En un espacio de 15 días, Christie’s y Sotheby’s subastarán obra de artistas modernos y contemporáneos valorada en 1.600 millones de dólares (1.278 millones de euros). Una cifra que adelanta la ambición del empeño. Pues bien, acaba de romper el hielo Sotheby’s Nueva York. Y su subasta de arte Moderno e Impresionista le ha reportado 422,1 millones de dólares (337 millones de euros), un millón más que el máximo estimado y el mejor resultado en la historia para una puja de ese segmento de artistas. ¿Motivos para la euforia?
No. Se esperaba más. En algunos casos, bastante más. Llevaba meses la casa de subasta y los expertos transmitiendo la idea de que Chariot (imagen de apertura), un bronce de 1950 del escultor Alberto Giacometti, podría ser la escultura más cara vendida nunca de este artista. Pero fracasó. La pieza, bastante rara dentro de la producción del creador suizo, representa una estilizada figura femenina sostenida sobre un eje y dos ruedas, y venía avalada por un currículo sin tacha. Algo vital en un artista que ha sufrido falsificaciones. La obra la vendía el armador griego Alexander Goulandris, en cuya familia había permanecido durante cuarenta años. Pero solo pujó un coleccionista. Eso sí, puso sobre la mesa una cifra muy alta: 101 millones de dólares (80,6 millones de euros). Nadie más entró en el ruedo. De esta forma se acababa el deseo de Sotheby’s de que sobrepasara los 104,3 millones de dólares (83,3 millones de euros, al cambio actual) que hace cuatro años pagó la multimillonaria Lily Safra por Walking Man I. El récord para una escultura de Giacometti. Parece que solo una persona escuchó las líricas palabras de Simon Shaw, codirector del departamento de arte Moderno e Impresionista de Sotheby’s, cuando explicó que la escultura era “un símbolo de renovación tras la Segunda Guerra Mundial”.
Tête, de Amadeo Modigliani. Rematada por 56,4 millones de euros. Foto: Sotheby's.
Menos solitaria fue la puja por el otro lote estrella de la subasta. Tres coleccionistas se interesaron por la pieza Tête. Concebida entre 1911 y 1912 por Amadeo Modigliani se esperaba que pudiera alcanzar 45 millones de dólares (35,9 millones de euros). La obra, una de las 25 que componen esta serie, está tallada en piedra caliza y enlaza, por su delicadeza, con algunas piezas de arte tribal africano. La cabeza se adjudicó por 70,7 millones de dólares (56,4 millones de euros). Desde luego, un buen precio.
Otro de los momentos fuertes de la puja llegó con van Gogh. Jarrón con margaritas y amapolas. Una naturaleza muerta pintada tres meses antes del suicidio del artista. En 1890. La tela había estado buscando mercado durante años. Sin encontrar comprador. Se había ofrecido por menos de 40 millones de dólares. Infructuosamente. Hasta la tarde del martes pasado. Un coleccionista chino se la adjudicó por 61,7 millones de dólares (49,2 millones de euros).
'Jarrón con margaritas y amapolas', de van Gogh, se adjudicó por 49,2 millones de euros tras varios años buscando comprador. Foto: Sotheby's.
Como en el arranque de Historia de dos ciudades, de Charles Dickens. "Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos". Resultados mixtos. De hecho, de los 73 lotes a la venta se quedaron sin rematar 15. Un número inquietante. Veremos qué ocurre esta noche en la respuesta de Christie’s. Lo contaremos.
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