Un 'manet' de récord prende la mecha del mercado

Por: | 06 de noviembre de 2014

Manet apertura

Fue una sorpresa. Contra todo pronóstico y con media docena de pujadores competiendo, la tela de Edouard Manet no cesaba de aumentar su precio. Le Printemps (La primavera), un retrato fechado en 1881 de la actriz Jeanne Demarsy, parecía no alcanzar el límite. Hasta que se adjudicó en 65,1 millones de dólares (51,9 millones de euros). La casa Christie’s, que lo subastó anoche en su sala neoyorkina de Rockefeller Center, le había estimado un máximo de 35 millones de dólares (27,9 millones de euros). Nadie se esperaba el precio y tampoco nadie se esperaba que lo adquiriera el J. Paul Getty Museum de Los Ángeles. Pero así fue. Esa millonaria cifra sitúa a La primavera como la obra más cara rematada en subasta de Manet. Hasta ahora, el precio más alto para el artista eran 33,2 millones de dólares, los que logró en 2010 su autorretrato Manet à la palette.

Hasta ahora, el precio más alto pagado por un cuadro de Manet eran 33,2 millones de dólares, los que logró en junio de 2010 su autorretrato 'Manet à la palette'.

Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/2288230/0/primavera-manet/record-subasta/christies/#xtor=AD-15&xts=467263
Hasta ahora, el precio más alto pagado por un cuadro de Manet eran 33,2 millones de dólares, los que logró en junio de 2010 su autorretrato 'Manet à la palette'.

Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/2288230/0/primavera-manet/record-subasta/christies/#xtor=AD-15&xts=467263

La tela se une a otras dos pinturas, una acuarela y un pastel que ya tiene en propiedad la institución angelina. De esta forma explicaba Timothy Potts, director del museo Paul Getty, la compra en el periódico The New York Times: “Es una pintura bellísima que estoy seguro de que se convertirá en una de las favoritas de los visitantes del museo. Además era una de las últimas piezas [de Manet] de este estilo que aún estaba en manos privadas”.

Con esta inyección en los motores, la subasta continuó con fuerza disipando las dudas que había dejado la puja del martes de su rival Sotheby’s, donde Chariot, un bronce del escultor suizo Giaccometti, fracasó en su intento de convertirse en la obra más cara del artista. Eso sí, fue un “fracaso” de 101,4 millones de dólares (80,9 millones de euros). Se quedó en el segundo puesto.

Miro_tileworks-at-montroig
'Tuilerie à Mont-Roig' (1918), de Joan Miró. Se remató por 6,8 millones de euros.

Bajo esta influencia, la puja de Christie’s ofreció 39 lotes de los que solo cuatro no encontraron comprador. En total se consiguieron 165,6 millones de dólares (132,2 millones de euros), por encima del máximo estimado de 157,8 millones (126 millones de euros). También llegaron buenas noticias para Miró. La obra Tuilerie à Mont-Roig (65 x 82 centímetros), fechada en 1918, una de las mejores épocas del pintor catalán, se remató en 8,6 millones de dólares (6,8 millones de euros), cuando su tope andaba en los 8 millones. Otra pieza que halló buena salida fue un bronce, Stèle II, de Giacometti, fundido en 1962, que se vendió por 9,9 millones de dólares (7,9 millones de euros). Superando su máximo estimado de 6,5 millones.

Parece que el mercado recupera cierto pulso. Pero su verdadera prueba de fuego llegará la próxima semana con las subastas en Sotheby’s y Christie’s de arte contemporáneo. De Gerhard Richter a Andy Warhol. Gasolina para el fuego del dinero. Veremos lo que sucede.

Hay 2 Comentarios


Tengo debilidad por el arte naif y me ha sorprendido gratamente esta obra de Miró. No sabía que tenía algo de obra en este estilo cuasi-naif.

Me ha gustado el cuadro, pues a una sensibilidad más o menos naif -que no es difícil de encontrar- se añade el genio de Miró y las dos cosas juntas dan un resultado interesante. Qué pena que no tenga siete millones de euros para gastar...

Es una cosa cursi a más no poder. No hace justicia al mejor Manet, eso si, para vender postales, para atraer a la masa y para decorar, precioso.

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Con arte y sonante

Sobre el blog

En un mundo de liquidez casi ilimitada, en el que los bancos centrales dan al botón de imprimir billetes a la misma velocidad que Billy el Niño desenfundaba su revolver, los ahorradores (que hoy en día somos todos) han redescubierto el valor de los activos tangibles y limitados.
O sea, que empiezan y acaban. Metales preciosos, arte contemporáneo, antigüedades, vinos, coches de colección, diamantes. Bienes que a su escasez y potencial económico aportan su carácter material. Bienes con arte y sonantes.

Sobre el autor

Miguel Ángel García Vega

Periodista y modesto coleccionista de arte contemporáneo, Miguel Ángel García Vega lleva más de 15 años escribiendo en EL PAÍS. A veces de finanzas, a veces de sociedad, a veces de arte, pero siempre conectando la vida y los números. Este blog quiere ser una piedra de Rosetta con el que entender el universo de los bienes tangibles, que en ocasiones parece, como el mundo, ancho y ajeno.

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