José Ignacio Torreblanca

Sobre el autor

es Profesor de Ciencia Política en la UNED, director de la oficina en Madrid del European Council on Foreign Relations y columnista de EL PAIS desde junio de 2008. Su último libro “Asaltar los cielos: Podemos o la política después de la crisis” (Debate) se publico en abril de 2015. Ha publicado también "¿Quién Gobierna en Europa?" (Catarata, 2014) y "La fragmentación del poder europeo" (Madrid / Icaria-Política Exterior, 2011). En 2014 fue galardonado con el Premio Salvador de Madariaga de periodismo.

Malos digitales, el eje del ciber-mal y la militarización del ciberespacio

Por: | 27 de abril de 2015

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Ya es oficial. Estados Unidos ya ha designado a los ciber-malos. Son, por orden de importancia: China, Rusia, Irán y Corea del Norte. Dirán que los malos digitales son sospechosamente similares a los malos analógicos, pero aquí esta el quid del asunto: desde 2011 hasta ahora, cuando el Pentágono comenzó a diseñar su estrategia de ciberseguridad, el gobierno estadounidense había sido enormemente reticente a la hora de nombrar por su nombre a otros gobiernos o Estados cono enemigos digitales.

Ese silencio se había roto parcialmente en los últimos meses cuando el Presidente Obama y el FBI acusaron públicamente al gobierno de Corea del Norte de estar detrás del ataque de represalia a Sony con motivo de la distribución de la película “La entrevista”.

Pero la verdadera escalada de ciber-tensión está teniendo lugar con China. Ya en 2013, el Pentágono había acusado a China de estar poniendo a prueba los sistemas informáticos de Estados Unidos con el objetivo de localizar vulnerabilidades que explotar en caso de conflicto. Entonces, Obama firmó una orden ejecutiva encomendando la puesta en marcha de un marco de ciberseguridad nacional y definiendo las ciberamenazas como unas de las más graves que enfrenta Estados Unidos.

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Europa es la única idea posible

Por: | 20 de abril de 2015

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Dejo aquí a mis lectores mi discurso de aceptación del Premio de Periodismo europeo Salvador de Madariaga, que recogí el pasado viernes en la localidad asturiana de Covadonga (Cangas de Onís, Asturias) junto con Angels Barceló y Álvaro Goicoechea (en la foto). Agradezco a todos mis seguidores su contribución a este premio y les doy las gracias por las numerosas felicitaciones recibidas.

"Autoridades, anfitriones, colegas, amigos y amigas de la Asociación de Periodistas Europeos. Quiero agradecer al jurado su generosidad al concederme este premio. Precisamente porque no soy periodista sino simplemente alguien, en este caso un politólogo, que ha sido honrado con el privilegio de escribir en un periódico, me llena de satisfacción el reconocimiento que el jurado ha hecho de mi trabajo como tal. Hay días, creo que a todos nos pasa, que uno no sabe exactamente lo que es, ni cómo definirse, ni si lo que hace tiene mucho sentido. En mi caso, el intento de compatibilizar la docencia universitaria con el periodismo, el ensayo político y la investigación en un laboratorio o “tanque” de ideas, como gustan decir los anglosajones, es fuente en no pocas ocasiones de alguna angustia y duda existencial. Pero, afortunadamente, el premio que recibo hoy honra la memoria de alguien, Salvador de Madariaga, que fue nada menos que ingeniero, escritor, político, profesor, diplomático, periodista, crítico literario y muchas otras cosas más.

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La necesidad de romper el bucle euro-mediterráneo

Por: | 13 de abril de 2015

270px-Palau_Reial_PedralbesHoy se reúnen en el Palacio de Pedralbes en Barcelona 23 ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea con sus homólogos de la vecindad sur. En nuestra vecindad sur viven 200 millones de personas (casi la mitad de los 500 millones de la UE), pero sin embargo la diferencia de renta es de 13 a 1 entre ambas riberas. Tampoco el comercio es muy significativo, pues esa relación comercial sólo significa el 1% de los intercambios exteriores de la UE.  Como sabemos, es una región donde no prende fácilmente la democracia ni la libertad de prensa y que desde la primavera árabe está atravesada por conflictos de primer orden en un número importante de países. A fecha de hoy, para desgracia de ambas partes, los flujos que dominan la relación son de carácter negativo y de seguridad: la inmigración ilegal y terrorismo ocupan casi toda la agenda, que debería ser mucho más amplia.

