Rafael García tiene 26 años, esta es su primera Campus, pero no ha venido solo. Pertenece a una hermandad de jugadores de WoW llamada SHADOWMASTER, con la que lleva jugando ya más de un año. Todos sus miembros están aquí. Algunos de sus compañeros son de Sevilla, otros de Valencia y Rafa es de Barcelona. Han venido, al igual que muchos otros campuseros, principalmente para jugar sin parar al World of Warcraft. Conocido popularmente como WoW este juego online por el que todo usuario paga una cuota mensual de 12 euros. Teniendo en cuenta que tiene más de 9.000.000 de seguidores repartidos por toda Europa todo el mundo, algo de especial debe de tener. Les hemos preguntado a Rafa y su hermandad, qué es lo que le hace diferente.
WoW es un juego de rol online multijugador. Se compone de 70 niveles distintos, dos mundos y un montón de personajes a elegir, (mago, druida, cazador, paladín, sacerdote, pícaro, Shaman, brujo y guerrero). Lo genial de este juego es que no se basa en los típicos tópicos visuales, sino que puedes personalizar el personaje a tu imagen y semejanza. Es decir, puedes ser un guerrero enano, o un mago corpulento. Esto hace más fácil la comunicación con otras personas con las que pasas muchas horas jugando, y tan sólo conoces la imagen que proyectan en el juego. Cada personaje tiene unas funciones determinadas en el clan, y son todos juntos cuando funcionan para luchar contra los otros. Es un juego principalmente de estrategia, y es por eso que cada jugador debe estar bien compenetrado con el resto de sus compañeros. Hay dos bandos, La Horda y La Alianza. Rafa y sus compañeros juegan con la Alianza, pero toda la fila de personas que tienen detrás, pertenecen a otro clan y juegan con la Horda. En la vida gamer no hay descanso, se pasan el día peleando, sin embargo en la vida real se llevan estupendamente.
Cada clan o hermandad tiene sus propios códigos y si no los cumples no serás bienvenido. Por ejemplo, hay clanes que sólo admiten a jugadores que hayan llegado al nivel más alto (70), aunque este no es el caso del clan de Rafa, que admite a cualquier tipo de jugador.
Otra de las cosas que más gusta a los jugadores del WoW, aparte de poder elegir los jugadores y el sistema de juego, es el dinamismo que posee. Cada miércoles por la mañana el juego queda offline, y durante esas horas se produce una operación de mantenimiento en el que incluyen siempre alguna novedad. Con cada actualización, los jugadores tienen un motivo más para seguir enganchados al WoW.
Aunque Rafa dice que le echa unas 3 horas al día, en su clan se suelen despedir cada día, no con un hasta mañana si no con un hasta luego.