Barceló bucea en sus últimas pinturas

Por: | 16 de abril de 2015

Miquel Barceló

Desde hace algunos años, las imágenes en las pinturas de Miquel Barceló (Felanitx, Mallorca, 1957) se diluyen. Cada vez tienen menos peso. Hay que reconocerle al artista el don de la inconformidad. Siempre busca caminos nuevos. A veces acierta. Otras, no. Pero en todo momento intenta viajar hacia delante. “Poco sentido tiene hacer lo que ya se ha hecho”, suele decir. En esta penúltima reinvención de su trabajo ha mirado al mar y le ha devuelto, cómplice, 17 obras. Desde el 25 de abril, las muestra en Thaddaeus Ropac, su nueva galería parisina tras el cierre de la mítica Yvon Lambert.

Thaddaeus es uno de los marchantes europeos más potentes y auténtico nombre fuerte del mercado del arte. Allí coincidirá, por cierto, con  el pintor alemán Anselm Kiefer, una de las principales influencias de Barceló cuando empezó a sonar allá por los años ochenta del siglo pasado gracias a sus precoz (tenía 24 años) selección para la Documenta VII de Kassel de Rudi Fuchs. Junto a él, pocos se acordarán, también estaba prevista la incorporación de otro español, Carlos Franco, pero al final no cuajó el entendimiento entre comisario y artista.

Pero eso es el pasado, el presente son estas telas (el blog recoge una selección de diez obras casi todas de gran formato) que hay que contemplarlas como si estuviéramos en el mar, flotando, y a través de las gafas de bucear mirásemos los fondos. Barceló lo hace a menudo en Mallorca, sumergido en su pasión por el buceo. No en vano titula, por ejemplo, uno de sus cuadros, Double Apnée (Doble apnea). En sus inmersiones hay pulpos, sepias, calamares, cabrachos… Los contempla bajo el agua y los lleva al lienzo.

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En la primavera de 2016, Barceló tendrá una amplía exposición de su trabajo en el Museo Picasso de París y en la Biblioteca Nacional de François Miterrand.

Es necesario imaginarse la escena. El pintor sitúa la tela en horizontal y muchas veces incorpora el propio animal sobre el lienzo. Una forma reinventada de aquello de pintar al natural. Todo es susceptible de ser materia pictórica, incluso, por ejemplo, la tinta del calamar. Pero si hay una materia sobre la que trabaja Barceló es el paso del tiempo. Desde su serie cadaverina (pequeñas cajas con animales en descomposición) hasta estas 17 obras que reúne en una exposición titulada L’inasséchement. Escribamos, "la evaporación".

Hay bastante de esa pérdida de materia en estas telas. Las imágenes tienen menos presencia, los fondos ganan intensidad y las formas se difuminan al igual que sucede bajo el agua.

“Mientras duermo o leo” —cuenta el artista en una nota de la galería— “mis pinturas que yacen en el suelo se secan con mucha lentitud debido a la humedad de la isla. El tiempo que tardan en secarse es muy importante. El trabajo puede estar terminado pero a veces es como si fuera un charco, todo puede cambiar en un instante”. Y añade: “He practicado inmersión libre durante mucho tiempo. Cuando trabajo sobre pinturas de gran formato, que dejo en el suelo, es como si estuviera buceando. Me sumerjo. Hago los movimientos correctos o, al menos, lo intento. Aguanto la respiración. Equilibro la presión… Después salgo a la superficie expulsando el agua del mar a través del tubo de buceo. Este es el tempo de mis pinturas, los minutos sucesivos de sostener la respiración”.

El trabajo de Barceló es lo que es. En su pintura un tomate es un tomate. Un calamar es un calamar. Un pulpo es un pulpo. Imágenes reflejadas en un espejo inalterable. Uno se maravilla con ellas, o no. Depende de cada espectador.

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'Pop Vert', 2014. Técnica mixta sobre lienzo. 97 x 130,5 x 4,5 cm. Cortesía: Galeria Thaddaeus Ropac, París/Salzburgo. Fotografía: Charles Duprat.

MIB_1005_300dpi'Dans les Plis', 2014. Técnica mixta sobre lienzo. 161 x 220,5 x 6 cm. Cortesía: Galeria Thaddaeus Ropac, París/Salzburgo. Fotografía: Charles Duprat.

MIB_1014_300dpi'Manifesto Haptique', 2015. Técnica mixta sobre lienzo. 189,5 x 240 x 6,5 cm. Cortesía: Galeria Thaddaeus Ropac, París/Salzburgo. Fotografía: Charles Duprat.

MIB_1012_300dpi'Des Figues Tardives', 2014. Técnica mixta sobre lienzo. 113,5 x 162 x 6 cm. Cortesía: Galeria Thaddaeus Ropac, París/Salzburgo. Fotografía: Charles Duprat.

