Con arte y sonante

Sobre el blog

En un mundo de liquidez casi ilimitada, en el que los bancos centrales dan al botón de imprimir billetes a la misma velocidad que Billy el Niño desenfundaba su revolver, los ahorradores (que hoy en día somos todos) han redescubierto el valor de los activos tangibles y limitados.
O sea, que empiezan y acaban. Metales preciosos, arte contemporáneo, antigüedades, vinos, coches de colección, diamantes. Bienes que a su escasez y potencial económico aportan su carácter material. Bienes con arte y sonantes.

Sobre el autor

Miguel Ángel García Vega

Periodista y modesto coleccionista de arte contemporáneo, Miguel Ángel García Vega lleva más de 15 años escribiendo en EL PAÍS. A veces de finanzas, a veces de sociedad, a veces de arte, pero siempre conectando la vida y los números. Este blog quiere ser una piedra de Rosetta con el que entender el universo de los bienes tangibles, que en ocasiones parece, como el mundo, ancho y ajeno.

Italia pide los 'papeles' al Arte Povera

Por: | 31 de octubre de 2014

Piero-Manzoni-lAchrome-da-record

“Ed è subito será”. “Y de repente anochece”. El verso de Salvatore Quasimodo (1901-1968), premio Nobel de Literatura en 1959, seguro que ha viajado en la cabeza estos días de muchos marchantes italianos que ven como también oscurece en su negocio.

El mercado de reventa para los artistas transalpinos de los años cincuenta y sesenta del siglo pasado es uno de los más fuertes ahora mismo. Los récord se suceden. El 17 de octubre pasado la casa de subastas Sotheby’s Londres sumó en su puja de creadores italianos 52,05 millones de euros. La cifra más alta jamás alcanzada para artistas de esa nacionalidad del siglo XX. Entre todas las piezas, destacó un Achrome (1958-1959) de gran tamaño (110 x 150 centímetros) de Piero Manzoni. La obra pulverizó todas las expectativas. Se le estimaba una horquilla de entre cinco y siete millones de libras. Pero ocho pujadores, en reñida lucha, lo subieron hasta 12,6 millones de libras (15,8 millones de euros). Esta tela, mostrada en la exposición de la Tate Beyond Painting de 2005, es una de las solo nuevas piezas de gran formato que definen esta serie. Una obra importante de un creador esencial. En la puja también se duplicaron los precios de Bonalumi, Castellani y Simeti. Sin embargo, estos días de vino y rosas pueden tener su ocaso.

 
La legislación italiana es muy estricta (basten más, por cierto, que la española) con la salida de obras de arte de su patrimonio. Ninguna pieza de más 50 años de antigüedad puede abandonar el país sin un permiso de exportación. Una prohibición que incide en el Arte Povera (década de los sesenta) y sus creadores, quienes son los que están logrando hoy en día precios muy altos en subasta. La preocupación de los marchantes es mayor ya que gran parte de esos trabajos pertenece a colecciones y galerías privadas italianas. Por lo que el precio de estos artistas sin duda subirá ante la falta de obra. Pero, claro, hay mucha diferencia en la cantidad que se puede conseguir si la pieza únicamente se coloca en el mercado nacional o si, por el contrario, sale fuera. Por ahí se pueden ir hasta la mitad de los beneficios.

Arte Povera Reina Sofía
Sala del Museo Reina Sofía dedicada al Arte Povera.

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Los días finales de Caravaggio y la ‘María Magdalena’ de 100 millones

Por: | 27 de octubre de 2014

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En el verano de 1610, después de años en el exilio, Caravaggio, por fin, partió hacia Roma. Embarcó en una falúa que salía de Chiaia, un barrio aristócrata y residencial cercano a Nápoles. Con él llevaba algunos cuadros para ganarse el favor de su gran mentor, el cardenal Scipione Borghese. Entre ellos, un San Juan Bautista y una María Magdalena en éxtasis. Viajaba tranquilo pues el asesinato en el que se vio envuelto en Roma unos años antes parecía perdonado. En el bolsillo portaba un salvoconducto del cardenal Fernando Gonzaga. Nada podía ir mal; por fin regresaba al espacio artístico romano donde algunas de las familias de más porte de su época (los Gonzaga o los Doria) lo querían de vuelta. A fin de cuentas estaba considerado el pintor más grande de Italia y los encargos abundaban.

Pero la falúa hizo escala en Palo, un pequeño pueblo cercano a la desembocadura del Tíber con un castillo fortificado como único estandarte. Allí, por error, fue encarcelado al ser confundido con otra persona por el capitán de la fortaleza. Para escapar tuvo que pagar una enorme suma de dinero. Aunque para entonces la embarcación con sus cuadros ya había tomado rumbo hacia Port’ Ercole, la siguiente parada del esquife. Caravaggio estaba desesperado. Solo y sin dinero debía correr como fuera detrás de sus posesiones. Que no dejaban de ser el verdadero salvoconducto de su vida. Sin ellas su futuro era muy incierto.

