Audi acaba de presentar el proyecto e-gas, una propuesta que interconecta los molinos de viento con el coche y la vivienda y permite obtener un combustible limpio, generado a partir de energías renovables. La idea es aprovechar la electricidad producida por los molinos para obtener hidrógeno y, con él, metano. Este gas, que es el componente mayoritario del gas natural, podrá utilizarse para el depósito del vehículo y también para la calefacción de la casa, con emisiones muy inferiores a las de la gasolina y el gasóleo.
Este sistema de conexión servirá, además, para almacenar electricidad, aunque en forma de gas, que se verterá a la red de suministro y estará disponible cuando se necesite. No es tan limpio como la propia electricidad, porque genera emisiones al utilizarlo, pero permite recoger los excedentes de energía que se generan en los momentos de fuertes corrientes de viento. En Alemania, la capacidad de almacenamiento de la red eléctrica es de solo 0,04 TWh (tera vatios hora), pero la del gas tiene una capacidad potencial de hasta 217 TWh.