ArtRank y Carlos Rivera sacuden el mercado del arte

Por: | 02 de septiembre de 2014

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Carlos Rivera, 26 años, podría pasar por uno de los muchos jóvenes emprendedores que persiguen fama y fortuna en alguna incipiente empresa tecnológica de la Bahía de San Francisco o de las afueras de Los Ángeles. Pero no es así. Nacido en Argentina y experto en tecnología ha sacudido desde comienzos de año el mundo del arte con una propuesta radical. Tratar a los artistas y sus obras igual que si fueran un activo de Bolsa. ¿Cómo? Dando recomendaciones de compra y venta de creadores emergentes.

Hasta hace poco casi nadie había escuchado ese nombre tan español. Era uno más de los muchos jóvenes que abren un espacio propio en Los Ángeles. Aficionado al arte dirigía una galería (Rivera & Rivera) especializada en fotografía en West Hollywood, una de las zonas más de moda de la ciudad angelina. Nada muy especial. Sin embargo, pronto desistió del empeño. El negocio estaba en otra parte. En crear un algoritmo que investigara la trayectoria y las posibilidades futuras de artistas emergentes. Igual que Google se puede emplear para encontrar los mejores profesionales de cualquier actividad. Con esta filosofía creó ArtRank, y la propuesta no ha sentado muy bien en ciertos espacios del mundo del arte.

Danh Vo Carlos Rivera da su lista de artistas que "brillarán" este año. Will Boone, Danh Vo (en la fotografía), Aaron Garber Maikovska, Grear Patterson, Jonas Wood y Wyatt Kahn. Foto: Mario Vedder/dapd.

Rivera coloca (imagen inferior) a los artistas en categorías tan explícitas como “vender ahora” o “liquidar”. Tal cual. En el otro lado de la barrera recomienda tres tipos de compras, según otros tantos rangos de precios: por debajo de 10.000, 30.000 y 100.000 dólares. Tal vez, la clasificación más amable que plantea sea “Early Blue Chip”. Por lo demás, pocas concesiones hay a otra clase de miramientos más, escribamos, plásticos. Pero el negocio, como la nave, va.

ARTRANK APERTURA Pantalla de incio de ArtRank en la que se aprecian sus diez apuestas de compra-venta de artistas por categoría. Captura de Internet.

En agosto pasado ArtRank tenía ya 12.000 suscriptores. El éxito reside en ese aire de información privilegiada que lo impregna todo. La compañía rastrea la trayectoria de 20.000 artistas emergentes e identifica los que tienen más oportunidades de mercado o quienes, por ejemplo, ya han agotado su recorrido. Sobre ellos ofrece consejos de compra y venta. Desde luego no a todo el mundo. Solo permite consultar esta información a diez coleccionistas que “pagan 3.500 dólares [unos 2.600 euros] cada uno por tener el privilegio de acceder al índice 20 días antes que el público general”, explica a través del correo electrónico Carlos Rivera. ¿Es esta una forma recomendable de coleccionar? “Más bien es una manera de acumular obras o de invertir. Pura y llanamente. Coleccionar es algo bien distinto”, apunta el coleccionista Marcos Martín Blanco. Es un razonamiento similar al que trazaba, a principios de año, Mera Rubell, una de las mayores coleccionistas del planeta. “Especular con el arte se ha convertido en una especie de deporte financiero. Es doloroso verlo”.

Mera Rubell

"Especular con arte se ha convertido en una especie de deporte financiero. Es doloroso verlo", sostiene la coleccionista Mera Rubell. Foto: Josh Ritchie.

Ni que decir tiene que el emprendedor de origen argentino sostiene otra mirada. Para él este sistema es una forma de hallar, no de especular. “A partir de ciertos niveles de riqueza, coleccionar es un afán intelectual; el desafío de ser el primero. Ver algo antes que los demás. Muchos de los coleccionistas que utilizan ArtRank lo hacen de este modo. No quieren jactarse de comprar un guyton de cinco millones de dólares sino de haberlo apoyado cuando costaba 15.000 dólares”.

Guyton Kunsthalle Zurich_2006 Instalación de Wade Guyton en la Kunsthalle de Zurich en 2006. Foto: Stefan Altenburger Photography Zurich.

Rivera sabe que tiene en contra buena parte de la comunidad artística, y no digamos ya los creadores que aparecen en sus recomendaciones de compra-venta como si fueran un derivado sobre cereales o una acción del Banco Santander. Pero él, aguanta el tirón. “Lo disruptivo siempre ha estado rodeado de protestas”, mantiene el emprendedor.

Tal vez sea así, “pero el arte y los artistas cada día parecen llevados hacia los extremos. Arrinconados por el dinero. Despojados del lugar central que hasta hace poco tiempo ocupaban en el mundo del arte”, se lamenta el coleccionista Paco Cantos. Enfrentados, se diría, a los tiburones de Art Street.

 



Foto de apertura: Carlos Rivera, creador de ArtRank. Gideon Ponte/The Guardian.

 

Hay 1 Comentarios

El pintor contemporáneo de talento es ignorado hasta que sus piezas son moneda de cambio por miles o millones de dolares, entonces se sigue ignorando el talento pero es así como se valora ahora la pintura.

El oro es lo mas espiritual que tiene hoy el hombre, una miseria.

(Fasim, 10/09/2014)

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En un mundo de liquidez casi ilimitada, en el que los bancos centrales dan al botón de imprimir billetes a la misma velocidad que Billy el Niño desenfundaba su revolver, los ahorradores (que hoy en día somos todos) han redescubierto el valor de los activos tangibles y limitados.
O sea, que empiezan y acaban. Metales preciosos, arte contemporáneo, antigüedades, vinos, coches de colección, diamantes. Bienes que a su escasez y potencial económico aportan su carácter material. Bienes con arte y sonantes.

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Miguel Ángel García Vega

Periodista y modesto coleccionista de arte contemporáneo, Miguel Ángel García Vega lleva más de 15 años escribiendo en EL PAÍS. A veces de finanzas, a veces de sociedad, a veces de arte, pero siempre conectando la vida y los números. Este blog quiere ser una piedra de Rosetta con el que entender el universo de los bienes tangibles, que en ocasiones parece, como el mundo, ancho y ajeno.

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