José Ignacio Torreblanca

Google contra Assange

Por: | 15 de julio de 2013

  

Dos libros y sus autores resumen muy bien el debate que planteé la semana pasada en mi columna (Internet, democracia e imperio) en la edición impresa de El PAIS acerca de si Internet contiene una promesa de liberación global o, por el contrario, esconda una pesadilla de dominación mundial.

A un lado está “La edad digital” de Erich Schmidt, director ejecutivo de Google y Jared Cohen, director de Google Ideas. Un libro que ejemplifica la visión libertaria de Internet como un empoderador masivo de la ciudadanía global: “Internet es el experimento más grande con la anarquía en la historia de la humanidad”, dicen sus autores. “Es”, insisten, “el espacio más grande sin gobierno del mundo”. Si quieren contagiarse del optimismo de sus autores, les recomiendo esta entrevista en video con los dos autores donde nos presentan una utopía libertaria en la que 5.000 millones de personas se conectan y empoderan entre sí.

Las dictaduras lo tendrán mucho más difícil nos cuenta Jared Cohen con un ejemplo: las mujeres saudíes, que en la actualidad se mandan mensajes de texto para avisarse unas a otras de dónde están los agentes de la policía secreta que las vigila y sanciona por todo tipo de faltas, podrán descargarse una app donde automáticamente se les avise de dónde están los agentes de la Mukhabarat. Cohen, autor de “Children of Jihad” (véase esta entrevista con él) cree que los “nativos digitales” en los países árabes y musulmanes transformarán sus países ya que no usan el mundo digital para informarse, sino para crear espacios de comunicación propios que eviten los espacios oficiales. A escala más global, dicen Schmidt y Cohen, los estados dejarán de tener el control de la información. ¿Dadme una palanca y moveré el mundo? No, dicen ellos, "conecta a la gente, ellos sabrán lo que hacer a continuación”.

Al otro lado del argumento tenemos Cypherpunks, (Criptopunks) el libro de Julian Assange que juega con las palabras Cifra, Ciber y Punks. El libro de Assange anticipa la distopia tecnológica, esa utopía negativa que algunos creen que Internet nos va a traer. "El libro que tienes entre manos no es agradable. Está repleto de malas noticias", dice Assange al tiempo que nos previene de "Un enemigo invisible, de magnitud descomunal, que pretende controlar todos nuestros pasos". Este libro no es un manifiesto, dice Assange, no hay tiempo para ello, es simplemente advertencia.

La crítica de Assange contra Google y los libertarios es demoledora. Véase este artículo en New York Times sobre la banalidad de Google que también aprovecha para hacer un juego de palabras entre la máxima de Google “Don´t be evil” y la tesis de Hannah Arendt sobre la “banalidad del mal”. Dice Assange que Google, que nació como un instrumento de liberación, se ha convertido hoy en el representante de la colusión de intereses entre Silicon Valley y Washington, un instrumento al servicio del poder global de EEUU. Jared Cohen, cooptado desde el Departamento de Estado, donde fue el responsable de poner en marcha la diplomacia digital y donde teorizó sobre la diplomacia de la opinión pública, sería, según Assange, el adalid de esta visión aparentemente naïve pero profundamente imperialista de la tecnología. 

Este debate no ha hecho más que comenzar. Y como es un debate serio, nada mejor que comenzarlo con algo de humor, de ahí el vídeo elaborado por el equipo de Wikileaks mofándose de David Petraeus, el jefe de la CIA encargado de espiar a todo el mundo que tuvo que dimitir por las revelaciones sobre su vida privada, apuntaladas por la entrega de todos sus correos electrónicos en Google al FBI, lo que supuso su puntilla política.  Petraeus, caracterizado de Hitler en el bunker grita encolerizado: “¡se supone que somos nosotros los que les espiamos a ellos, no ellos a nosotros!”. Pero a lo mejor el video, y la caída de Petraeus, en el fondo le dan la razón a los libertarios Schmidt y Cohen y se la quitan a Assange. ¿Qué piensan?


