China Red

Sobre el blog

La tecnología es clave para que continúe el desarrollo chino. Este espacio propone un seguimiento de la transformación productiva y social del gigante asiático.

Sobre el autor

Luis S. Galán, diez años enfocado al desarrollo social y empresarial aprovechando nuevas tecnologías. CEO de 2 Open.

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junio 2014

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Habiendo seguido las lógicas del gobierno chino en relación con Internet últimamente, la noticia de que suspende de forma experimental la censura a Internet en la zona de libre comercio de Shanghái suena de lo más inverosímil. Lógicamente, no puede desacartarse que sea cierto, pero resultaría sorprendente. Si se quiere competir con Hong Kong, como también se dice de este nuevo motor de desarrollo para Shanghái, no existe tal censura ( aunque censura, la hay en cierto grado en todos los países, incluido España).


Por otra parte, no cabe duda de que el Great Firewall chino sobre su Internet daña de forma severa su productividad. Convirtiendo la red en un inmenso jardín vallado, se impiden intercambios fluidos con el resto del mundo y se aísla de manera ligeramente autárquica su Red. Por ejemplo, siempre será más difícil a sus tiendas de comercio electrónico competir a nivel mundial. No pocas empresas ayudan a sus marcas a estar en facebook o twitter a marcas locales. La propia CCTV (la rtve china) lo hace.


Ha llovido ya mucho desde que el gobierno chino expulsó de su mercado a los jugadores extranjeros grandes que no se atuvieron a sus normas. En cuanto a los pequeños, a veces de manera más o menos arbitraria, se excluía a uno u otro site de su Internet. A veces, sencillmente, porque en el mismo servicio de hosting había caido otra página web por contenidos "inapropiados". Han llovido casos importantes en estos años, como el de Kim Dotcom o los de Snowden, la Primavera Árabe y wikileaks. Casos que aunque son diferentes, de uno u otro modo, tienen que ver con la soberanía de los Estados y su alta vulnerabilidad ante el uso y abuso de las Redes. También, con la soberanía de los ciudanos y uso y abuso de la Red por parte del Estado.


Han sucedido cosas en la Internet China a nivel social, como persecuciones a fugitivos vía microblogs, la reciente narración vía Weibo del juicio contra Bo Xilai (al parecer, bastante parcial), o los casos de accidentes de tren con amplio eco en las redes sociales. Y multitud de anécdotas y casos de opulentos relojes en brazos de líderes así como bastantes infidelidades de jueces y cargos políticos. Una Red que, si no es completamente abierta, como mínimo cabe decir que tiene cierta pluralidad. También, la incursión de Xiaomi e el mundo de los dispositivos.


El debate  sobre la censura aparentemente no ocupa, al menos en el sesgadísimo entorno del que teclea, un lugar destacado en las preocupaciones de una población que sigue en una inmensa mayoría en necesidades más básicas de su pirámide. El que China necesita mayor integración en las Redes para competir en su siguiente etapa de desarrollo seguramente es objetivamente cierto. Veremos si realmente se confirma esta noticia y la zona de libre comercio de Shanghai, sobre la que se están generando grandes expectativas, supone un paso tan firme en esa dirección.

El País

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