El país escandinavo se ha convertido en el epicentro mundial de la movilidad ecológica: ostenta la mayor proporción de coches eléctricos por habitante del planeta, y es también el único mercado donde la demanda de modelos a pilas supera a la de los térmicos. Tres expertos analizan las claves del fenómeno, que se sustenta en una amplia variedad de factores en perfecto equilibrio: desde beneficios fiscales y de circulación, hasta una producción eléctrica limpia y abundante, procedente de fuentes renovables, y altas dosis de renta per cápita y conciencia social.