Regreso de Berlín de la presentación pública y posterior discusión entre expertos del provocador trabajo de mi colega en el European Council on Foreign Relations, Ulrike Guérot, “Las elecciones alemanas, lo que Europa espera – y lo que Alemania no hará” (The German elections: what Europe expects and what Germany will not do). La discusión, que tuvo lugar en la magnífica sede del Instituto Cervantes en Berlín, giró en torno a las expectativas que las elecciones alemanas han generado en el resto de Europa.
Muy a su pesar, Ulrike Guérot, una decidida europeísta, autora del manifiesto “Por una República Europea”, echó un jarro de agua fría sobre las expectativas que muchos tienen de que estas elecciones sean cruciales para el futuro de Europa. Fuera de Alemania no se es consciente de hasta qué punto las grandes cuestiones que preocupan a muchos europeos están totalmente ausentes del debate electoral alemán. Son tres los ejes de la decepción con Alemania:
El primero, la integración política. Mientras que fuera de Alemania se reclaman pasos decisivos hacia una unión bancaria y fiscal que complete la unión monetaria y subsane así los fallos del euro, en Alemania se rechazan las presiones de aquellos que quieren resolver estos problemas de forma rápida y sin enmendar los Tratados. Alemania no piensa estratégicamente, dice Ulrike, sino de una forma muy legalista. Pero eso lleva a un círculo vicioso, pues sin reforma de los Tratados no habrá unión bancaria, pero esa reforma es hoy por hoy imposible de lograr.
El segundo es el modelo económico. Mientas que fuera de Alemania se critica la política de austeridad y se reclaman estímulos al consumo, una inflación más alta y políticas de inversión a escala continental, los alemanes no sólo están satisfechos con su modelo económico sino que piensan que la salida de la crisis pasa por que los demás lo adopten.
El tercer eje de decepción es la política exterior. Desde Libia a Siria, pasando por Malí, muchos reclaman que Alemania juegue un papel más activo en la conformación de una política exterior que merezca tal nombre. Pero Alemania no cree en el tipo de política exterior activa e intervencionista que se le reclama desde fuera, especialmente desde Londres o París. Los alemanes se sienten cómodos con una política exterior basada en ganar mercados para la exportación, el diálogo con las grandes potencias y la renuncia (o indiferencia) a participar en la gestión de asuntos estratégicos y seguridad.
Si quieren debatir estos asuntos, les invitamos al debate que el Diario El País organiza el próximo 18 de septiembre a las 19.30, en la Sede de la Comisión Europea en Paseo de la Castellana 46, Madrid. Intervendrán: Ulrike Guérot de ECFR, Íñigo Méndez de Vigo, Secretario de Estado para la UE, y yo mismo, moderados por Berna González Harbour, subdirectora de El País.
Fuente Foto: DW
Hay 3 Comentarios
@frydman;
Exacto.
Publicado por: Lambda | 17/09/2013 23:14:25
Nada. Nadie cambia nada si las circunstancias no lo obligan. Quien puede y debe cambiar (porque las circunstancias nos obligan) somos nosotros. Las circunstancias: un modelo productivo muy corporativizado, incapaz para competir en el libre mercado global. Sin financiación para las pymes e innovación, que podrían hacernos competitivos. Innovación que se está malvendiendo y regalando a quienes tienen dinero, con Alemania como uno de los abanderados. Con un sistema político que defiende sus sillas y no a los ciudadanos (y en muchísimos casos sus bolsillos y los de sus amigos del punto uno).
Para una guerra hace falta, en primer término, un enemigo, algo en contra de quien estar unidos. De eso no tenemos (nuestros jefes adoptan las ideas de otros) y hace falta un jefe, un jefe de Europa y en contra del nacionalismo. De eso tampoco tenemos.
Publicado por: frydman | 16/09/2013 18:48:14
Este artículo tiene gracia. En unas elecciones generales - lo que se toma en cuenta y se debate son los temas nacionales en las diferentes áreas en dónde sea necesario aplicar reformas o propuestas de nuevas iniciativas - no solamente es una actitud muy particular de Alemania, sino, en España o en cualquier otro país de la UE, se actuará de igual manera. Apenas si ha interesado tocar el tema del espionaje de los EEUU y Gran Bretaña. Para los temas sobre el futuro de Europa - esperen el año próximo cuando se lleven a cabo las elecciones europeas - será interesante comprobar cuánto interés tiene la ciudadanía de los 28 países de la UE por Europa y cuántos van a tomar en serio el cumplir con su deber cívico y europeo.
Publicado por: Europeo | 16/09/2013 15:54:35