El pintor se encaminó a Port’ Ercole. Por aquel tiempo era un puerto toscano gobernado por España que vivía del comercio. Cuando llegó, la falúa con sus cosas había marchado. Quizá algunas de sus pertenencias sí se hubieran desembarcado. Porque seguramente habría que hacer espacio para nuevos viajeros. Extenuado, muy lejos de Roma y de su salvación, enfermó. A los pocos días, las fiebres acabarían con su vida.

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Ella Fontanals-Cisneros: "Me equivoqué mucho cuando empecé a coleccionar"

Por: | 19 de octubre de 2014

Ella Fontanals-Cisneros
Cuesta meses encontrar un hueco en la agenda de Ella Fontanals-Cisneros
, 70 años, exesposa del empresario Oswaldo Cisneros, dueño de la Pepsi venezolana, y una de las principales coleccionistas de arte contemporáneo del mundo. Anda estas últimas semanas perdida en Cuba, buscando artistas y dando forma a la adquisición del Archivo Veigas, el contenedor más importante de materiales relacionados con el arte contemporáneo cubano. Porque Ella es cubana de nacimiento, venezolana de adopción y española por pasaporte. De hecho, tiene casa en el barrio de Chamberí de Madrid.

En su otro documento de identidad, el arte, figura una colección de 2.000 obras cuyo eje central es el escenario abstracto latinoamericano. Una pasión que, generosa, comparte. Ha cedido obra a la Tate, a la Pinacoteca de Sao Paulo y al Museo Reina Sofía. Desde 2002 preside la Fundación Cisneros-Fontanals (CIFO), con sedes en Miami y Madrid (abrió en 2011). Un espacio que, entre otros fines, promueve a partir de becas (100.000 dólares) la presencia de artistas latinoamericanos en Estados Unidos.

Sin duda, Ella Fontanals-Cisneros ve el mundo a través de los ojos del arte, pero el arte no le impide ver que hay otros mundos en los que la creación sufre. Empecemos por una isla que, como escribió la novelista Zoé Valdés, "quiso construir una paraíso".

Pregunta. Tiene una relación muy estrecha con Cuba. La semana pasada The New York Times publicaba un artículo pidiendo el fin del embargo a la isla. Si llegara, ¿cómo cambiaría el escenario para los artistas?
Respuesta. Es bueno para todos que el embargo termine. Es bueno para los cubanos que están en la isla, para los que viven fuera, para Estados Unidos. Es bueno para Cuba. ¿Cómo es posible que en un mundo global se siga manteniendo una situación tan arcaica? Un embargo, por cierto, que no ha producido ningún cambio en la isla en los últimos 50 o 60 años. No ha logrado nada desde el punto de vista político ni económico. El pueblo cubano al igual que sus artistas necesita que se quite ese embargo. Sin él, por ejemplo, los creadores podrían viajar y ser conocidos fuera. Ahora, a no ser que alguien se dedique a ir a Cuba a ver los artistas, resulta muy difícil que tengan una oportunidad. Si desapareciera, los estadounidenses podrían ir y ver lo que sucede en el arte cubano. Algunos ya van, pero con muchas dificultades.

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'Bicho -Carrugagem Fantastica– Pq'. 1960.  Aluminio anodizado. Dimensiones variables. Cortesía: The World of Lygia Clarl. Fotografía: Oriol Tarridas. Obra perteneciente a la colección Ella Fontanals-Cisneros.

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Sade, mezclando memoria y deseo

Por: | 15 de octubre de 2014

Sade
El arte del marketing. El marketing del arte.
Los responsables del Museo de Orsay de París se hicieron una pregunta. ¿Cómo promocionar una exposición que conmemora los dos siglos de la muerte de Donatien Alphonse François de Sade? Ya saben, el marqués. Pues con un vídeo que recrea una orgía (en el que YouTube ha situado una restricción de edad). Este es el camino elegido por la institución gala para presentar el pasado martes su exposición “Sade, atacar el sol”.

La muestra pone en diálogo la obra del autor de Los 120 días de Sodoma con la modernidad. "Mezclando", como diría el poeta T.S Eliot, "memoria y deseo". Goya, Picasso, Bacon y Cezanne ponen a prueba con su pintura y sus grabados la vigencia de Sade. Rastrean la influencia del libertino escritor en estos maestros del arte. El talento de un provocador que influyó en el cine de Buñuel o John Waters.

 
Algunos dirán que doscientos años después llega para vengarse de su malditismo e iluminar su lado oscuro. Porque como relata a la agencia EFE Laurence des Cars, comisaria de la muestra, a través de su mirada se puede “repensar la historia de la modernidad”.

El tiempo ha pasado bien por su obra, y su trabajo se sostiene frente a los aires de las modas. La exposición en el Museo de Orsay coincide con la que le dedica hasta el 18 de enero el Museo de Cartas y Manuscritos de París en el que, por cierto, se puede ver el famoso rollo de papel de 12 metros de largo en el que remató, mientras estaba prisionero por pederastia en La Bastilla, allá por julio de 1789, su célebre Los 120 días de Sodoma. La historia de cuatro ricos libertinos que se establecen en un remoto castillo de la Selva Negra donde abusarán (de todas las maneras concebibles) de sus jóvenes víctimas (hombres y mujeres) durante cuatro meses.