Desde hace más de una década (recuerden que la UE lanzó en 2003 su política de vecindad), esa relación está atascada: las reformas políticas y económicas están estancadas cuando no en franco retroceso o sometidas a intensas  tensiones. Francia intentó, en 2008, resetear esa relación e impulsarla mediante la Unión por el Mediterráneo (UpM). Y después de la primera árabe, en 2011, la Comisión Europea lo volvió a intentar con un nuevo conjunto de políticas e incentivos. Pero sin éxito, puesto que a pesar de las políticas de mea culpa y el intento (sincero) de comenzar desde cero, la nueva relación no pudo ver la luz ante el desbordamiento violento de los procesos de cambio cuando no de su estancamiento o abierto retroceso.

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Un pacto entre Rivera e Iglesias para regenerar la democracia

Por: | 08 de abril de 2015

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Aunque verde por la primavera, Andalucía se ha teñido de líneas rojas: las que tanto Podemos como Ciudadanos quieren fijar a Susana Díaz. Destaca entre ellas la exigencia de la renuncia de Manuel Chaves y José Antonio Griñán, expresidentes de la Junta de Andalucía, de sus escaños en el Congreso de los Diputados y en el Senado, respectivamente. ¿Es una exigencia justificada? ¿Razonable? Unos defienden esta exigencia como la única prueba de que las cosas van a cambiar; otros consideran que es una exigencia que Susana Díaz no podría aceptar. i Que cada uno lo juzgue por sí mismo.

Mi opinión personal es que sería una pena que tanto Podemos como Ciudadanos se centraran exclusivamente en esa cuestión y perdieran así una oportunidad de oro para forzar a un cambio en profundidad en Andalucía, que entiendo que es la motivación principal de sus votantes.

Entiendo que Pablo Iglesias y Albert Rivera sea vean como rivales. ¿Pero no sería una gran noticia que los dos se reunieran y pactaran las líneas rojas que de verdad van a exigir a Susana Díaz y a todos los cargos y gobiernos que desde aquí a las generales sean la lista más votada y quieran contar, como mínimo, con su abstención? Sin duda sería un mensaje importante para todo el electorado, y para el resto de los políticos que se presenten a elecciones.

El escándalo de los ERE, como el de los cursos de formación, ha demostrado que Andalucía necesita una ley de transparencia de verdad, un Parlamento que sea capaz de fiscalizar al Gobierno, un Tribunal de Cuentas independiente y una televisión pública de calidad que no esté controlada por el Gobierno.

Todo lo que le falla a nuestra democracia, en Andalucía y en otros sitios, se resume en un problema de controles: las mayorías se controlan a sí mismas, capturan las instancias independientes que tienen que controlarlas y ningunean a las minorías.

Pero imaginemos por un momento que Iglesias y Rivera, Podemos y Ciudadanos, pactaran un paquete de medidas en favor de la transparencia, anti-corrupción, de regeneración democrática, que impidiera utilizar el empleo público para premiar a los amigos y las instituciones para mantenerse en el poder en lugar de servir a los ciudadanos. ¿No sería ese un triunfo de la nueva política y una señal de que los nuevos partidos han sabido conectar con las demandas mayoritarias de los electores?

Llámenme ingenuo y soñador, pero una reunión entre Iglesias y Rivera sería una buena idea. Puede que a largo plazo, sea lo que el PSOE y el PP  necesiten: que alguien les ponga las líneas rojas (esta vez sí), que ellos mismos no han sabido ponerse.

* José Ignacio Torreblanca es autor de "Asaltar los cielos: Podemos o la Política después de la crisis" (Ediotrial Debate, 2015)

El País

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