Hay 14 Comentarios

“el espacio más grande sin gobierno del mundo”. Pareciera que esto es bueno, pero no. La libertad sin ley siempre terminó en desgracia. Leyendo "Memorias de ultratumba" de Chateaubriand podemos sentir la estimulante fiesta que fue Paris en los meses inmediatamente posteriores a la revolución (hasta que llegó el terror de Robespierre), en Rusia después de octubre, lo mismo (hasta que llegó Stalin).
A cada hippie le llega su Charles Manson. En situaciones sin ley, los matones ocupan todo el espacio disponible. Individuos con un narcisismo sin límites, tampoco encuentran quién les limite. Kim DotCom, Assange, Google son de la misma liga: la del control de datos. Google es, si cabe, más Orweliano: "no hacer el mal"...

Las contribuciones de Internet a la sociedad de nuestra época son numerosas y muy positivas. Dicho eso, para entender lo que está pasando en Internet hay que ir a sus orígenes. Internet es creado por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos como red de comunicación de sus espías. Por tanto es de suponer que desde el primer momento que deciden, por llamarlo de alguna forma, liberalizarlo, ir aumentando su uso hasta hacerlo global, es porque ya disponían de la necesaria tecnología para poder ejercer un control total sobre todo lo que ocurría en la que hoy es una red global.
En contra de lo que algunos expertos en tecnología defiende de forma interesada, considero que la informática y de forma más amplia Internet no son instrumentos cuya utilización sea segura, la gran mayoría de los programas de software, por no decir todos, con los que operamos en Internet tienen una puerta falsa. Es algo con lo que tenemos que aprender a vivir, pero a pesar de ello el rendimiento y las posibilidades de internet son enormes.
No sé cómo acabara el asunto este del espionaje en la red, no creo que cambien muchas cosas. Pero hay ya un claro beneficiado que son las compañías que se dedican a diseñar y vender software para cifrar y hacer más seguras las comunicaciones. ¿Dispondrá el nuevo software de cifrado ya de una puerta falsa? Seguramente sí, pero muchas personas serán durante un tiempo felices creyendo que pueden utilizarlo para transmitir sus secretos de forma segura.

Aún queda la esperanza que con tantos datos captados al azar se pierda siempre lo que buscan.

Creo que los EE.UU se fían demasiado de sus medios materiales. Por ejemplo, ¿alguna vez van a apender idiomas?

Llevan dos o tres décadas acumulando bombas, barcos y aviones, y ahora ven que sería mejor saber algo de criptografía.

A ver si antes de escribir estas columnas nos leemos los libros de los cuales vamos a hablar. El libro de Assange tiene esa cita y tú la descontextualizas, ya que Assange se refiere a la distopía provocada por internet cuando este se convierte en herramienta de los gobiernos. No de Google. Así que los dos discursos no se contradicen, sino que se complementan. Si crees que Assange es un anti-libertario o anti-empresas aprende algo de su vida o de sus entrevistas.

Visto con perspectiva, el watergate (una menudencia en comparación) hizo caer al gobierno norteamericano o los papeles del Pentágono le dieron la puntilla a una monstruosa agresión, en cambio por ahora los Assange y Snowden andan confinados y acorralados en pocos metros cuadrados y casi todos los gobiernos rendiendo pleitesía y colaboración al gran matón imperial: cuando los veamos libres por la calle como héroes y a Google, Facebook y demás fiscalizadas democráticamente lo mismo que la NSA o el Pentágono podremos decir que la potencia emancipadora de las nuevas tecnologías supera o logra embridar su creciente potencial totalitario.
http://enjuaguesdesofia.blogspot.com

Es difícil de decir.

Sin embargo, creo que el mensaje que difunden Julian Assange y Google es en lineas generales el mismo, Schimdt habla de anarquismo mientras que Julian Assange cuestiona le poder de los estados para controlar información (y por tanto Internet).


