José Ignacio Torreblanca

¿Qué significan las elecciones en Grecia?

Por: | 25 de enero de 2015

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Composición del actual Parlamento griego

Grecia representa un caso ejemplar del desacoplamiento entre lo económico, lo político y lo social. Muestra hasta qué punto las políticas de austeridad pueden tener éxito (parcial) a la hora de controlar el déficit y mejorar la competitividad (vía la devaluación salarial) pero, a cambio, pueden dañar gravemente o destruir el sistema político que soporta dicha economía y dislocar profundamente la sociedad mediante la introducción de unos niveles de desigualdad que el Estado no puede corregir tanto por la falta de recursos presupuestarios como por los elevados niveles de desempleo.

Grecia muestra también de forma muy nítida los problemas de gobernanza que tiene la eurozona en comparación con otras economías avanzadas (EEUU, Japón, Reino Unido), que no tienen una moneda común. La unión monetaria se encuentra en una peligrosa tierra de nadie: los gobiernos ya no son autónomos para conducir la economía, pero tampoco han sido completamente sustituidos por instituciones supranacionales eficaces. En la UE, el Banco Central Europeo es la única institución verdaderamente federal en este momento, pero no puede por sí sólo empujar a toda la UE, especialmente mientras Berlín siga bloqueando la política fiscal.

La falta de resultados de la política económica vigente en la eurozona está llevando a la irrupción de nuevas fuerzas políticas en toda Europa. Los perfiles de estos nuevos movimientos son variados y registran muchas diferencias entre ellos. Pero todos tienen en común un elemento de reacción soberanista anti-europea que reivindica “más soberanía”, "menos Europa" y “más democracia”. Sea por la izquierda o por la derecha, se considera que la Unión Europea no es eficaz, no es democrática y no respeta la identidad nacional. 

El éxito de Syriza, como el de Podemos en España, se basa en articular el descontento  de una manera transversal, es decir, obviando las diferencias izquierda-derecha para a continuación plantear la competición electoral en una dimensión vertical, arriba-abajo (elite, “casta”, contra ciudadanía o pueblo) y soberanista, dentro-fuera (Alemania, la Troika o los mercados contra la nación). Los tres ejes que permiten aglutinar a la ciudadanía son: democracia, desempleo y derechos sociales. La fusión de estos elementos, junto con un uso muy inteligente de técnicas de comunicación y propaganda política ofrece una fórmula muy exitosa y de gran recorrido potencial.

Que Syriza está al borde de la mayoría absoluta no es de extrañar. El pesimismo de los griegos no tiene paragón en toda Europa: de acuerdo a los datos del último Eurobarómetro (Diciembre de 2014), el 98% de los ciudadanos afirma que la situación del país es mala. Peor aún, el 61% piensa que lo peor de la crisis está todavía por llegar, mientras que sólo el 38% piensa que el país ha iniciado la senda de recuperación económica [En España hay una división en dos bloques simétricos: 48% piensa que lo peor ha pasado y 48% que lo peor está por llegar].

Se ha hablado mucho estos día de las consecuencias de una eventual llegada al poder de Syriza en Grecia y su programa de renegociar la deuda (las encuestas sitúan a este partido en primer lugar, con el 35,5% de los votos). Indudablemente que Tsipras necesitará apuntarse una victoria en ese ámbito, y lograr algunas concesiones sociales importantes. Pero en lo esencial la economía griega seguirá dependiendo tanto de las políticas expansivas del BCE y de una hipotética expansión fiscal. Dicho de otra manera, el margen de Tsipras será muy pequeño. Ello se debe a dos razones fundamentales,

Una, que un 63% de los griegos es partidario de permanecer en la zona euro, mientras que sólo un 35% sería partidaria de abandonarla. Salir de la zona euro sería un fracaso económico, político e identitario inasumible para Grecia, que siempre ha intentado huir de su identidad balcánica y anclarse en la OTAN y en la UE para diferenciarse de sus vecinos. Ningún negociador griego que ponga encima de la mesa la opción de salida será creíble.

A su vez, desde el lado europeo, mientras que en 2010-2012 un impago griego seguido de una salida de la eurozona hubiera tenido consecuencias devastadoras para la eurozona, en esta ocasión, una reestructuración no ordenada o una salida forzada de la eurozona, aunque tendrían consecuencias graves para toda la eurozona (España incluida, pues tiene concedidos préstamos y avales por 26.000 millones de euros), no sería catastrófica.

