¿Quieren
entender por qué Gobierno y oposición, pese a su pacto, no lograrán que el
próximo Consejo Europeo tome medidas drásticas que alivien los problemas que
sufre España? Pues simplemente miren este gráfico con algo de detalle y lo
entenderán. La fuente es el Eurobarómetro
78/2012 p.13 y la pregunta (QC2: "¿Cuál de las siguientes
situaciones refleja mejor su situación personal?) aspira a medir la ansiedad de
los europeos por el futuro, no ya su percepción de la crisis en general, sino
su situación personal. Las opciones son: ROJO, "No puedo hacer planes para
el futuro: vivo al día"; AZUL: "Se lo que voy a hacer durante los
próximos seis meses"; NEGRO: "Tengo una perspectiva clara sobre el
futuro (1-2 años)".

Estamos,
por tanto, ante una medida de seguridad o inseguridad personal. Pues bien, vean
cómo están perfectamente alineados, a un lado, los países deudores y, al otro,
los países acreedores. Desde Grecia (barras rojas a la izquierda del gráfico),
donde el 70% de la gente dice vivir al día, hasta España, donde casi la
mitad de la población (47%) dice vivir al día, pasando por Malta, Chipre,
Bulgaria, Portugal, Rumanía o Letonia. Y
ahora observen la posición en el extremo contrario del núcleo duro de los
acreedores (barras de color negro): en Austria, Alemania y Finlandia, la
ciudadanía se siente confiada en el futuro: 46, 56 y 50% (respectivamente) perciben
su futuro con estabilidad y sólo 10, 14 y 15% manifiestan vivir al día.
A continuación,
hagamos la misma comparación con la situación política de cada país. El gráfico muestra la satisfacción de la ciudadanía con la democracia en cada país de la UE (Eurobarómetro 78/2012 Qa19a p.53.

¿Qué observan? En la columna azul, aquellos que más satisfechos están con su democracia, aparecen daneses y suecos (que no son miembros de la eurozona), seguidos de luxemburgueses, fineses, holandeses, alemanes y austríacos, en porcentajes que van desde el 90 al 70% de satisfacción. Y al otro lado, el arco que va desde Grecia, donde el 89% está insatisfecho con el funcionamiento de la democracia hasta España donde el porcentaje es del 66%, pasando por Italia y Portugal (72% de insatisfacción).
Ahora sólo
tiene que imaginarse la mesa del Consejo Europeo, donde la semana que viene se sentarán los 27
estados miembros de la UE, y entender a qué presiones están sometidos los jefes
de Estado y Gobierno que allí se sientan y cuán grande es la diferencia que le separa: a un lado, ciudadanos agobiados por su futuro como consecuencia de la crisis económica y profundamente insatisfechos con la democracia; al otro, ciudadanos confiados satisfechos con la democracia. Si mi crisis no es tu crisis y tu crisis no es mi crisis es difícil que podamos adoptar soluciones europeas.