El coleccionista que quiso comprar todo el arte del mundo

Por: | 20 de noviembre de 2014

THANI-New York Times Apertura
La semana pasada aparecía muerto en su domicilio de Londres Sheikh Saud bin Mohammed al-Thani. Tenía 48 años. Al parecer, según diversas informaciones periodísticas, le falló el corazón. Nadie lo esperaba.
Poco dado a la exhibición pública, era uno de los principales coleccionistas del mundo. Sus gustos eran tan compulsivos como eclécticos. Desde arte contemporáneo hasta fósiles de dinosaurios. Sin desdeñar joyas, antigüedades, arte islámico, coches de colección, meteoritos… Al fin y al cabo tenía cinco museos que completar.

Entroncado con la familia real catarí, en 1997 fue nombrado ministro de Cultura, Artes y Patrimonio del emirato. Se le encomendó la misión de encontrar contenido a esos cinco espacios. El Museo Árabe de Arte Moderno en Doha, el Museo de Arte Islámico, un museo de fotografía, una institución mixta que combina el Museo de Historia Natural y la Biblioteca Nacional y, por último, el Museo de Trajes y Textiles. En una entrevista de 2004 —una de las pocas que concedió— se definía en The Art Newspaper como un “moderno Medici”. Desde luego, contaba con presupuesto. Se calcula que en seis años ha podido gastar unos 1.500 millones de dólares (1.200 millones de euros) en el empeño de completar los museos cataríes. Es muy probable que haya sido la persona que más dinero ha destinado al mercado del arte en el último lustro.

Cuenta The Financial Times que empezó su pasión, de niño, coleccionando sellos y de ahí pasó a la obra gráfica. Desde entonces, tuvo las ideas claras. “Persigo obras maestras”, explicaba en la conversación con The Art Newspaper. “Piezas de una iglesia importante, una colección potente; esto es lo que me interesa. Tienen una historia y una procedencia. Están en las mejores condiciones posibles y no hay problemas de autenticidad”. A todo esto, sin duda, ayuda mucho el respaldo de un emirato que parece querer comprarlo todo.

Catar museoInauguración del Museo de Arte Islámico de Doha. Foto: AFP.

Pero toda luz proyecta su sombra. Se le acusó (él siempre lo negó) de mezclar sus compras personales con las que hacía para el emirato. Esta situación provocó que afrontara una acusación en 2005 por malversación de fondos públicos. Como consecuencia de la investigación estuvo varios días encarcelado (aunque finalmente la denuncia se retiró) y tuvo que presentar su renuncia como responsable de Cultura. Aunque siguió comprando a título personal hasta el final de sus días, el 9 de noviembre pasado.

Esta historia sirve como puerta de entrada para revelar de la mano de ArtNet las diez mayores compras que Sheikh Saud y la familia Al-Thani han hecho desde que se lanzarán a ese inabarcable propósito de coleccionar el arte del mundo.  Este es su tesoro.

1º Paul Cézanne. ‘Los jugadores de cartas’. 250 millones de dólares.
(Se piensa que es la obra  por la que más se ha pagado en la historia).

Cezanne

2º Mark Rothko. ‘White Center (Yellow, Pink and Lavender)’. ‘Blanco central (Amarillo, rosa y lavanda)’. 72,8 millones de dólares.

Rothko-white-centered

3º Andy Warhol. ‘The Men in Her Life’. ‘Los hombres de su vida’. 63,4 millones de dólares.

Warhol-the-men-in-her-life

4º Huevo de Fabergé. 9,57 millones de dólares.
Faberge_egg_
La imagen es un huevo de Fabergé, pero no coincide con el adquirido por Sheikh Saud en Christie's en 2002.

5. James John Audubon. ‘Birds of America’. ‘Pájaros de América’. 8,8 millones de dólares.
Birds_of_america_1

6º Frasco de piedras preciosas de Clive. Cinco millones de dólares.

Clive

7º Girault de Prangy. ‘El Templo de Júpiter en Atenas’. 922.490 dólares.
(Cuando la compró en 2003 Sheikh Saud fue el precio más alto pagado nunca por un daguerrotipo).

Jupiter-girault-de-prangey


8º 11 ‘rothkos’ procedentes de la colección de J. Ezra Merkin.
(Envuelto en el fraude de Bernard Madoff, la familia se deshizo de 11 piezas pertenecientes al financiero estadounidense).

Green-blue-green-on-blue-rothko-1968
Mark Rothko, 'Green, Blue, Green on Blue' (1968).

9º La colección de fotografía de Werner Bokelberg. 15 millones de dólares.
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Julia Margaret Cameron. 'Julia Prinsep Duckworth'. Abril 1867. Fotografía perteneciente a la colección de Werner Bokelberg.


10º Damien Hirst. ‘Lullaby Spring’. ‘Canción de cuna de primavera’. 19 millones de dólares.
Damien-hirst-lullaby


Fuente: ArtNet.

Foto apertura: Sheikh Saud bin Mohammed al-Thani. Cortesía: The New York Times y Al Wabra Wildelife Preservation. 

Foto de todas las obras: cortesía ArtNet. Excepto Clive: AFP.

 

 

 

 

Hay 7 Comentarios

Claramente tenia un portafolio bastante variado, no se si era coleccionismo o solo un representante de un holding group, como algunos chinos. Es muy frecuente en Asia este tipo de personajes. saludos de colega. www.artdoit.com

Una colección así tiene poco que ver con la creación y con el arte. Es una forma de invertir los excedentes financieros, que obviamente no les faltan, en valores que se suponen seguros. Por eso mezcla joyas y antigüedades con obras de arte. Además los museos están generando una nueva economía en estos países del Golfo: turismo de alto nivel. Si artistas como Warhol, Cezanne o Rothko hubiesen vivido o viviesen hoy en los Emiratos, seguramente habrían acabado en la cárcel.
http://bistrotnahuatl.com/

Es una pena que sagi mort tat lloba

Claro, confundir patrocinio a los creadores con patrocinio a las grandes firmas de subastas mundiales es un gran error.Mecenas eran los que financiaban a los artistas para que trabajaran para ellos y mientras tanto crecieran como pintores, literatos,escultores y demás,pero comprar arte y antiguedades por que se tiene dinero, solo favorece el mercado global del arte y no a los artistas.

Harto de pajareros y machistas del tercer mundo

No entiendo esa manía de comparar a coleccionistas con mecenas. Los Medici en el campo del arte eran mecenas de los artistas porque fomentaron la creación, financiando, potenciando y encargando obras de arte, este hombre lo que ha hecho es básicamente comprar obras de artistas muertos ¿en que fomento eso la creación?

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Con arte y sonante

Sobre el blog

En un mundo de liquidez casi ilimitada, en el que los bancos centrales dan al botón de imprimir billetes a la misma velocidad que Billy el Niño desenfundaba su revolver, los ahorradores (que hoy en día somos todos) han redescubierto el valor de los activos tangibles y limitados.
O sea, que empiezan y acaban. Metales preciosos, arte contemporáneo, antigüedades, vinos, coches de colección, diamantes. Bienes que a su escasez y potencial económico aportan su carácter material. Bienes con arte y sonantes.

Sobre el autor

Miguel Ángel García Vega

Periodista y modesto coleccionista de arte contemporáneo, Miguel Ángel García Vega lleva más de 15 años escribiendo en EL PAÍS. A veces de finanzas, a veces de sociedad, a veces de arte, pero siempre conectando la vida y los números. Este blog quiere ser una piedra de Rosetta con el que entender el universo de los bienes tangibles, que en ocasiones parece, como el mundo, ancho y ajeno.

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