Mark Shuttleworth ha sido el punto y final a las conferencias de la undécima edición de la Campus Party, que hoy han tratado especialmente sobre Software Libre. Desde luego ha sido la más multitudinaria, y es que este sudafricano mueve masas.
A sus 26 años, ya era multimillonario tras vender por 575 millones de dólares su empresa de seguridad en Internet. En 2002 se convirtió en el segundo turista espacial, para ello Shuttleworth aprendió ruso y se licenció en Ingeniería. Ya a su vuelta, se encaminó a liderar, promocionar y mantener uno de los proyectos de software libre más interesantes del mundo: Ubuntu
Con este proyecto busca ante todo simplicidad a la hora de instalar y usar el software, además de respetar la cultura y costumbres de cada usuario.
Mark nos ha contado que Ubuntu no está sola. En realidad busca la colaboración entre proyectos de software libre, porque de esta manera si hay un problema por ejemplo en Firefox, se puede resolver mucho más rápido, evitando que el problema se contagie. Para ello ha diseñado la comunidad Launchpad.net. Esta convivencia solidaria se ha notado durante el turno de preguntas, cuando Maddog (que ha estado escuchando toda la conferencia) se ha levantado y le ha regalado una camiseta de la Campus a Mark. Explicándole que en ella estaban incluidas todas las distribuciones de Linux, excepto Ubuntu, y el mismo Maddog se había encargado de suplir el error colocando el nombre por detrás.
Lo que ha tratado de expresar Mark en todo momento es que tener muchas distribuciones hace más rico el trabajo de los desarrolladores. Y que no se debe considerar al que no es usuario de Software Libre como alguien que “está con el rival”, sino como alguien a quien todavía no se le ha convencido de las bondades del Software Libre. Por eso, el camino a seguir no es el de destruir a nadie, sino el de mejorar más y más, para que las personas se conviertan en usuarios de Software Libre convencidos. Y ha dado el ejemplo de Firefox, “¿por qué la gente se decanta por Firefox antes que por Explorer? Pues sencillamente porque funciona mejor”
En el turno de preguntas ha tenido que ser el propio Mark el que ha pedido a los asistentes, en tono jocoso, si se podía ir ya a cenar. Y el final ha sido como en un buen concierto de rock que se precie, todos los asistentes, como locos, subidos al escenario buscando el autógrafo de Mark sobre un CD de la distribución de Ubuntu.
