José Ignacio Torreblanca

Sobre la ambigüedad estratégica y la complacencia de la politica exterior alemana

Por: | 26 de septiembre de 2013

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Hasta ahora, los expertos en integración europea daban por hecho que la política exterior y de seguridad representaba la guinda del pastel, la coronación de la unión política. Fase a fase, desde el carbón al acero, pasando por la unión aduanera, el euro, todo iría conduciendo sigilosamente a la política exterior común. Esa política, se decía, era muy sensible y sólo podría venir al final, cuando las llamadas “solidaridades de hecho” se hubieran establecido.

¿Pero y si fuera exactamente al revés? ¿Y si la integración europea desembocará en una Europa indiferente hacia el exterior? No es un debate teórico. Observando la trayectoria de la Alemania de Merkel, más preocupada por las exportaciones y la competitividad que por hacer valer los principios y valores de la UE en el mundo, podemos pensar en que, finalmente, no estemos acercando a ese modelo suizo que tanto hemos criticado. ¿Suizo? ¿O chino? Los chinos acusan frecuentemente a los europeos y a los estadounidenses de ser unos moralistas empeñados en difundir y/o imponer sus valores a los demás, mientras que se describen a ellos mismos como pragmáticos respetuosos con los valores de los demás. ¿Es que, dice, no pueden simplemente comerciar e invertir, como todo el mundo, y dejar de lado los valores? ¿Acabará Europa pareciéndose a esa China, potente económicamente, pero totalmente entregada al viejo principio de la soberanía y la no injerencia?

Les recomiendo, para ahondar en esta reflexión, el excelente trabajo escrito por Judy Dempsey para el Carnegie Endowment for International Peace [Merkel's unfinished business]. En él, Dempsey nos detalla la reticencia de Merkel a involucrarse en los asuntos estratégicos y de seguridad. “La tarea inacabada de Merkel”, dice la autora, es conseguir que Alemania comienza a pensar sobre el mundo en términos más amplios que los puramente económicos.

El trabajo hace un severo juicio. La Merkel del primer mandato restauró las relaciones con EEUU y empujó decisivamente la UE vía la ratificación del Tratado de Lisboa. Pero durante el segundo mandato, la crisis del euro volcó Alemania hacia dentro y la hizo más introspectiva. El resultado: Berlín, dice Dempsey, tiene un ejército pero carece de un mapa del mundo, es ambiguo en sus relaciones con EEUU y ha sustituido la estrategia por la complacencia.

Aquí les dejo el trabajo [ Descargar Merkel_unfinished_bus_2]

Hay 8 Comentarios

Los alemanes que se dedican a la política lo hacen con el compromiso de ponerse al servicio de su nación y de sus connacionales. Los pueblos se diferencian por sus principios y por sus valores - ahí está la diferencia - es lo que se puede observar en el día a día de 'acontecimientos' políticos en esta Europa - hechos vergonzosos que suele resaltar la prensa hablada y escrita. Quién puede decir, generalizando, de que en la UE se compartan principios y valores por igual? Habrá que hacer mucho examen de conciencia y de realismo.

War no more, pero Alemania no ha cambiado tanto, tanto, y Merkel, su gobierno, serán acusados en su día de, al menos, instigación a crímenes económicos contra la humanidad, quizá incluso de complicidad aquellos ciudadanos que la apoyaron con su voto; claro que, en ese momento, como de los crímenes contra los judíos y contra tantos otros, esa ciudadanía dirá que no estaba enterada, ¡será por falta de medios a día de hoy!


Para que no se me tache de partidista, fanática encendida, o delirante ser, copio de la wikipedia, al fin y al cabo, sus contenidos están consensuados, han pasado diversas cribas y todos recurrimos a sus artículos con la confianza con la que solíamos, y aún solemos, acudir a otras enciclopedias.


