Con arte y sonante

Sobre el blog

En un mundo de liquidez casi ilimitada, en el que los bancos centrales dan al botón de imprimir billetes a la misma velocidad que Billy el Niño desenfundaba su revolver, los ahorradores (que hoy en día somos todos) han redescubierto el valor de los activos tangibles y limitados.
O sea, que empiezan y acaban. Metales preciosos, arte contemporáneo, antigüedades, vinos, coches de colección, diamantes. Bienes que a su escasez y potencial económico aportan su carácter material. Bienes con arte y sonantes.

Sobre el autor

Miguel Ángel García Vega

Periodista y modesto coleccionista de arte contemporáneo, Miguel Ángel García Vega lleva más de 15 años escribiendo en EL PAÍS. A veces de finanzas, a veces de sociedad, a veces de arte, pero siempre conectando la vida y los números. Este blog quiere ser una piedra de Rosetta con el que entender el universo de los bienes tangibles, que en ocasiones parece, como el mundo, ancho y ajeno.

Miquel Barceló: "Ahora los ineptos se notan más"

Por: | 25 de enero de 2013

Miquel Barceló 1 © Cuauhtli Gutierrez

Llega Miquel Barceló (Felanitx, Mallorca, 1956) algo tarde a su cita con los periodistas. Llega con esa aureola (muy a su pesar) de estrella de rock. Los fotógrafos ironizan: “Aquí, aguardando para el photocall”. Llega Barceló tras diez años de espera ("¿por qué tanto tiempo?", es la pregunta que le recibe) a su primera exposición individual en una galería (Elvira González) en España. La última muestra fue en Soledad Lorenzo (su galerista de toda la vida) y centrada en obra gráfica (editada por la desaparecida Línea). Desde entonces, el tiempo solo ha acentuado más la distancia entre su marchante madrileña y su representante urbi et orbi, el suizo Bruno Bischofberger. Aquí, dicen algunos, está buena parte de la explicación de esa década perdida. ¿Será así?

Pero este es el pasado. El presente es un Barceló que ha hecho muchos cambios. Estrena galerías en Francia, Hong Kong, Nueva York y Madrid. Y llega para exponer en un país que en poco se parece al de hace una década. Imposible serlo con seis millones de parados y los recortes en cultura. El propio artista es consciente de este cambio. “Antes, en los tiempos de la movida, la gente venía a Madrid a divertirse, ahora va a Hong Kong porque allí el arte paga menos impuestos”. Llega esta respuesta a las preguntas sobre su relación con el mercado del arte, y con ese 21% con el que desde hace nada se gravan las obras.

Barceló E-030

El mecanismo de los precios

A todo artista (a excepción de Damien Hirst) le incomoda mucho cualquier referencia al mercado. “Conozco cómo funcionan los precios, y no obedecen nada más que a su propio mecanismo”, afirma Miquel Barceló. Y se alegra de tener un mercado “amplio y muy repartido, con unos coleccionistas fieles”. 

Quien conozca a Barceló sabe de su franqueza. Solo esquiva las preguntas políticas (la secesión de Cataluña). “No se pueden contestar en tres minutos”, comenta sincero. Las demás, las encara mirando a los ojos. “Arco será una debacle, ya casi lo era. Con esto [el aumento del IVA] va a ser la puntilla”. Y avanza: “No me gustan las ferias, es un lugar donde no me siento cómodo. No es un buen sitio para ver arte”. Tiene toda la razón. Es un espacio para venderlo. Y, sin duda, uno de los peores para un pintor.


Barceló E-026
“Pintar es un oficio de dinosaurios”
La vida de Barceló en España ha sido compleja y algo bipolar. Tiene un enorme éxito público, pero le ha faltado, según los círculos del arte, esa presencia en los grandes espacios internacionales. Tampoco, esto hay que decirlo, ha tenido demasiada suerte con sus últimos comisarios (Venecia o Fundación la Caixa). Por eso, las preguntas relativas al Museo Reina Sofía son tan habituales, como las referencias a los precios de sus obras. Las dos injustas. Las dos ajenas a él. ¿Le gustaría exponer en el Reina Sofía? “Yo no hago la programación”, afirma. Lo que él hace es pintar. “Un oficio de dinosaurios”, asegura. Ya lo ha contado otras veces: “Un trabajo sucio que alguien tiene que hacer”.

