Un veinteañero con cotización velazqueña

Por: | 13 de febrero de 2012

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 Jacob Kassay. Untitled (2011). Foto: Fabrice Gousset/Cortesía: Art: concept (París).

Para mucha gente, el arte contemporáneo, parafraseando a Winston Churchill, es un acertijo envuelto en un misterio dentro de un enigma. ¿Por qué un pintor de menos de 30 años, poco conocido para la mayoría, que se llama Jacob Kassay tiene una obra proporcionalmente más cara que le de, por ejemplo, el taller de Velázquez?

¿Por qué un óleo de un artista que forma parte del canon de la historia universal del arte como Giambattista Tiepolo acaba de alcanzar su precio máximo en subasta en casi seis millones de dólares y Damien Hirst, cuyas obras se cuentan por miles (como sus célebres pinturas de puntos), y que todavía no ha pasado el filtro del tiempo, vende un cráneo humano recubierto de 8.601 diamantes por 99 millones de dólares? Y, claro, ni que decir tiene que Damien Hirst no crea personalmente sus obras, para eso tiene a más de cien trabajadores distribuidos por diversos talleres de Inglaterra.

La respuesta tal vez sea porque el arte trata de la vida y el mercado del arte, de dinero. Damien Hirst dixit. Sin embargo, entre tanto ruido, el arte contemporáneo, y en menor medida el antiguo, ofrece excelentes oportunidades para combinar las posibilidades de inversión con lo que podríamos llamar el dividendo del disfrute. Es un negocio, como dicen los anglosajones, win-win.

Récord de ventas para 12.400 artistas
El mercado del arte evidencia una fortaleza que ya la quisieran para sí otros sectores. El año pasado las casas de subasta hicieron la mayor caja de su historia: 11.500 millones de dólares (8.670 millones de euros), según la consultora Artprice. ¿Dónde está la crisis? A ciertos niveles y para determinados artistas no se ve por ningún lado. Más de 12.400 creadores lograron en 2011 su récord de precios en subasta. Esto evidencia la voracidad del mercado y la llegada continua de firmas. Eso sí, muchas veces al mismo tiempo que llegan desaparecen. Lo cual es una muestra de la volatilidad de este mundo, aunque si se sabe manejar también es una oportunidad.

La gestora Castlestone cuenta que si a una cartera le incorporas (manteniendo el mismo nivel de riesgo) un 20% de activos de arte los beneficios suben el 10%. Es más, aseguran que el arte bien gestionado tiene un comportamiento similar al oro, y ya sabemos los niveles de revalorización que disfruta este metal precioso desde hace casi tres años.

Pero volvamos a Velázquez y a Jacob Kassay. Del primero nada hay que explicar. Del segundo, mucho. Americano, de 28 años, su trabajo se basa en óleos pintados con sedimentos de plata que confieren a la pintura un aspecto de espejo opaco. Obras, según la crítica, muy atractivas y conceptualmente interesantes. Sigamos. Su galería principal es la neoyorkina Eleven Rivington, cada vez más pujante en el circuito de galerías emergentes. Pues bien, sus óleos (tienen un tamaño medio de 122 x 94 cm) que hace a penas dos años se podrían comprar por unos 8.000 dólares (6.000 euros) en Eleven Rivington han llegado a alcanzar en subasta en diciembre de 2011 los 240.000 dólares (181.000 euros). Hablamos de una rentabilidad en ese lapso de tiempo tan corto del 3.000%. ¿Se les ocurre algún activo clásico que de tanto? Su apreciación es tan elevada en el mercado que siete de sus telas –acorde con Artprice– están entre los diez lotes más caros vendidos en subasta en 2011 por un artista de menos de 30 años.

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Taller de Diego Velázquez, Retrato de Don Diego de Acedo, El Primo. Foto: cortesía Christie's.

Y el genio de Velázquez, ¿qué pinta en todo esto? Pues en términos de mercado menos de lo que se podría esperar. El 25 de enero un óleo (Retrato de Don Diego de Acedo, El Primo; de 105,7 x 85,1 cm) del maestro español se subastó en la sala Christie’s de Nueva York por 578.500 dólares (436.000 euros), por debajo del mínimo estimado (600.000 dólares). Aunque no sea una obra de primer nivel dentro de su producción, y se atribuya a su taller, ¿qué tiene más lógica: pagar 600.000 dólares por un Velázquez menor o 240.000 por un buen Kassay? Cada uno tiene que encontrar su propia respuesta. Dependerá de los objetivos y de los fines de la colección y del coleccionista. Se podrá argumentar, claro, que al proceder del taller le quita bastante valoración, desde luego es así, pero hay más ejemplos que nos dejan dudas.

