José Ignacio Torreblanca

Erizos

Por: | 23 de mayo de 2016

Captura de pantalla 2016-05-23 10.15.34

Estamos rodeados de erizos. Cada vez hay más. Es una plaga. ¿Quiénes son? ¿Dónde están? Erizos son aquellos que se atrincheran detrás de una verdad absoluta, que tienen una solución simple para un problema complejo, que articulan una respuesta antes siquiera de que se formule la pregunta. A los erizos les gusta usar grandes etiquetas, enormes palabras y, sobre todo, señalar con el dedo. Nunca buscan responsables, sino culpables. Tampoco les interesa entender las causas de las cosas, porque las conocen de antemano: el capitalismo, la globalización, los mercados, Europa, los tecnócratas, el imperialismo, China, los Estados, las élites, el islam. Y así sucesivamente.

Dialogar con un erizo es imposible: si le preguntas, se siente cuestionado; si le pides que argumente, se enrosca; si le enseñas un dato, te lanza una púa. Mientras los demás rumiamos nuestras dudas e incertidumbres, los erizos se pasan todo el día chillando certezas. Saben cómo se gobierna una economía abierta en un mundo globalizado, cómo construir un orden internacional más justo, cómo solucionar la crisis de la democracia representativa, cómo construir la Europa social, cómo debe funcionar un sistema educativo, cómo se financian los servicios públicos, cómo se logra la inclusión social.

Para los erizos no hay dilemas, tensiones ni alternativas dolorosas entre las que elegir: hacemos un muro con México, o con Grecia; prohibimos entrar a los musulmanes, echamos a los que hay dentro o les obligamos a adoptar nuestras costumbres; nos salimos de España, la Unión Europea o las Naciones Unidas, lo que toque, y nos volvemos a la moneda nacional; cortamos el comercio con China, porque explota a sus trabajadores, o con Estados Unidos, porque también lo hace, o con los países en vías de desarrollo, porque no les van a la zaga. ¿No les da envidia? ¿No añoran las certezas del erizo?

Los erizos están en campaña. En Austria, EE UU o Reino Unido les va mucho mejor de lo que nunca soñaron. En España también se presentan a las elecciones. A ambos lados del espectro político. ¿Cómo se distinguen? Por sus gritos. Por sus miedos. Por su respuesta, que siempre es la misma: protegerse. ¿Han oído alguna vez a un erizo chillar: ¡pensad!?

Publicado en la edición impresa del Diario ELPAIS el sábado 21 de mayo de 2016

Hay 5 Comentarios

Excelente metáfora. Quería aprovechar para comentar que en la introducción donde presentan a George Steiner, en lugar de decir "escritor", dice escrito.

Me disculpo de antemano por las molestias causadas,

Saludos.

Eso sí, el problema no son los erizos que cuentan esas certezas, sino los erizos-masa que se creen esas certezas. Más que nada porque lo que ocurre es que se las quieren creer.

Siempre los hubo, pero la (ficticia) prosperidad los mantenía tranquilos. Además, como la historia no se acaba, pero mucha gente se ha acostumbrado a pensar en estático, pues se han multiplicado. Pues el erizo siempre piensa que sus medidas solo cambiarán lo que a él le conviene y no tendrán efectos indeseados (ejemplo: pensar que el libre mercado con regulaciones mínimas nos aportara mejores productos por la competencia pero no generará perdedores; o pensar que el proteccionismo o las empresas estatales o el gasto público crearan empleo pero no matarán la competencia y llevaran a la parálisis y la pérdida de calidad de vida).

Para erizos, y con púas venenosas, los esbirros del pensamiento único mundialista, eurofederalista y neoliberal, que nos dicen que no hay alternativa y que tenemos que agachar la cabeza ante su agenda antinacional y antisocial de liquidar la soberanía y la identidad de las naciones como los derechos sociales de los ciudadanos. Afortunadamente somos cada vez más los que pensamos y no estamos dispuestos a someternos, por lo que cada día ganan apoyo, con todo merecimiento, quienes nos protegen defendiendo nuestra soberanía, nuestra identidad y nuestros derechos.

Excelente metáfora de la realidad política y social española.


Los erizos son un claro fruto de la mediocridad, incapaces de razonar, niegan lo evidente, teniendo ideas prefijadas de todo, lo que se conoce en el lenguaje político como argumentaríos. Pero no nos llamemos a engaño, los erizos no improvisan, ni su comportamiento se debe a su incapacidad intelectual, que por otro lado suele ser mayúscula, sino que es siempre una táctica, basada en intentar obtener algún beneficio de la confrontación, no temiendo quedar en evidencia al negar lo que es evidente, indiscutible e irrebatible.


Es difícil que un hombre entienda algo cuando su sueldo depende de que no lo entienda. (UPTON SINCLAIR)


“Tengo el enemigo al frente, tengo el enemigo a la retaguardia; Tengo el enemigo por el flanco derecho y por el flanco izquierdo, esta vez no se nos escapan”.

Los comentarios de esta entrada están cerrados.

Sobre el autor

es Profesor de Ciencia Política en la UNED, director de la oficina en Madrid del European Council on Foreign Relations y columnista de EL PAIS desde junio de 2008. Su último libro “Asaltar los cielos: Podemos o la política después de la crisis” (Debate) se publico en abril de 2015. Ha publicado también "¿Quién Gobierna en Europa?" (Catarata, 2014) y "La fragmentación del poder europeo" (Madrid / Icaria-Política Exterior, 2011). En 2014 fue galardonado con el Premio Salvador de Madariaga de periodismo.

El País

EDICIONES EL PAIS, S.L. - Miguel Yuste 40 – 28037 – Madrid [España] | Aviso Legal