Barceló E-033 Algunos podrían pensar que igual que el periodismo. Así que las preguntas se suceden en la rueda de prensa. Decenas de temas distintos. Desde Malí (un país en el que, con la guerra, un extranjero vale 10.000 euros) a sus viajes por el Himalaya (“vuelvo este verano”). Y todo haciendo parada en los tiempos que vivimos (“ahora se notan más los ineptos”).

Bueno, ¿y la exposición? Esos son los predios de la sección de cultura (aquí al lado). Si quieren un titular personal: “Sólidas cerámicas, livianos lienzos”.

Barceló E-041v1


La fiebre del oro remitirá este año

Por: | 17 de enero de 2013

Oro Nueva

Es raro –bastante– pero la mayoría de los expertos se han puesto de acuerdo por una vez en la vida en su análisis sobre el mercado. El oro brillará menos este año. Y eso que lleva 12 ejercicios consecutivos cerrando al alza. Quizá por esta razón, precisamente, se noten esos inusuales síntomas de cansancio. “Hay un riesgo elevado en los actuales precios del metal”, reconoce José Luis Martínez, estratega de Citigroup. Aun así, estima que a final de año se podría ver la onza en 1.900 dólares (ahora se encuentra en 1.683 dólares).

Sin embargo, nadie está avanzando escaladas tan espectaculares como las que hemos visto en 2011 y 2012. ¿Por qué? Hay muchas argumentaciones. Una previsible subida de los tipos de interés, una apreciación del dólar contra el euro a medio plazo y la debilidad temporal de los mercados bursátiles son tres excusas muy escuchadas.

Brusca caída, 1.200 dólares

Este paisaje de debilidad encaja con Emilio Álvarez, gestor del fondo de metales preciosos Vortex Capital. Su previsión es que veremos el oro por debajo de 1.500 dólares por onza en 2013, e incluso podría alargar su descenso hasta 1.200 dólares. Aun así, continúa siendo un optimista compulsivo (tal vez demasiado) y cree que en los próximos cinco años la onza se moverá entre 7.000 y 8.000 dólares.  “Este aumento”, detalla Álvarez, “se debe a un entorno hiperinflacionista y a las dudas sobre la solvencia de las cuentas estadounidenses”.

El oro se muestra algo pálido y cansado


Nueva imagen

Unas cifras más sosegadas son las que aportan los analistas de Goldman Sachs. Para este ejercicio calculan un precio medio de 1.810 dólares por onza, mientras que 2014 cerraría en 1.750 dólares. En unos números bastante similares se mueve Daniel Brebner, experto de Deutsche Bank, quien goza de una sólida reputación en el mundo de los metales preciosos. “Durante el primer trimestre del año pensamos que el oro estará en 1.725 dólares por onza”, prevé. Esta debilidad se justifica porque de “fondo aún está presente el debate en Estados Unidos sobre el techo de la deuda”, al tiempo que el mercado sigue “sopesando nuevos riesgos económicos”. ¿Consecuencia? El precio del metal dorado parece “moribundo”, cierra Daniel Brebner.

Vicente Todolí: "El mercado del arte no me interesa nada"

Por: | 13 de enero de 2013


Vicente todolí Acude a la entrevista con una botella oscura en la mano. En la etiqueta se lee: “Tot Oli”. Después nos enteraremos de que contiene picual, arbequina, manzanilla y blanqueta. Variedades con las que Vicente Todolí (Palmera, Valencia, 1958) da sustancia a su proyecto gastronómico. Un aceite pequeño (1.500 botellas), mimado (400 olivos) y de corte artesanal (primera prensada en frío), que es la nueva obra de quien está considerado el español más influyente en el mundo del arte contemporáneo internacional.

La cita tiene lugar en la casa de una galerista madrileña. En el salón, detrás del sofá, hay dos estupendos “chinos” de Juan Muñoz. Sonríen todo el tiempo. Todolí se sienta junto a ellos. En la mano, un borgoña de 2008 (el vino es otra pasión). En el reloj, 20 minutos. Es el tiempo estipulado para el periodista. En el bloc, infinidad de preguntas para el antiguo director de la Tate Moderm de Londres o del Museo Serralves de Arte Contemporáneo de Oporto. Pero para empezar una cuestión muy incómoda. La exposición programada de Mónica Ridruejo (ex directora de TVE, que carece de un currículo artístico de mérito, y que es esposa del ex diputado nacional del PP Santiago Cervera, implicado en un supuesto caso de soborno al presidente de Caja Navarra) en el IVAM, un centro al que él contribuyó a dar una presencia mundial ahora perdida.