En diciembre de 2011 se vendió en la casa de subastas londinense Bonhams una pintura recientemente descubierta de Velázquez (Retrato de un caballero, de 47 x 39 centímetros) por 3,46 millones de euros. El comprador, Otto Naumanann, de la galería Alfred Bader Fine Arts (Milwaukee, Estados Unidos), declaró que estaba sorprendido de haber podido comprar la tela a “un precio tan barato”. 

El mercado tiene estas, por decirlo así, asimetrías. Artistas contemporáneos como Basquiat, Jeff Koons, Damien Hirst, Gerhard Richter, David Hockney, Peter Doig, Richard Prince o John Currin tienen una mayor cotización que muchos maestros antiguos. ¿Cuál es la lógica? La del mercado, la demanda, la especulación y la volatilidad. Justo los cuatro ingredientes que dibujan en nuestros días los beneficios de cualquier activo.

Hay 6 Comentarios

Llegué a su blog de casualidad... volveré. He leído sus últimos posts y con algunos coincido, con otros no, en fin, otro día los comentaré...

No obstante le dejo un comentario más bien "técnico" acerca del cuadro vendido en Christiie's como de escuela velazqueña. No tengo referencias suficientes para juzgar si es de mano de Velázquez o no. Es muy probable que se trate de una copia, a lo mejor de su yerno Juan Bautista Martínez del Mazo... Pero lo que me ha resultado chocante es que el retratado lo identifique con el enano Don Diego de Acedo, "El Primo"...

Pues no: se trata del retrato de Don Sebastián de Morra, enano al servicio del Príncipe de Asturias Baltasar Carlos, hijo-heredero de Felipe IV que murió joven sin suceder a su padre... ¿Cómo ha sido posible tal error? Para aclarar la atribución del personaje retratado he ido a la pàgina de Christie's en donde se reseñaba la subasta y proporcionaba información acerca del cuadro y del personaje. Chisthie's ha sido la fuente del error. ¡¡¡Increible!!!

¿Cómo es posible que hayan confundido a Sebastián de Morra con Diego de Acedo? Sólo se me ocurre tal torpeza por el bajo nivel de sus empleados y la notable falta de especialistas con rigor científico que adolecen las grandes firmas de subastas como Christhie's en los últimos años... ¿Será por escasez de recursos? ¿Acaso no pueden pagar a un buen especialista con las de llones de dólares que manejan cada año?

Lo cierto es que Christie's, y en menor medida Sotheby's, tienen unos equipos de "expertos" y analistas realmente mediocres, muchos jovencitos y jovencitas de buena familia pero escasamente preparados y sin méritos profesionales que destacar. Las oficinas de New York están plagadas de estas niñatas y niñatos guapos y sofisticados que no saben ni buscar (no digo investigar) en una bibliografía básica... ¡Qué lejos quedaron aquellos tiempos que trabajar en Christie's era una meta para investigadores y grandes especialistas ajenos a los museos y dotados de una mayor curiosidad profesional! Todavía me parece mentira o una broma de mal gusto la atribución del retratado... ¡Pero es que no han visto siquiera la guía del Prado o cualquier monografía básica sobre Velázquez!

El retratado es Don Sebastián de Morra. A él, como a otros bufones y personal de compañía de los príncipes y reyes, se les llamaba "primos" por su trato familiar con sus poderosos "amos"... Según he visto en la ficha técnica de Christie's la primera referencia de este cuadro aparece en la testamentaría del séptimo Marqués del Carpio en 1690, no. 252, descrito como "Un retrato del Primo sentado en el suelo con una Valona caida vestido de negro con una gaberdina colorada guarnecida de pasamanos de oro de Velázquez"... Ninguna referencia original pues a Don Diego de Acedo... ¿cómo pudo suceder tal confusión? Lo único que se me ocurre es que algún/a espabilado/a de Christie's haya buscado en Google "El Primo" para saber qué es eso o qué significa "Primo" y le haya salido el título de otro cuadro famoso de Velázquez (también retrato de un enano) que sí se llamaba Don Diego de Acedo y también era conocido como "El Primo"... Vaya metedura de pata de Christie's...

