Una oscura aseguradora quiere vender la colección del DIA

Por: | 30 de abril de 2014

DETROIT APERTURA 1

Le cuesta un mundo a la colección del Instituto de Artes de Detroit (DIA, por sus siglas en inglés) disfrutar de un poco de tranquilidad. El acuerdo para salvar sus obras maestras se daba, más o menos, por cerrado. No iban a ser vendidas para afrontar la bancarrota de la ciudad gracias a un doble movimiento. Por un lado, el museo se segregaba económicamente de Detroit (en una operación que los financieros denominan spin-off). Y como contraparte, Míchigan, junto a la propia entidad cultural y varias organizaciones no gubernamentales, se comprometía a aportar 816 millones de dólares (590 millones de euros) durante los próximos 20 años para garantizar su viabilidad. El juez Steven Rhodes, quien se encarga del colapso financiero, respaldó este acuerdo con el argumento de que las obras no podían enajenarse ya que la colección no pertenecía ni al Estado ni a la ciudad, sino a sus ciudadanos.

Detroit Apertura 3Dos visitantes contemplan una pintura del DIA (Detroit Institute of Arts). Foto: Andrew Burton/Getty.

Sin embargo, de súbito, ha irrumpido en escena una oscura aseguradora llamada Syncora. Con domicilio en Bermudas —un paraíso fiscal— está presionando al límite, junto a varios bancos europeos, y a otra aseguradora, Financial Guaranty Insurance Company, para que el DIA venda sus cuadros. Evidentemente, la razón de este interés es el dinero. Syncora se juega más de 250 millones de dólares en la bancarrota, en buena parte debido a que respaldó, asumiendo un enorme riesgo, 1.400 millones en pensiones de los trabajadores de Detroit.

DETROIT APERTURA Mural del artista mexicano Diego Rivera, una de las obras más emblemáticas del DIA.

A principios de la semana, Stephen Hackney, abogado de Syncora, sostenía en el tribunal que una tasación completa de la colección de arte del DIA “podría representar una recuperación sustancial para todos los acreedores” e hizo un llamamiento —como relata el periódico Detroit Free Press— para que la evaluación de los activos fuera transparente, “con el fin de que la gente pudiera entender las razones de la decisión [de no vender las obras]”.

Detrás de esas palabras, que suenan moderadas, habita una guerra. Los abogados de Syncora acaban de conseguir que el magistrado Steven Rhodes les de acceso a las comunicaciones que durante dos meses mantuvieron el DIA y la oficina del fiscal general Bill Schuette. En ella se muestra la estrategia que utilizó el centro de arte para evitar la bancarrota y la liquidación de sus obras.

Detroi Apetura 4'Céfiro bailando con Flora', escultura de Giovanni Maria Benzoni que se muestra en el Instituto de Artes de Detroit. Foto: Tom Pidgeon/'The New York Times'.

La posibilidad de acceder a estos datos ha sido un golpe bajo para el museo. Como si el enemigo se instalara en el sofá de casa, entrara en la nevera y dispusiera de ella a su antojo. Por eso ha estallado una guerra en el lenguaje. Los abogados de la ciudad acusan a Syconra de orquestar una “estrategia de tierra arrasada en la litigación”, en una alusión a ese planteamiento bélico que se basa en destruir todo aquello que pueda utilizar el enemigo en el campo de batalla; ya sea cuando un ejército avanza o se repliega. Los representantes legales de la aseguradora han plantado cara al ataque. Aseguran que es “enfermizo” que la ciudad sugiera que “están cometiendo crímenes de guerra”. Buscando la moderación en las palabras, el juez Rhodes ha pedido a ambas partes que destierren ese tipo de lenguaje de su sala.

Detroit Apertura 5 Una de las salas del DIA. Foto: Andre J. Jackson/'Detroit Free Press'.

Este incidente es muy revelador. Si bien es cierto que un grupo amplio de acreedores, entre los que figuran pensionistas, ya han llegado a un acuerdo con la ciudad, otros afectados siguen estando a kilómetros de distancia de lograr un entendimiento. Muchos esperan que Syncora sea el penúltimo obstáculo para conseguir salvar la colección. Sin embargo esta aseguradora, y su actitud, revela que los caravaggios y matisses del DIA aún tendrán que sudar tinta antes de poder garantizar totalmente que no saldrán a la venta.




Imagen de apertura: La escultura 'El pensador', de Rodin, da la bienvenida a los visitantes del Instituto de Artes de Detroit (DIA). Foto: Eric Seals/'Detroit Free Press'.

 

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Es una pena la situación financiera de Detroit, declarada una ciudad en bancarrota. Los museos y obras de arte de esta ciudad podrían conservarse a través de las aportaciones que pudieran hacer los hombres más ricos de los EEUU, como Bill Gates, Baffett, Rockefeller, etc. En el caso del mural de Diego Rivera podría ser adquirido por el millonario mexicano Carlos Slim para incrementar la colección en el Museo Sumaya de la ciudad de México de su propiedad.

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Sobre el blog

En un mundo de liquidez casi ilimitada, en el que los bancos centrales dan al botón de imprimir billetes a la misma velocidad que Billy el Niño desenfundaba su revolver, los ahorradores (que hoy en día somos todos) han redescubierto el valor de los activos tangibles y limitados.
O sea, que empiezan y acaban. Metales preciosos, arte contemporáneo, antigüedades, vinos, coches de colección, diamantes. Bienes que a su escasez y potencial económico aportan su carácter material. Bienes con arte y sonantes.

Sobre el autor

Miguel Ángel García Vega

Periodista y modesto coleccionista de arte contemporáneo, Miguel Ángel García Vega lleva más de 15 años escribiendo en EL PAÍS. A veces de finanzas, a veces de sociedad, a veces de arte, pero siempre conectando la vida y los números. Este blog quiere ser una piedra de Rosetta con el que entender el universo de los bienes tangibles, que en ocasiones parece, como el mundo, ancho y ajeno.

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