Pregunta. ¿Lo que está sucediendo con la programación del IVAM es una muestra del desmantelamiento cultural que sufrimos? (Risas. Se lanza hacia atrás en el sofá y se vuelve a levantar. “¡Uff!”, resopla. Retorna con un gesto serio).
Respuesta. Nunca hablo del IVAM, porque parece que hablo por rencor. Siempre que me han preguntado por él digo: “Sin palabras”, “sin comentarios”… Hay momentos en que uno cree que algo en la vida ha tocado fondo, pero no; siempre puede caer más abajo. Y lo de Mónica Ridruejo si no lo hubiera visto escrito no me lo habría creído. Con eso ya está todo dicho.

P. Es una de esas frases que le acompañan. “Si no eres radical, te comen por los pies”. ¿A qué se refiere?
R. Ir a las raíces de todo. Simplemente tomar distancia e ir a las raíces. Esto te da una base lógica. Aplicando el sentido común es donde llegas a las conclusiones. Y ahí es donde existen líneas que no puedes cruzar. Porque si lo haces, ya no puedes volver atrás. A eso me refería. Claro que hay unas zonas de sombra, pero tienes que tener los límites muy presente.

P. Los disparatados precios que se pagan por infinidad de obras estos días, ¿cómo los interpreta? ¿Son la evidencia de una fractura social? ¿De un lado una élite de ultramillonarios cada vez más numerosa frente a la desaparición de la clase media?
R. En estos años de crisis se han metido en el mercado grandes fortunas hechas por gente de fondos de inversión, hedge funds, banqueros, países emergentes… con obras por encima del medio millón de dólares, que consideran un valor seguro porque son caras. Y es cierto que coleccionistas apasionados de toda la vida, que compraban sin llegar a esos precios, cada vez tienen menos posibilidades. Esto es algo que me cuentan los galeristas. O venden obra muy, muy cara o muy, muy barata. El mercado del arte ha entrado en crisis. Dicho esto, a mi el mercado no me interesa nada. Lo considero una consecuencia.

Vicente todolí 3 P. Como siga por ahí, me cierran el blog.
R. Verá. Todo lo que se compra y vende está sujeto a las leyes de la oferta y la demanda. Y el arte es inmaterial. Ponerle precio es algo simplemente especulativo. Para mí esos precios no se justifican, pero una cosa es el arte y otra el mercado. Yo me ocupo del arte desde un punto de vista no comercial. Nunca he trabajado en ninguna institución con fines comerciales. Siempre me he negado. La entrada del mundo de las subastas ha creado una especie de escenografía del mercado donde se aplauden los récords. No entiendo que se aplauda una obra por ser muy cara. Solo es un espacio para el exhibicionismo de estos nuevos ricos.

P. ¿Y qué espacio en este “nuevo mundo” le quedan a los artistas españoles? Hoy en día el panorama está dominado por los creadores que representan economías potentes (brasileños, turcos, rusos, chinos…). Su éxito responde al éxito de su PIB.
R. Para mí eso es marketing puro y duro. No se sostiene. No tiene ninguna relación con la realidad. De hecho, hoy mismo [la entrevista se hizo el viernes pasado] estaba leyendo en EL PAÍS un artículo, bastante indignante, sobre el arte chino, en el que se entrevista a François Curiel [presidente de Christie’s para Asia]. Es obsceno. Eso no es arte, es puro business. Está hablando solo de lo que se compra y vende. Son rankings económicos. Si eso es arte, yo me retiro. Como China tiene mucho poder económico entonces sus artistas son buenos. Esto no ha sido así nunca. Es absurdo. Si me pregunta por los que me interesan, se pueden contar con los dedos de una mano; o menos.

P. Entonces, ¿podemos ser un país periférico económicamente y generar grandes artistas?
R. Claro. Nunca ha habido una relación entre una cosa y la otra. Ni en las artes ni en la literatura. La labor del artista es individual. Son visiones al margen, o incluso en contra, de la concepción del mundo en ese momento generalmente aceptada. No hay relación en absoluto. Esto es tener una mirada completamente mecanicista de la cultura. Mecanicista y mercantilista.