La confrontación se encuentra entre otras cosas cuando se trata de evaluar la situación actual, para Google estamos más cerca la Internet utópica, lo único necesario es que les dejemos hacer lo suyo y gracias a sus productos nuestro modo de vida y nuestra manera de comunicarnos cambiara radicalmente.


Casi proponen una revolución conducida por ellos mismos pero en realidad no hacen mas que vender su mantra y como cualquier otra compañía que ya esta en la cima del mundo no necesita meterse en problemas.


En cambio Assange parece decir que estamos más cerca de 1984 gracias en parte a Google y otras compañías.


Yo sinceramente no se que escenario se aproxima ni quien, Assange o Schimdt, sera reconocido como héroe. Pero lo que si tengo seguro es que pase lo que pase al final es necesario un motor social.


Actualmente, es posible técnicamente hablando convertir Internet en un terreno imposible de regular o en el entorno más controlado y vigilado del mundo. Todo depende de si el compromiso por la libertad de Internet se convierte en un valor comercial para cualquier servicio. Si los usuarios emprenden un éxodo hacia plataformas respetuosas con su información.


Tristemente no creo que estos últimos días pervivan en la memoria, PRISM es otro caso más pero ya hubo otros: Carnivore, Echelon. En España contamos con SITEL para la interceptación de llamadas.


Sin embargo, al mismo tiempo convive la esperanza de que este caso tenga más repercusión ya que los objetivos eran civiles (por cierto, a alguien más le parece insoportable la distinción tan fácilmente admitida entre ciudadanos americanos y extranjeros) y no grandes empresas o criminales.


Nos estamos jugando muchas cosas, nuestros móviles informan a la centralita de nuestra posición aproximada constantemente, nuestros navegadores web mantienen como autoridades de confianza capaces de descifrar todos nuestras comunicaciones a entidades gubernamentales y pronto nuestros coches llevaran cajas negras.


Nuestro mundo para bien o para mal pero si va a ser para bien nadie nos va a ayudar, vamos a tener que reclamar lo que es nuestro.

Tanto a Julian Assange como a E. Snowden les quieren en silencio perpetuo asi no filtraran mas secretos indiscretos ver como lo han hecho antes

http://ernesto-consultoria.blogspot.com/2011/03/julian-paul-assange.html

Internet nacio libre, pues los poderes fácticos tardaron un tiempo en echarle las cadenas, pero entre los usos de las mafias y de los gobiernos sin escrúpulos (¿todos?) le están echando el guante. De momento sigue siendo ambiguo, quedan espacios para la libertad, pero veremos como acaba. Puede que sí sirva para la emancipación del ser humano, al aportar un nivel de comunicación entre la gente absolutamente inédito en la historia (piénsese, por ejemplo, que de la Ilustración solo tuvieron noticia unas muy exiguas minorías), pero también puede ser el momento de la esclavización social o del mantenimiento de una tensión inestable, no se sabe hasta cuando. En cualquier caso, si se mantiene esta tensión, significa algo bueno: pone límites a las élites. Pero el internet-paraiso (y ni entonces para todos) ya hace un tiempo que se acabó

El espionaje ha sido siempre un objetivo de los servicios secretos del pais que interesa saber y/o conocer las interioridades de otro, bien sea enemigo o rival en tiempo de paz o guerra. Ahora lo que pasa es igual pero con INTERNET en el ojo del huracan y con la INFORMATICA como soporte principal. Bien, nos sorprende que el Imperio se adelante a todos y haga lo que haría el mas pintado. Otra cosa es ir por la vida de HONRADO y no hacerle al projimo lo que nos hacen a nosotros, que sería ir de PRIMO. Esto seguirá así, mientras el HOMBRE sea como decía HOBBES: "Homo homini, lupus est", que es lo que impera en nuestro tiempo, a pesar de los buenos como Asange o Snowden.
SALUDOS

A todo esto, ¿no hay retorno de carro para los comentarios? :|

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" Pero a lo mejor el video, y la caída de Petraeus, en el fondo le dan la razón a los libertarios Schmidt y Cohen y se la quitan a Assange."