«El crimen económico está asociado al concepto de "Crimen contra la humanidad", que la Corte Penal Internacional define como: «Cualquier acto inhumano que cause graves sufrimientos o atente contra la salud mental o física de quien los sufre, cometido como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil»


Acusar a «los mercados» es quedarse en la superficie del problema. Los responsables son aquellas personas e instituciones que defendieron la liberalización sin control de los mercados financieros, los ejecutivos y las empresas que con sus prácticas se beneficiaron de los excesos durante el boom financiero. Y quienes ahora les permiten salir indemnes con dinero público.


Joseph Stiglitz (Nobel de Economía) ha denunciado que «el Banco Central Europeo está anteponiendo el interés de los bancos al de los países y los ciudadanos»


Las agencias de calificación (Fitch Ratings, Moody’s y Standard & Poor’s) asignan la nota de confianza que atribuyen a un país o entidad. Pero pueden «equivocarse»: su opinión sobre las subprimes dio origen a la presente crisis económica y, en un contexto como el actual, están cumpliendo un papel perverso.


Todo plan de austeridad y recortes se traducirá en una caída del índice de crecimiento... y las agencias de calificación, basándose en ello, rebajarán la calificación del país. Como consecuencia, este deberá dedicar más dinero al pago de su deuda, que obtendrá recortando aún más sus presupuestos. La actividad económica y las perspectivas de crecimiento se reducirán... Y de nuevo, las agencias rebajarán su nota.


La población civil que sufre la pérdida de derechos fundamentales, como el trabajo y la vivienda, y los millones de personas que ven en peligro su supervivencia, son las víctimas de los costes de las crisis económicas».


Pues eso, que conviene reflexionar para ponerle nombre a cuanto existe, pasa, ocurre, etc.

por que no escribes sobre politica exterior española. podrias resumirla en una linea. Redacta algo sobre Aznar y luego envialo a Jose Mota. Y nos reiremos todos

España tiene que ir por su cuenta y dejar de depender de lo que opina Alemania. Me gustaría que se abriera el debate en pro de la salida de Alemania (y Holanda y los que quieran) del Euro, para que por fin podamos devaluar ese euro más del Sur. Seguir como estamos no sirve. Salvo para que dure la agonía. Valor!!

Lo cierto es que Europa ya no pinta militarmente en el mundo. Sus presupuestos enflaquecidos, sus misiles adquiriendo óxido y con ejércitos profesionales pero pequeños... Lo mejor que ustedes pueden hacer es aislarse, ya sea para recabar fuerzas o para ser una verdadera Suiza europea.

Para qué meterse en problemas fuera con lo que ya hay de corrupción el los países del sur de Europa? que lo haga España y deje de vender armas y municiones a Africa, (y aun quieren mutualizar deudas para que les pagen la fiesta los alemanes, por favor...)

Alemania tampoco es miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Condición muy ligada al protagonismo en asuntos de geopolítica militar. De modo que al no ser miembro y tener a su lado a dos miembros (UK y Francia) hace que Alemania tenga un protagonismo muy reducido o nulo en esos temas de geopolítica militar. Como mucho puede decir algo en términos de acceso a tecnología miliar, por su capacidad industrial e innovadora en ese área, pero en cuanto al uso, poco o nulo papel puede jugar.

Alemania no es una potencia militra nuclear. Alemania, tras la II Guerra Mundial, es un país relativamente volcado en dirección pacifista. Alemania no puede ser ni mínimamente agresiva militarmente, las consecuencias que el recuerdo y la memoria histórica tienen sobre la manera de pensar y las acciones de los alemanes obligan a Alemania en la otra dirección. Además, los alemanes se encuentra muy satisfechos con ese papel.

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Sobre el autor

es Profesor de Ciencia Política en la UNED, director de la oficina en Madrid del European Council on Foreign Relations y columnista de EL PAIS desde junio de 2008. Su último libro “Asaltar los cielos: Podemos o la política después de la crisis” (Debate) se publico en abril de 2015. Ha publicado también "¿Quién Gobierna en Europa?" (Catarata, 2014) y "La fragmentación del poder europeo" (Madrid / Icaria-Política Exterior, 2011). En 2014 fue galardonado con el Premio Salvador de Madariaga de periodismo.

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