P. Cierto. Pero también, me refiero a los españoles, necesitan una visibilidad comercial para poder vivir de su trabajo. Y para eso hacen falta coleccionistas, sobre todo frente a la debilidad de lo público, que les apoyen.
R. Sí. Pero uno hace arte porque le gusta, no porque se va a hacer rico. A mí del arte, lo he dicho muchas veces, me interesa el nombre, no el adjetivo. Cuando trabajo con un artista no le pido el pasaporte. Otros colectivos también tienen problemas, no solo los creadores. Que venda o que no venda un artista no es un asunto central, lo es su obra.

Vivente Todolí 2. JPG P. Pero lo privado, ante la debilidad de lo público, va ganando cada vez más presencia. Y ese mundo tiene una relación muy estrecha con el mercado.
R. Muchas veces se sorprendería, porque no la tiene. Por ejemplo, lo que exijo cuando asesoro a una fundación es que las obras que se compren después no se vendan. Lo que es cierto es que las fundaciones están ocupando estos espacios, y menos mal. Pero el problema es que se construyeron muchos museos muy alegremente. Sin pensar en su vida posterior, que es lo que importa.

P. ¿Considera que museos como el MUSAC, o similares, donde prevalece el contingente sobre el contenido, son un reflejo de la España del derroche?
R. Me refiero a que cuando una institución se pone en pie tiene que tener ya un plano de vida futura. Si la contribución pública baja, hay que tener un elemento que les vaya a permitir seguir en situaciones de dificultad, y tener una actividad digna.

Musac

P. En este sentido, frente a la crisis, Manuel Borja-Villel, director del Museo Reina Sofía, plantea trabajar en red con otras instituciones. O sea, compartir obra frente a la imposibilidad de comprarla. ¿Se puede construir un museo sin tener piezas propias?
R. Eso lo hacen todos los museos del mundo: Tate, Pompidou, Whitney... Adquieren obra, sobre todo vídeo, no tanto pintura, y se turnan para exhibirla. Son compras conjuntas. Pero la colección es lo que tú adquieres. De hecho, estoy en contra de los depósitos. ¿Por qué? Te ofrecen la obra, la tienes por unos años, y en ese periodo has pagado seguros, almacenamiento; la has incluido en las exposiciones de la colección, ha aumentado de valor y, al cabo de ese periodo de tiempo, el dueño la vende en subasta o en la galería. La institución se queda sin obra y el coleccionista, que la ha vendido, es quien se beneficia. Esto ha pasado muchas veces. La colección es lo que tú compras. El patrimonio es patrimonio. Si es prestado es prestado; y cuando se va, ¿qué haces?

P. Sin duda estamos en un momento de cambio. Por cierto, ¿y el proyecto de feria de arte contemporáneo en Barcelona que iba a dirigir?
R. Yo no proponía una feria, ni dirigirla. Solo hice un informe. Hay demasiadas ferias en España y también en el mundo. No hay espacio para más. Si ya Arco tiene dificultades… Además, la gente se lo toma como eventos culturales, y no lo son; son mercantiles. Es como si vas a un vivero de plantas y crees que estás yendo al jardín botánico.

La obra falsa emborrona a Dalí

Por: | 08 de enero de 2013


El gran Masturbador
Una espectadora delante del cuadro El gran Masturbador, que se exhibe estos días en el Pompidou de París.

Es la gran exposición del año. Dalí en el Museo Reina Sofía. A buen seguro llegará con récord de visitantes y colas. En total, a partir del 24 de abril, el visitante podrá ver 200 obras, muchas de ellas nunca antes mostradas en España, que se centran sobre todo en el periodo surrealista (con mucho, su etapa más interesante dentro de una carrera muy irregular) y en el célebre método paranoico-crítico. Antes, la muestra ya ha hecho parada en el parisino Pompidou. A nadie se le escapa que estas grandes exhibiciones sirven para aumentar el interés y la cotización del artista. Dalí, a pesar de ser un icono planetario, no ha tenido unos precios en subasta elevados (para lo que se mueve en este mundo, claro).

Dalí
En poco tiempo, los precios de Dalí se equipararán a los de los grandes maestros contemporáneos.

