Desde L'Aldea (Baix Ebre) no se entiende muy bien esto de la campaña electoral. Los partidos llevan un par de días promocionando sexo, orgasmos y disparos contra los inmigrantes ilegales. En la zona agrícola del delta del Ebro, estas polémicas cuadran francamente mal: por más afrodisíacos que se pongan los políticos, el único sensible ante el mensaje de fornicación es el caracol manzana. Se reproduce de forma tan voraz que ya es una plaga de cientos de miles de ejemplares, imposible de exterminar de los campos de la zona pese a los esfuerzos -tardíos- de la Generalitat. Y en estos campos, resulta que los inmigrantes ilegales trabajan. A destajo. Por entre tres y cinco euros la hora, según la amabilidad del patrón. Braceros magrebíes, africanos y de Europa del este, en su mayoría sin los papeles en regla, recolectan frutos unas diez horas al día. Arroz, coles, melocotones y naranjas que luego se venden en los comercios de Tarragona y Barcelona. A menudo, a cambio de un salario -el Gobierno fijó el jornal mínimo de los temporeros para 2010 en 4,96 euros la hora- también ilegal. Pero este concepto no aparece en los videojuegos.
Datos del municipio:
Población: 4.000 habitantes
Alcalde: Daniel Andreu (ERC)
Resultados elecciones autonómicas 2006 (votos):
CiU 31,6% (477)
ERC 29,1% (439)
PSC 23,4% (353)
PP 7,8% (118)
ICV 3,8% (57)
Por más que algunos atizen a la inmigración, los agricultores del Ebro no engañan: sin inmigrantes estarían perdidos. Jordi, hijo del dueño de un extenso campo de hortalizas, asegura haber sobrevivido gracias a estos ilegales dispuestos a trabajar más duro por menos. Aunque Jordi, asegura, les paga cinco euros la hora. Cuatro céntimos más del mínimo fijado por la ley. Los amigos de este agricultor que están en el paro se niegan a aceptar estas condiciones.
Los inmigrantes han salvado a Jordi
En esta comarca se teme al caracol manzana, gran devorador de arroz. También persiste la alergia de los catalanes al autoestop. Los agricultores compadecen a este errante pero no le abren la puerta de su vehículo. "Andando todavía tienes un buen rato hasta los arrozales", dicen. Luego arrancan y el viajero debe apartarse para evitar que el vehículo lo embista. Desde el camino se ve el coche avanzando rápido rumbo al sudeste, hacia los arrozales. Ningún reproche. Será fruto de la inquietud que genera el caracol manzana.
Los nuevos inquilinos del Ebro se reproducen como conejos.
Joan, un agricultor enfadado de 78 años, no pega ojo con tanto caracol encima pero tampoco cambiará su voto convergente. Era de esperar, tanto con CiU como con el PSC al frente de la Generalitat, nada ha mejorado en el delta. Las especies invasoras no han dejado de aumentar, son ya una veintena. Puestos a escoger políticos ineficaces, mejor seguir con los de toda la vida.
Muy buen post, da que pensar...
Publicado por: mujeres | 23/07/2011 10:53:55
cruzar el Estrecho con pasaporte 45 euros, sin él (en patera) 1.500 con riesgo a perder la vida, huir de la miseria en europa (un derecho fundamental) huir de la miseria en Africa ( un riesgo para la vida), vivir entre blancos que te incluyen en un video juego ( un riesgo para la vida)
Publicado por: montse | 19/11/2010 10:38:57
Señor Balsells, alguien tenía que decir todo lo que dice. Ya sé que no tiene suficientes días para hacerlo y que no es Jordi Pujol, pero a todos nos gustaría que se pasara por nuestros municipios. Después de ser apadrinado por Esperanza Aguirre, no le queda otra que ir a ver a Carmen de Mairena. Y por favor, no se olvide de ir a Malgrat de Mar.
Publicado por: Lluís | 18/11/2010 23:52:20