Sade detalle afiche
Detalle del cartel de la exposición 'Sade, atacar el sol.

Para completar el círculo, el Marqués de Sade hará su aparición en la secuela del famoso videojuego Assassin’s Creed Unity cuyo tiempo transcurre durante la Revolución Francesa. Sade elevado al cubo.


Fotografía de apertura: vista de la muestra 'Sade, atacar el sol', en el Museo de Orsay de París. Fracois Guillot/France Presse. Getty Images. 'The New York Times'.

 

Coleccionar con Google y sin dinero

Por: | 11 de octubre de 2014

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Todo coleccionista lleva en su interior un museo imaginario.
Esas obras con las que hubiera soñado convivir. No tienen porqué ser las más conocidas o las más valoradas por la crítica; tienen que ser, simplemente, sus favoritas.

Google una compañía obsesionada por catalogarlo todo ha lanzado un proyecto (Google Art Project) que permite al usuario crear su propio museo o colección de arte. En la iniciativa participan, por ahora, 433 instituciones. Del MoMA a los Uffizi de Florencia. En nuestro caso no está el Museo del Prado pero sí el Reina Sofía o la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. El visitante virtual dispone de las obras a través de imágenes en alta de resolución, con la posibilidad de aumentarlas para apreciar los detalles más escondidos. También ofrece un interesante comparador. Se puede seleccionar una tela, por ejemplo, y situarla al lado de otra y ponerlas a “pelear”. Desde luego incluye la ficha de la obra (tamaño, técnica, año de creación), una biografía del artista y un mapa que detalla dónde está situada la institución que la alberga. Aunque la función más interesante es la opción que hace posible almacenar las fotografías de miles de piezas con las que confeccionar una colección virtual. Y, claro, en tiempos de redes sociales cuenta con una pestaña para compartir con los amigos las obras escogidas y las colecciones.


Pantalla del tutorial de Google Cultural Institute en el que se explica cómo utilizar la plataforma para crear una colección virtual de arte.

Resulta evidente que nada es comparable con la visión de la pieza en su espacio original. Porque en el mundo de Internet se pierde el contexto, la escala e incluso el olor. Hay algo entre lo físico y lo intangible cuando uno contempla una obra. Pese a todo, se trata de una excelente iniciativa que podría funcionar muy bien en centros de enseñanza secundaria y universidades.

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Palestina denunciará ante la Unesco la destrucción de su patrimonio

Por: | 08 de octubre de 2014

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En 51 días de guerra da tiempo a que se pierdan muchas vidas y mucha historia. El conflicto entre Israel y Palestina este verano dejó la dolorosa estadística de más de 2.100 palestinos y 72 israelíes muertos. Junto a esta inasumible pérdida, otra. La del patrimonio histórico. Citando fuentes palestinas, el periódico digital Al-Monitor, que cubre Oriente Medio, revela que 41 sitios históricos, incluyendo una mezquita, una iglesia y unos antiguos baños, fueron dañados o destruidos junto a cientos de antigüedades propiedad de particulares.

El Ministerio de Turismo y Antigüedades, que denunciará el caso ante la Unesco y la Organización de la Liga Árabe para la Educación, la Ciencia y la Cultura (ALECSO, por sus siglas en inglés), ya prepara una lista de todas las obras destruidas durante el enfrentamiento. Se estima que saldrá un número elevado.

En este gajo de tierra el coleccionismo ha estado en manos de particulares que suelen atesorar las obras en sus propias casas o en algún almacén. Dependiendo del número. No son, desde luego, las mejores condiciones, pero a día de hoy resultan casi las únicas posibles. Las autoridades palestinas calculan que existen siete museos privados que albergarían en conjunto más de 8.000 piezas. Aunque parece más que probable que el número sea superior, porque no todo el mundo revela lo que tiene; muchas veces por miedo.

Gaza Franja
Una casa destruida en Shejaiya, al norte de la Franja de Gaza. Yann Libessart/Médicos Sin Fronteras.

Al-Monitor recoge el testimonio de varios coleccionistas que relatan la destrucción y el pillaje de sus colecciones. Abu Alian es propietario de uno de estos pequeños espacios. Lleva coleccionando desde hace 32 años y con su esfuerzo se ha construido un pequeño museo en la población de al-Zanna, cerca de Khan Yuni, al sur de la Franja de Gaza. Su colección, de unas 5.000 obras, abarca desde la Edad de Bronce a Bizancio. Abu Alian asegura en Al-Monitor que los soldados israelíes destruyeron y saquearon el museo durante la ocupación. “Han destruido totalmente el 70% de la colección, un 20% parcialmente y robado el 10% restante”, relata el coleccionista.

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