Los cinco remates más altos vividos por Christie’s nos dejan una imagen en la que vemos cómo los precios han ido de menos a más con el transcurso de los años. Pero incluso así son cotizaciones que se hallan por debajo de la de otros artistas a quienes también el tiempo ya ha situado en la Historia. Oscilan entre los 2.580.645 dólares (1.971.075 euros) del óleo (100 x 101 cm) de 1954 titulado Galatea y los 6.552.847 dólares (5.006.448 euros) de La miel es más dulce que la sangre (37 x 46 cm), fechado en 1926 y adquirido por la Fundación Gala-Salvador Dalí. El primero se remató en 2006 y el segundo (un boceto preparatorio para un lienzo, hoy perdido, del mismo título) en febrero de 2011. Aunque el récord se lo apunta Sotheby’s, con un particular retrato del poeta Paul Eluard (imagen inferior) pintado en 1929 y que se vendió en 2011 por 15.901.108 euros. Este remate sí está más cerca de los precios que iremos conociendo a partir de ahora.

Retrato de Paul Eluard Ediciones sin control
Con toda seguridad, las exposiciones previstas aumentarán la cotización y el interés por el creador catalán. Pero también intensificará un grave problema que lleva años sufriendo las esculturas y la obra gráfica daliniana: las falsificaciones. O las ediciones sin control; firmas que no encajan, obras que responden a maquetas o dibujos preparatorios de Dalí que no existen o que nadie es capaz de dar razón de ellos, tiradas con numeraciones desproporcionadas, ediciones que salen a la calle sin autorización, fundiciones que reproducen obra sin tener permiso, peleas legales por los derechos de reproducción… La obra gráfica y las esculturas del artista son un verdadero caos. Un dato. No hay un catálogo razonado de escultura. Lo más parecido es el volumen Dalí: The Hard and The Soft publicado en 2003 por Nicolas Descharnes y Robert Descharnes. Este último fue responsable de los negocios de Dalí entre 1985 y 2004. Pero es una publicación incompleta y, a día de hoy, desactualizada.

Si alguien quiere ver una pequeña muestra de este desorden solo hay que darse una vuelta por e-bay, donde se vende infinidad de obra gráfica y escultura cuya certificación es más que dudosa. Pero si tiene espacio, y algo, un poco, de dinero, puede tener una escultura de Dalí en su jardín. ¡Así, como suena! Yongheng Craft Manufacturer, una fundición situada en la ciudad de Baoding, cerca de Beijing, ofrece (explica la revista de Artnews) versiones de algunos de los bronces producidos por Beniamino Levi –uno de los mayores proveedores de las esculturas de Dalí– por un precio que oscila entre 1.200 y 4.000 dólares (914 y 3.048 euros), según el tamaño y el número de obra solicitada. Aseguran que 30 días después del pago, ya tiene la obra en su casa. Tendrá un Reloj blando, una Venus del espacio o un Matador Hallucinogens. Pero no esperen, claro, un certificado de autenticidad. La fundición no los emite. Solo reproduce las imágenes que le encargan. O sea...

Persistence_of_memory Los culpables
¿Quiénes son los responsables de este desconcierto? En primer lugar, el propio artista, y su musa, Gala. Quienes sobre todo en los últimos años de vida firmaron derechos de reproducción, e incluso la venta de la propia firma de Dalí, de una manera poco (dejémoslo ahí) exhaustiva. Estaban más preocupados por los ingresos a corto plazo que por dar verdadera forma a su legado. Y luego está eso que hoy en día se llama en el mundo del fútbol “el entorno” (también dejémoslo ahí) del creador.

El problema es tan serio que desde 2008 tanto Christie’s como Sotheby’s habían detenido en la práctica la venta de esculturas del artista. Pero esto ya está cambiando. La puerta se ha vuelto a abrir. A medida que las muestras en grandes museos empujen la cotización, la demanda aumentará. Por lo tanto, veremos a chinos, rusos, turcos, estadounidenses… pujando por esculturas y grabados. No lo duden. Y donde existe demanda aparece obra, aunque sea de dudosa legitimidad y procedencia. La Fundación Gala-Salvador Dalí –el principal defensor del legado del artista ampurdanés– debería de estar más atenta ante un submercado que merma el valor y la importancia del pintor.

 

Algunas esculturas dentro del catálogo Dalí: The Hard and The Soft. La fuente, hoy por hoy, más fiable para su autentificación.

Space_venus Dali Space Venus (izquierda). Escultura creada a partir del gouache de 1977 Space Venus. Edición 350 ejemplares + 35 pruebas de artistas. Bronce. 65 cm.


Space_Elephant
Space Elephant
(abajo). Escultura creada usando la maqueta Space Elephant (1980). Edición de 350 + 35 pruebas de artistas. Bronce. 94 cm.

 

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