¿De verdad? ¿Qué tipo de argumento es ese? Por favor no luches contra el Leviatán porque si tienes éxito, aunque sea ínfimo, estarás desmontando la causa misma para la rebelión y su sustento teórico. "No hay un futuro distópico en ningún sentido, compañeros, porque mirad, alguien consiguió una foto de los calzoncillos de Obama y la subió a internet. Freedom wins".

Mientras tanto, en una galaxia muy, muy lejana: Los rebeldes gastan sus esfuerzos en una banal propaganda sobre la amenaza de un imperio galáctico inexistente cuando la única realidad es que eran cuatro alelados que se venían abajo con un poco de "fuerza", gafas graduadas y un misil en el agujero indicado. Dichosa exageración.

Petraeus no es mas que un engranaje del sistema convertido en otra víctima del mismo aparato al que servía. Lo cierto es que de la noche a la mañana nos hemos encontrado con la constatación de que hemos perdido nuestro derecho a la privacidad en favor de unos servicios de inteligencia que son la envidia del gran hermano. Antes o después alguien hará uso de estas armas de control masivas para convertirnos en obedientes servidores de los poderosos. Si no ha pasado ya y no nos hemos enterado.

Pues pienso, que es una guerra en la que estamos en medio, y que no sabemos quien va a ganarla. Pero yo creo y quiero creer que ganará la organización digital. Evidentemente, el concepto de lo que está mal y bien no será el mismo. Y nadie tendrá que dimitir porque sea un vicioso en la cama sino porque engañe en su trabajo. Aunque de hecho, no habría dimisiones porque todo iría como la seda, no podría haber llegado al cargo con mentiras.

Parece difícil una lectura en clave libertaria del libro de Schmidt y Cohen y no solo por su participación directa en instituciones claves para la diplomacia de los Estados Unidos como el Council on Foreign Relations si no por su compromiso con acabar con la privacidad tal como la conocemos.. "No hidden people allowed" en la página 173 " The New digital age" inviere la famosa afirmación de Benjamin Franklin. Parece que los autores afirmen, contradiciendo a uno de los fundadores de la democracia americana "Quien no sacrifica su libertad por su seguridad no merece ni la una ni la otra"
El libro se ha publicado unas semanas antes de la denuncia de Snowden . Hoy, ni Schmidt ni Cohen pueden presumir de haber resistido las presiones de las agencias de seguridad como dicen haber resistido las del gobierno chino para que les entregaran los datos de sus usuarios. Sabemos que tanto Google como Apple entregan nuestros datos casi llave en mano a las agencias y que colaboran con ellos en la programación de software dedicado al análisis predictivo que la minería de datos, cada vez más sofisticada gracias a la brutal potencia de proceso que puede emplearse para analizar miles de teras de información almacenada,va a convertir en una herramienta de dominio global sesgada ideológicamente.. Si todavía existe alguna duda acerca del carácter libertario de los autores esta se diluye cuando se recurre a amigos como Michel Hayden, antigiuo director de la CIA y valedor del libro. Dice :" nos encontramos ante la primera generación de la humanidad que va a a dejar una huella indeleble, an indelible record" , el sueño de cualquier director de la Stasi, la CIA o de cualquiera de la multitud de servicios secretos empoderados- ellos si - por la nueva era digital.

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Sobre el autor

es Profesor de Ciencia Política en la UNED, director de la oficina en Madrid del European Council on Foreign Relations y columnista de EL PAIS desde junio de 2008. Su último libro “Asaltar los cielos: Podemos o la política después de la crisis” (Debate) se publico en abril de 2015. Ha publicado también "¿Quién Gobierna en Europa?" (Catarata, 2014) y "La fragmentación del poder europeo" (Madrid / Icaria-Política Exterior, 2011). En 2014 fue galardonado con el Premio Salvador de Madariaga de periodismo.

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