Con arte y sonante

Sobre el blog

En un mundo de liquidez casi ilimitada, en el que los bancos centrales dan al botón de imprimir billetes a la misma velocidad que Billy el Niño desenfundaba su revolver, los ahorradores (que hoy en día somos todos) han redescubierto el valor de los activos tangibles y limitados.
O sea, que empiezan y acaban. Metales preciosos, arte contemporáneo, antigüedades, vinos, coches de colección, diamantes. Bienes que a su escasez y potencial económico aportan su carácter material. Bienes con arte y sonantes.

Sobre el autor

Miguel Ángel García Vega

Periodista y modesto coleccionista de arte contemporáneo, Miguel Ángel García Vega lleva más de 15 años escribiendo en EL PAÍS. A veces de finanzas, a veces de sociedad, a veces de arte, pero siempre conectando la vida y los números. Este blog quiere ser una piedra de Rosetta con el que entender el universo de los bienes tangibles, que en ocasiones parece, como el mundo, ancho y ajeno.

Grandes empresas obligadas a vender sus colecciones

Por: | 03 de octubre de 2013

Canaletto - View of the Piazza San Marco
El banco HSBC subasta una de las joyas de su colección: 'Vista de la plaza de San Marcos'. Se trata de una excelente veduta de Canaletto, por la que se espera conseguir, junto con su pareja, 'Vista del Gran Canal y del Puente de Rialto',  más de 14 millones de euros.

2008 fue el año del comienzo del desastre. La quiebra del banco de inversión Lehman Brothers marcó el inicio del desmoronamiento de la economía mundial. Desde esa fecha, grandes corporaciones internacionales están vendiendo sus colecciones de arte. Es un movimiento muy discreto. Sin ruido. Una compañía que enajena sus bienes artísticos puede interpretarse como un reconocimiento tácito de una situación económica difícil, aunque no siempre sea así. Por eso el sigilo manda.

Pero ya sea con mayor o menor publicidad, lo cierto es que las ventas han sido constantes. La mítica Polaroid tuvo que vender en 2010 su colección y archivo de fotografías —que incluía trabajos de Robert Mapplethorpe y Andy Warhol— tras declararse en bancarrota. Por su parte, el banco germano Commerzbank decidió vender la escultura de Alberto Giacometti Homme qui marche I en 2010, solo dos años después de haberla adquirido. La sorpresa para sus directivos llegó cuando un comprador anónimo pagó 65 millones de libras (77,2 millones de euros) por ella. Récord mundial, en aquellos días, para una escultura vendida en subasta. En ningún momento pensaron que podrían recaudar tal cantidad. Siguiendo este movimiento, otro banco alemán, Norddeutsche Landesbank, se deshizo el año pasado de la obra Tulips de Jeff Koons y de paso se embolsó 33 millones de dólares (24,2 millones de euros). Había que aprovechar el buen momento que atraviesa la cotización del artista americano. Incluso Lehman Brothers, tras el colapso, vendió su colección de arte por unos tres millones de dólares.

 
Entre medias, las casas de subastas Christie’s y Sotheby’s hacen caja y se van repartiendo las comisiones de tan jugosas ventas. Se calcula que la división inglesa de Sotheby’s ha vendido en los últimos seis años 173 millones de libras (205,5 millones de euros) en obra procedente de las colecciones de grandes empresas.

Ahora le llega el turno al HSBC. El gigante bancario saca a subasta el próximo 4 de diciembre en Sotheby’s, concretamente en la puja de Maestros Antiguos, un par de vedute del pintor italiano Canaletto (1697-1768). Son dos extraordinarias vistas de la Plaza de San Marcos y del Gran Canal de Venecia. Ambas pinturas, de idéntico tamaño (46,5 x 77,1 cm), se venden como un lote conjunto y podrían recaudar 12 millones de libras (14,3 millones de euros), a lo que hay que sumar impuestos y comisiones.

