'Balloon Dog (Orange)', que se vende por un mínino de 35 millones de dólares, puede convertirse en la obra de Jeff Koons más cara adjudicada en subasta. Foto: cortesía de Christie's.
“Es el icono definitivo del arte del siglo XX. Es el Santo Grial para fundaciones y coleccionistas”. De esta forma, sin medias tintas, Brett Gorvy, director del departamento de Arte de Postguerra y Contemporáneo de la sala de subastas Christie’s, anuncia la venta.
El próximo 12 de noviembre la casa de pujas lleva al mercado Balloon Dog (Orange), firmado por él tan admirado como aborrecido Jeff Koons (Pensilvania, Estados Unidos, 1955). Es uno de sus famosos perros fabricado en acero brillante, que adquiere esa sensación de ingravidez gracias a un sistema de pulido patentado por el propio Koons. El artista creó los cánidos en una serie de cinco ejemplares, cada uno de distinto color, a mediados de los años noventa. De tamaño monumental (307,3 x 363,2 x 114,3 centímetros), Balloon Dog es una escultura que según Jeff Koons nos habla de “la celebración, la infancia, el color y la simplicidad. Pero también es un caballo de Troya. Es un caballo de Troya contra todas las obras de arte”, asegura.
Tulipanes de récord
Desde luego es el caballo de Troya más caro de la historia. Entre 35 y 55 millones de dólares (de 26,5 a 41,6 millones de euros) tendrá que desembolsar quien desee hacerse con la escultura.
En un ambiente de liquidez a raudales para el arte contemporáneo, Christie’s espera que el anaranjado perro supere el récord del artista, que lo ostenta su pieza Tulips (imagen inferior), rematada en 2012 por 33,7 millones de dólares (25,4 millones de euros). La cual, por cierto, en un guiño del destino, se muestra estos días en un casino (el famoso Wynn) de Las Vegas (Estados Unidos).
'Tulips', en la imagen, ostenta el récord del artista al rematarse por 33,6 millones de dólares en 2012.
Sea como fuere, en Christie’s están convencidos de que el perro hará caja y no dudan en lucir pedigrí. Pues las otras cuatro versiones, cada una de un color, son propiedad de algunos de los coleccionistas más potentes del planeta. El cánido azul forma parte del patrimonio de la Broad Art Foundation, el amarillo es del financiero Steven Cohen, el rojo pertenece al empresario griego Dakis Joannous y la versión magenta, al emprendedor galo François Pinault. Mientras que la escultura naranja, que es la que se vende ahora, fue comprada en los años noventa por el coleccionista Peter Brant, famoso por atesorar obras de primer nivel de John Currin, Elizabeth Peyton, Cindy Sherman, Richard Prince y Christopher Wool. Ladran, luego cabalgamos, pensarán en Christie’s.
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ERES UN NEGRO
Publicado por: EL NEGRO | 24/02/2015 19:00:12