuerzas políticas mayoritarias en el centro-izquierda (Georgi Pirinski) y el centro-derecha (Ivan Kostov) y entender todo los que se está diciendo. Sorprende el mimetismo de los debates: austeridad, crecimiento, crisis de la democracia, papel de Europa, papel de Alemania, populismo. No tenemos un “demos” europeo, pero al parecer los europeos hablan de las mismas cosas. Es un comienzo.

La segunda reflexión tiene que ve con la austeridad. Aunque desde fuera se ha atribuido a las políticas de austeridad la crisis política, esto no es enteramente cierto, nos dicen los expertos como Dimitar Bechev. Cierto que Bulgaria era el niño modelo de las políticas de austeridad. Con una deuda del 15% sobre el PIB (la segunda más baja de toda la UE) y un déficit público por debajo del 3%, parecía un país al que nadie en el resto de Europa tenía nada que reprochar. Pero ahí está el problema: en que durante demasiados años la UE ha mirado dos indicadores, e ignorado todo lo demás.

Tras dos décadas de duras reformas económicas, el salario medio en Bulgaria es € 380 y la pensión media de € 140 pero Sofía es una ciudad cara, y en las zonas rurales, dicen los que las conocen, hay una miseria increíble. No es de extrañar que casi un millón de búlgaros hayan votado con sus pies y se hayan marchado del país.

Y los que se han quedado, también han votado con sus pies estas semanas pasadas, manifestándose no contra la austeridad, sino contra el mal gobierno, la corrupción y el anquilosamiento de los partidos políticos. El detonante ha sido la subida de los precios de la electricidad tras su liberalización, pero detrás de ello está la percepción de que el sistema político no funciona, o funciona sólo en beneficio de unos pocos.

Atentos pues los gobiernos, entre ellos el español. Lo que nos dice Bulgaria es que la austeridad es una condición necesaria pero no suficiente para el estallido popular. La austeridad es un barril de gasolina, pero la cerilla es la falta de ejemplaridad de los políticos y la percepción de la corrupción. 

Hay 5 Comentarios

La realidad, sabemos ahora, no es que en España existan casos de corrupción, sino que todo el sistema político está corrompido. La corrupción no es la excepción sino la regla. Ahora sabemos que España está gobernada, como otros muchos países del mundo, por una oligarquía político-empresarial corrupta, que utiliza los resortes del Estado —y por supuesto de las Comunidades Autónomas— para defender sus intereses. http://www.elsenorgordo.com/2013/01/spainquien-sabe.html

Totalmente de acuerdo. Además el problema de los países mediterráneos es su falta de credibilidad en sus propuestas. ¿Cómo la socialdemocracia o la derecha europea puede hacer caso a las reclamaciones de solidaridad y flexibilización de plazos para el pago de la deuda por parte de nuestros dirigentes si ven día si, día no que despilfarran el dinero de los contribuyentes o lo invierten en cuentas en Suiza? El cáncer de nuestro país es la corrupción principalmente, mucho más dificil de erradicar que el propio desempleo. Siempre será más creíble el mensaje político lanzado desde Alemania, Reino Unido o Finlandia, sociedades estructuradas en base a la escrupulosa utilización de los fondos públicos que desde Italia o España. Mientras sigamos siendo un país asociado a la corrupción como una segunda piel seguiremos aislados internacionalmente a pesar de usar la moneda común y tener grandes medios de comunicación y transporte. Entre todos con la vigilancia alerta de la sociedad civil, prensa libre, partidos políticos, jueces... debemos exterminar esta lacra, que está menoscabando por completo cualquier credibilidad de nuestras demandas en los foros internacionales. O se da un giro de 180 grados en la actitud ante el fenómeno de la corrupción, o se condenará a nuestros jóvenes a la miseria y a la marginación dentro de la propia Unión Europea; habrá más de una, dos generaciones perdidas...

Hola, amigos. Desde luego que sí: los políticos de turno seguirán pidiendo austeridad..., pero para los demás. Ellos se seguirán subiendo los sueldos, seguirán recibiendo sobres, serán liquidados con pensiones supergenerosas, seguirán perteneciendo a consejos empresariales que les paguen sus asesorías a precio de oro, etc. ¿Es tan difícil ser un político honesto? Parece que sí. Y mientras no los haya, seguiremos en las mismas o en mucho peores.

Grande y bella Sofía.
Bulgaria fue hasta hace dos décadas una economía comunista que funcionaba con bajos salarios y grandes subvenciones. El Estado subvencionaba todo, el transporte público, la calefacción, la electricidad y los numerosos servicios gratuitos que existían. Liberalizar todo lo que antes estaba controlado por el Estado y subvencionado requiere previamente subir los salarios de los trabajadores para que estos puedan como mínimo seguir disfrutando de la misma calidad de vida que antes. Liberalizar y dejar de subvencionar se puede hacer rápidamente, aprobando nuevas leyes, pero subir los salarios según parece es algo más complejo, entre otras cosas debido a la oposición que ofrecen las elites que tienen el poder económico.

No es un reproche, puesto que yo no sabía nada de Bulgaria hasta que me vine para acá, pero:
1) Sí, el salario medio son 380€, pero ir al cine son 1,5€, lo mismo que jugar a los bolos. En españa eso vale por lo menos 4 veces más, pero nuestro salario medio no es 4 veces superior. Aquí se ve mucha más gente comiendo fuera a diario, porque los precios del sector servicios son muy muy bajos. Hablo de que comer o cenar fuera, en un sitio medio (tipo Vips, para entendernos), con bebida y postre, puedes andar por los 6€, incluso en sofía.
2) No son las zonas rurales las que están mal en general, es el norte, lo que está mal. Pero el sur y la costa, aún cuando no está muy bien cuidado ni mantenido, no desentona demasiado con el sur de Italia, o Grecia.
3) Los búlgaros han demostrado que para derrocarun gobierno hace falta violencia... que no es una enseñanza muy buena, pero desde luego no se está contando la verdad cuando se pone a los búlgaros como ejemplo modélico de protesta.

Saludos.

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Sobre el autor

es Profesor de Ciencia Política en la UNED, director de la oficina en Madrid del European Council on Foreign Relations y columnista de EL PAIS desde junio de 2008. Su último libro “Asaltar los cielos: Podemos o la política después de la crisis” (Debate) se publico en abril de 2015. Ha publicado también "¿Quién Gobierna en Europa?" (Catarata, 2014) y "La fragmentación del poder europeo" (Madrid / Icaria-Política Exterior, 2011). En 2014 fue galardonado con el Premio Salvador de Madariaga de periodismo.

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