Canaletto - View of the Grand Canal & Rialto Bridge
'Vista del Gran Canal y del Puente de Rialto' de Canaletto. Óleo sobre lienzo. Pintado entre 1738 y 1742. Imagen: Sotheby's.

Pintadas entre 1738 y 1742 —quizá en el momento más brillante de la carrera de Canaletto, cuando prescinde de los efectos de luz que habían marcado sus primeros cuadros y busca unas imágenes más frías y atemperadas— formaban parte a mediados del siglo XVIII de la colección del banquero John Furnell Tuffen. Después de pasar por varias manos privadas, en 1997 las adquiere el holding bancario Safra Republic, que dos años más tarde sería absorbido por HSBC. En diciembre ya regresan al mercado.

 

El magnicidio de Kennedy sale a subasta

Por: | 01 de octubre de 2013


Apertura K Corbis

La muerte es algo que siempre le sucede a los demás. Quizá por eso en la mitología estadounidense la vida y el magnicidio de John F. Kennedy todavía hoy están muy presentes. El próximo 22 de noviembre se cumplen 50 años de su asesinato en Dallas (Texas). Una tragedia que forma parte de la historia de un país que muchos creen que todavía anda en busca de autor. Sea como fuere, lo que resulta imposible negar es la fascinación que el personaje y todo ese mundo tejido a su alrededor –un espacio mítico que la prensa de la época bautizó como Camelot– aún genera.

De esa fuerza de atracción se quiere aprovechar la casa de subastas RR Auction, localizada en New Hampshire, que ofrece, a partir del 24 de octubre, 290 lotes relacionados con la vida y muerte de Kennedy. Es un viaje profuso por su tiempo y su biografía. Hay piezas tan personales como su rosario (que muestra el desgaste y el uso constante que hacía de él), el Lincoln Continental de 1963 con el que se desplazaron parte del trayecto los Kennedy en Dallas, la ventana situada en el 6º piso de la biblioteca desde donde disparó (no entraremos en teorías conspirativas) Lee Harvey Oswald, el anillo de bodas del magnicida, un revolver propiedad de Oswald, discursos del mandatario, documentos de la investigación Warren, fotos de los días felices de la familia Kennedy, cartas manuscritas de Jacqueline Kennedy, un revolver propiedad de Jack Ruby (el asesino de Oswald)…

En fin, toda una vida recogida en casi 300 objetos. Los precios de salida, a fin de cuentas es una subasta, oscilan entre los 100 dólares de una fotografía del matrimonio Kennedy a los 50.000 dólares del Lincoln de 1963. En Estados Unidos, la memoria siempre ha sido un buen negocio.

Rosario buena

Rosario de plata (muestra un uso constante) que perteneció a John F. Kennedy. Fue un regalo de David Powers, su mejor amigo y asistente. Precio de salida: 10.000 dólares.

Ring best

Anillo de oro de 18 quilates fabricado a mano que Jacqueline Kennedy regaló a su marido en 1963. Según la secretaria de John F. Kennedy en aquellos días, Evelyn Lincoln, lo creó Cartier de manera privada. Precio de salida: 10.000 dólares.

Lincon Continental

Lincoln Continental blanco de 1963 utilizado por Kennedy, Jacqueline y el gobernador de Texas, John Connally, para trasladarse el día del magnicidio desde el Hotel Texas a la base aérea de Carswell. Precio de salida: 50.000 dólares.

Window good

La tan controvertida ventana del 6º piso de la biblioteca de Texas en la que trabajaba Lee Harvey Oswald y desde donde disparó al presidente Kennedy. Seis semanas después del asesinato, la ventana fue retirada por el dueño del inmueble, Harold Byrd, y sustituida por otra. Hasta la muerte de este coronel, la ventana original “adornaba” el comedor de una de sus mansiones. Precio de salida: 25.000 dólares. 

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