Había una vez una bella idea cuya puesta en práctica degeneraba en una pesadilla cada vez que se intentaba. Unos lo achacaban a la inmadurez de las sociedades, otros a un enemigo exterior saboteador, también había quienes mencionaban las debilidades de los líderes. Pero tanto final fatal no podía ser casualidad. Ya en 1950, Herbert Wehner, comunista alemán y fundador de la Brigada Thälmann que combatiera en la Guerra Civil española, llegó a la conclusión de que el “comunismo significa la destrucción de los derechos humanos”. No debe extrañar que observando cómo la Alemania oriental se había convertido en una gigantesca prisión al aire libre, los socialdemócratas alemanes fueran los primeros en entender que el problema no estaba en la ejecución del modelo, sino en la filosofía que lo inspiraba, incompatible con la libertad. Solo tenían que mirar por encima del Muro. Por eso renunciaron en 1959 al marxismo, convencidos de que se trataba de una ideología letal para la libertad.
Algo parecido pasa ahora con el “socialismo del siglo XXI”, como los seguidores de la revolución bolivariana han gustado de describir el proceso vivido en Venezuela. En el país con las primeras reservas petrolíferas del mundo escasean hoy la electricidad y el papel higiénico tanto como los derechos humanos, la democracia y las libertades. Todos ellos, junto ante la igualdad ante la ley, son bienes igualmente escasos para los que la ciudadanía tiene que hacer cola desde primera hora de la mañana. Una vez más, la utopía socialista del paraíso en la tierra, la sociedad sin clases y la fraternidad sin límite ha acabado convertida en un gigantesco fracaso que se desliza hacia el caos y la confrontación civil. Pero la responsabilidad, una vez más, no es del modelo sino, como es habitual, de sus enemigos exteriores e interiores, a los que hay que reprimir. Sorprende que entre todos aquellos que tanto se implicaron allí y que hoy compiten por representar a la ciudadanía aquí no se deslice ni una sola reflexión, ni una sombra de duda, atisbo de aprendizaje o deseo de debatir honestamente sobre aquello. Si ese silencio y ausencia de debate es muestra de la conciencia de un fracaso, bienvenido sea. Algo es algo.
Publicado en la edición impresa del Diario ELPAIS el miércoles 25 de mayo de 2016
Hay 4 Comentarios
Muy buen comentario aunque encuentro un pequeño error, creo que el SPD, la socialdemocracia alemana, nunca dejó de inspirarse del marxismo sino del marxismo-leninismo, algo muy diferente como lo demuestran los métodos de unos y otros.
Publicado por: Pablo Antón | 28/05/2016 11:12:23
Importante reflexión, no sólo por el problema de filosofía política que trata y por la gravedad de la crisis humanitaria que denuncia y que cada minuto afecta todo un pueblo, también por la pregunta que se hace sobre Podemos, su responsabilidad y oportunismo que lo lleva a escabullirse de una discusión en la cual -sin duda- está muy implicado. Ese "pragmatismo", del que Iglesias parece enorgullecerse. no es para buscar soluciones prácticas de problemas concretos -como pretende hacer ver ante los empresarios- es claramente una herramienta para acercarse y/o mantenerse en el poder a cualquier costo. Total, los costos no los paga ni él ni Podemos, lo pagan los Oliver Sanchez que mueren a los 9 años por falta de medicinas, consecuencia de un grupo de facinerosos capaces de cualquier pragmatismo a efectos de no someterse a la voluntad popular ni dejar el gobierno.
Publicado por: Leonardo Pizani | 27/05/2016 16:56:45
Perdonen que hoy haga una reflexion personal despues de llevar viviendo mas de 40 años en diversos paises de esta parte del Atlantico. He leido y escuchado apoyos a Chaves y su revolucion bolivariana por parte de la izquierda latinoamericana por el hecho de enfrentarse a EEUU si ase se añade la generosidad de Chaves regalando o vendiendo el petroleo a precios muy por debajo de su cotizacion en el mercado, se empieza a entender el aparente triunfo de la revolucion bolivariana o el socialismo del siglo XXI. El ALBA, segun sus p patrocinadores alternativa bolibariana para Amaerica y para otros alternativa bananera para America. Jose Luis Espargebra Meco un español desde Buenos Aires
Publicado por: Jose Luis Espargebra Meco | 26/05/2016 21:34:02
Torreblanca, no se preste a ese juego.
Ud sabe, (al menos lo supongo) que lo que hay en Venezuela no es socialismo ni nada que se le pueda parecer. Allí lo que hay, es otra cosa.
Que aquellos gobernantes abracen algo que a ellos les parece que pueden vender, pues vale. Pero, no caigamos en el juego de ellos.
Por cierto, lo que importa ahora son las elecciones de España y lo muchísimo que nuestra sociedad debería discutir, sobre como superar problemas tan complejos, que tenemos. Aquí.
Publicado por: Mahatma | 26/05/2016 13:12:17