Eso sí una victoria de Syriza, alentaría al resto de los movimientos y partidos anti-establishment, que hasta ahora no han logrado llegar al gobierno en ningún país de la UE. Paradójicamente, el hecho de no pudiera realizar su programa máximo podría, al hacerlos menos temibles, reforzar las perspectivas de Podemos en España.

Hay 8 Comentarios

Bueno, sin posicionarme a un lado u otro, ya ganó SYRIZA, y en España, dentro de 11 meses, tendremos información privilegiada para orientarnoes en nuestro voto de noviembre. ;-p

Yo sigo sin entender como se sigue llamando crisis a este negocio, y ya no se lleva lo de "mercados" que son curiosamente los beneficiarios de este juego peligroso de trileros. ¿Los empezamos a llamar ya mafia?.
¿Alguien en estas elecciones ha hablado de recuperar el botín del saqueo?. Porque mucho politiqueo de salón y mucho economista de todo a 100 pero ¿yo que?. Esto es una estafa y si no se trata como debe, no me valen los que ya han demostrado de que parte están.

... me gustarías que irrumpiera con fuerza entre las distintas sociedades europeas el sentido e implantación paulatina de "lo justo"; ¿ les parece razonable...? ¿ se había instaurado con anterioridad...? es posible que constituyera toda una esperanza y modo de vida; Saludos.

Hay que ir a la raiz de los asuntos. Syriza y en general la izquierda defiende el derecho a exigir que sean los demás los que solucionen sus problemas. Tambien se puede expresar de otra forma: los irresponsables exigen que sean los responsables quienes solucionen los problemas en los que los irresponsables voluntariamente se han metido. Pretenden seguir viviendo a costa de los demás. Lo exigen. Europa ya ha dado a Grecia millones y millones de euros en ayudas al desarrollo, fondos estructurales, etc., etc. Tambien ha perdonado una parte sustancial de su deuda. Pero quieren, exigen, más. Seria una gran injusticia y un pésimo precedente, que se premiara la irresponsabilidad y se castigara la responsabilidad.

Excelente artículo.


Las elites dirigentes griegas son unos piratas, invierten fuera lo que deberían invertir dentro, endeudan el país y luego quieren que ciudadanos de otros países, como España, asuman el pago o perdida, quitas, de su deuda.


Hay que ser muy ignorante, ingenuo e insensato, para pensar que gobernando un partido político como Podemos, comunistas, se van a solucionar en España problemas como el de las pensiones de la seguridad social, el desempleo, el déficit de la sanidad, el déficit de las universidades, el problema de la deuda exterior, etc. Podemos es como un mal olor que a medida que crece ahuyenta todo lo bueno, en concreto la inversión extranjera. Evidentemente, inversión extranjera no proveniente de los coleguitas del secretario general de Podemos, países comunistas, Irán, bolivarianos, etc., pero para que nos hagamos una idea, de los 17.000 millones de euros de déficit de la balanza comercial de España, 10.000 millones fueron con China, no es de extrañar por tanto que millonarios chinos estén comprando medio Madrid.

No me parece correcto que en el grafico se califique a Syriza como extrema izquierda. O que en ocasiones se les tilde de "Izquierdistas" en sus articulos de opinion.
No son calificatvos objetivos y tienen un sentido manipulador que no es propio de su inteligencia.

¿por qué todos los análisis realizados por gente connivente con el capitalismo actual tilda a Syriza o Podemos de extrema izquierda? ¿Se pretende asustar a posibles votantes?

Para mi pavor el stablishment prefiere patrocinar la extrema derecha fascista que un diálogo constructivo con pacto social y ético con la población (que en tal caso si se podría denominar ciudadanía). Europa no tiene Historia ejemplar y no se aplica en aprender.

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Sobre el autor

es Profesor de Ciencia Política en la UNED, director de la oficina en Madrid del European Council on Foreign Relations y columnista de EL PAIS desde junio de 2008. Su último libro “Asaltar los cielos: Podemos o la política después de la crisis” (Debate) se publico en abril de 2015. Ha publicado también "¿Quién Gobierna en Europa?" (Catarata, 2014) y "La fragmentación del poder europeo" (Madrid / Icaria-Política Exterior, 2011). En 2014 fue galardonado con el Premio Salvador de Madariaga de periodismo.

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