La cotizada pornografía de Thomas Ruff

Por: | 25 de marzo de 2012

THOMAS RUFF 2011 nudes dr02

(Thomas Ruff, nudes dr02, 2011. C-Print. Único. 266 x 186 cm. © 2012 Thomas Ruff, cortesía Gagosian Gallery).

Thomas Ruff (Alemania, 1958) produjo en 2003 las primeras imágenes de la serie nudes (desnudos), que con el tiempo se han convertido en unas de las mejor valoradas de toda su producción. Para crearlas, el fotógrafo utiliza fotografías procedentes de páginas web de pornografía que amplía –mediante un proceso digital– hasta que se vuelven casi irreconocibles. Al final de todo este camino muestran un aspecto richteriano, como si estuviéramos viendo un paisaje a través de la ventanilla de un tren que se desplaza a gran velocidad.

Desde finales de los años ochenta, cuando dio a conocer su serie de retratos de gran tamaño –algo más de dos metros–, Thomas Ruff goza de una enorme aceptación institucional –es una presencia fija en las colecciones de los grandes templos del arte contemporáneo de nuestros días– y también en el mercado, donde algunas de sus copias han superado los 120.000 dólares. De hecho, la casa de subastas Philips de Pury apunta –consultando su página web– que el mejor remate de una fotografía de la serie de desnudos en su sala fue de 169.000 dólares, y se fijó por la obra nudes br16, 2004. Hablamos del 16 de mayo de 2008.

THOMAS RUFF 2011 nudes sd17

(Thomas Ruff, nudes sd17, 2011. Único. C-Print. 266 x 186 cm. © 2012 Thomas Ruff, cortesía Galería Gagosian).

Ahora acaba de fichar por la galería más poderosa (entiendan esta palabra en todo su sentido) del mundo: Gagosian. Y para su estreno muestra una versión revisitada de sus famosas fotografías pornográficas. La palabra revisitada viene a cuento porque estas imágenes que exhibe en la sala londinense de Gagosian, y que ven junto a este texto, se han pensado para que tengan un efecto casi tridimensional.Tanto es así que el artista ya utiliza imágenes en tres dimensiones para algunas piezas de su serie ma.r.s, en la que trabaja sobre fotografías de la superficie de Marte procedentes del archivo de la NASA.

Formado con el célebre matrimonio Becher en la Escuela de Arte de Düsseldorf, la cotización económica de sus desnudos ha vivido la superinflación que ha sufrido el arte contemporáneo en los últimos tiempos. En 2003, una fotografía de un tamaño medio (120 x 110 cm) producida en una edición de cinco ejemplares más dos pruebas de artista podría comprarse por unos 6.000 euros. Hoy en día ese desnudo costaría entre 35.000 y 40.000 euros. 

THOMAS RUFF 2011 nudes ro04

(Thomas Ruff, nudes ro04, 2011. Único. C-Print. 236 x 186 cm. © 2012 Thomas Ruff, cortesía galería Gagosian).

Desnudos a 400.000 euros
Pero, sin duda, la entrada en Gagosian tendrá un efecto multiplicador en los precios. La galería ha declinado confirmar a este blog el valor de estos nuevos desnudos que presenta, pero teniendo en cuenta su tamaño –superan los dos metros y medio– y que son piezas únicas se puede estimar que rondarán, por lo menos, los 400.000 euros. Con estas astronómicas cifras, Thomas Ruff entra en el Olimpo de los fotógrafos más caros del planeta. Al lado de Andreas Gursky, Cindy Sherman, Thomas Struth o Jeff Wall, entre otros. Mostrando como el arte contemporáneo y la realidad económica de los tiempos son a veces dos mundos muy ajenos.

 

Hay 3 Comentarios

No son de una facil lectura los desnudos de Ruff, pero formalmente y conceptualmente son una exquisita obra de arte, lastima que las introduzca en ese mounstruoso mercado sin sentido.

Todas las fotos mostradas estan medio borrosas o desenfocadas ,si este es el arte tan caro del fotógrafo en questión, no le veo la gracia

Las imagenes me parecen muy sugerentes pero no estan ami alcance, aunque lo que me evocan es una pasada rapida por las paginas de porno en la web. Y eso si me lo puedo permitir.

Carla
www.lasbolaschinas.com

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Con arte y sonante

Sobre el blog

En un mundo de liquidez casi ilimitada, en el que los bancos centrales dan al botón de imprimir billetes a la misma velocidad que Billy el Niño desenfundaba su revolver, los ahorradores (que hoy en día somos todos) han redescubierto el valor de los activos tangibles y limitados.
O sea, que empiezan y acaban. Metales preciosos, arte contemporáneo, antigüedades, vinos, coches de colección, diamantes. Bienes que a su escasez y potencial económico aportan su carácter material. Bienes con arte y sonantes.

Sobre el autor

Miguel Ángel García Vega

Periodista y modesto coleccionista de arte contemporáneo, Miguel Ángel García Vega lleva más de 15 años escribiendo en EL PAÍS. A veces de finanzas, a veces de sociedad, a veces de arte, pero siempre conectando la vida y los números. Este blog quiere ser una piedra de Rosetta con el que entender el universo de los bienes tangibles, que en ocasiones parece, como el mundo, ancho y ajeno.

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