En resumen: los enanos y bufones retratados por Velázquez podían ser conocidos con el calificativo familiar de "primos"... pero no todos los "primos" eran Don Diego de Acedo... En este caso "El Primo" era Don Sebastián de Morra...

Como antes he señalado, es probable que esta copia fuera pintada por Juan Bautista Martínez del Mazo, yerno de Velázquez. El pintor trabajó como una especie de pintor de Cámara del Príncipe de Asturias Baltasar Carlos. Don Sebastián de Morra, el enano retratado estaba al servicio personal del Príncipe... No sería extraño pues que para la decoración del nuevo palacio del Príncipe Martínez del Mazo realizara una copia de la pintura de su suego, dada la estrecha relación de camaradería que mantenía Don Baltasar Carlos con su "primo" enano... Es sólo una hipótesis de sentido común, por supuesto...

Gracias por su atención...
Volveré...

Pau Llanes

Una obra de arte vale lo que alguien esté dispuesto a pagar por ella ¿motivos? variados, en casos como el de Damian Hirst, especulación pura y dura, el mismo y acompañado de socios compra sus obras por precios infladísimos, haciendo subir el precio del resto de sus obras con el resultado de que los incautos compran sus obras y si no las venden rápido posiblemente no las puedan vender, exactito a la burbuja inmobiliaria. Aquí no hay arte, solo mercado.
Entre obras maestras, tiene sentido que se pague por un Bruegel siete millones, puede, porque es una obra increible y solo hay cuarenta en el mundo. Tiene sentido que se pague por un Picasso ochenta millones, pues no se, es una obra increible, pero Picasso pinto miles de obras. ¿como valorarlo?

Buen post. Tan valiente como arriesgado. Es interesante, por qué no, poner precio a obras de arte, no esta prohibido. Estoy seguro que como buen entendedor sabrás mantener el equilibrio y distinguir valor y precio. Como también estoy seguro que este blog será muy útil como lugar divulgativo, que falta hacía, y como estímulo para estar conectado con el arte (que sobre todo es cultura) con la información de un mercado, creo, un tanto resguardado de la luz. En todo caso, este nuevo blog es una magnífica aportación a la transparencia y a la información. Me alegro por la iniciativa. Te seguiré.

Thank you so much for posting :)

Nadie te obliga a vincular el arte con su valoración de mercado. Puedes no hacerlo y seguir disfrutando o hacerlo y seguir disfrutando (porque es independiente). No caigamos en el error de, parafraseando al clásico, confundir valor con precio. Aquí se habla de precio y eso queda bastante claro en la información de arriba sobre la temática del blog.

Lo siento pero pataleo. Amo el arte y disfruto de él (como observadora) y disiento con la mayor. No quiero vincular las palabras arte con mercado; ni con personas; ni con la troika y Grecia. Porque me agarro a las palabras de Celaya, a aquella "poesía para el pobre, poesía necesaria como el pan de cada día". Quizás esté fuera de tono, pero hoy me cuesta ver el arte como esas millonadas. Me aleja de él.

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Con arte y sonante

Sobre el blog

En un mundo de liquidez casi ilimitada, en el que los bancos centrales dan al botón de imprimir billetes a la misma velocidad que Billy el Niño desenfundaba su revolver, los ahorradores (que hoy en día somos todos) han redescubierto el valor de los activos tangibles y limitados.
O sea, que empiezan y acaban. Metales preciosos, arte contemporáneo, antigüedades, vinos, coches de colección, diamantes. Bienes que a su escasez y potencial económico aportan su carácter material. Bienes con arte y sonantes.

Sobre el autor

Miguel Ángel García Vega

Periodista y modesto coleccionista de arte contemporáneo, Miguel Ángel García Vega lleva más de 15 años escribiendo en EL PAÍS. A veces de finanzas, a veces de sociedad, a veces de arte, pero siempre conectando la vida y los números. Este blog quiere ser una piedra de Rosetta con el que entender el universo de los bienes tangibles, que en ocasiones parece, como el mundo, ancho y ajeno.

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