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'Racasse/Secousse', 2014. Técnica mixta sobre lienzo. 139,5 x 179,5 x 4 cm. Cortesía: Galeria Thaddaeus Ropac, París/Salzburgo. Fotografía: Charles Duprat.

MIB_1016_300dpi'Double Apnée', 2014. Técnica mixta sobre lienzo. 160,5 x 195,5 x 5 cm. Cortesía: Galeria Thaddaeus Ropac, París/Salzburgo. Fotografía: Charles Duprat.

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'Brisements', 2014. Técnica mixta sobre lienzo. 160 x 220 x 4,5 cm. Cortesía: Galeria Thaddaeus Ropac, París/Salzburgo. Fotografía: Charles Duprat.

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'La Dinamique de l'Inassèchement', 2014. Técnica mixta sobre lienzo. 175 x 212 x 4,5 cm. Cortesía: Galeria Thaddaeus Ropac, París/Salzburgo. Fotografía: Charles Duprat.

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'Seiche Adulte', 2015. Técnica mixta sobre lienzo. 97 x 146,5 x 4 cm. Cortesía: Galeria Thaddaeus Ropac, París/Salzburgo. Fotografía: Charles Duprat.

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'Embryologique', 2014. Técnica mixta sobre lienzo. 160 x 219,5 x 4,5 cm. Cortesía: Galeria Thaddaeus Ropac, París/Salzburgo. Fotografía: Charles Duprat.

 

Foto de apertura: Samuel Sánchez.

Hay 5 Comentarios

Me crucé de casualidad con esta artista, aunque su apellido es francés creo que es española, tiene un trabajo que personalmente me parece muy bueno http://www.cristinagodefroid.com/

Ahora que el Macba está viviendo un momento de reflexión, para diseñar su futuro inmediato, se debería pensar en cómo reforzar su identidad y su prestigio, ligados a Barcelona y al espacio que ocupa en este universo del arte, disperso y comunitario al mismo tiempo.
Hay cosas que todavía no se han hecho, y que serían imprescindibles, como programar una exposición definitiva de Piero Manzoni, si fuera posible, similar a la que se instaló recientemente en el Palazzo Reale de Milano, con todos sus cuadros blancos, y sus insólitos descubrimientos estéticos.
Manzoni ha sido un preconceptual, y el Macba, en un cierto sentido, ha seguido esta línea, que se pierde en un horizonte disperso.
También sería indispensable instalar toda la trayectoria del artista abstracto más importante del siglo XX, Alberto Burri, y exibir los sacos, los plásticos, los hierros, las grietas, los negros, y toda la aventura extraordinaria de sus investigaciones matéricas visuales.
Sería fantástico poder exponer en los espacios del Macba las grandes obras de Cy Twombly, cuadros todavía desconocidos, sus líneas inciertas y tachaduras con lápices de cera en enormes telas casi blancas, y sus esculturas de cartón, de yeso, o de madera, que son casi inéditas para una gran mayoría del público de Barcelona.
Estas obras son necesarias para entender las trayectorias posteriores de lo contemporáneo, es una forma de visión diversa, que ha provocado, en parte, la dispersión actual de la percepción sensitiva, en otra realidad, un paradigma quizás inexistente, el vacío de los pasos perdidos que circulan sin dirección establecida, en el arte estrictamente contemporáneo.
También los cuadros de Gerard Richter,y de Anselm Kiefer, tendrían que tener algún ángulo, algún lugar, donde alguien pudiera verlos, y si fuera posible, llenar todo el Macba con ellos.
Es muy difícil, en estos días, orientarse en una sola dirección, dirigirse hacia un solo objetivo, y llegar hasta algún punto, sin vacilar. Esto no sería contemporáneo.
Santiago Palet

Yo confieso que soy de las que se maravillan con su obra. Comparto con vosotros este enlace a su biografia y obras que espero os resulte interesante:
http://www.alejandradeargos.com/index.php/es/completas/32-artistas/297-miquel-barcelo-biografia-obras-y-exposiciones

Muchas gracias por esa información. Iré a verlo dentro de unos días.

Cuánta felicidad me estoy llevando tras ver estas fotos reproducciones de obras de Barceló. De verdad, en este momento me estoy atreviendo a publicar lo mío, que son tormentas y flujos marinos pero con los tonos mas altos de la paleta.

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Sobre el blog

En un mundo de liquidez casi ilimitada, en el que los bancos centrales dan al botón de imprimir billetes a la misma velocidad que Billy el Niño desenfundaba su revolver, los ahorradores (que hoy en día somos todos) han redescubierto el valor de los activos tangibles y limitados.
O sea, que empiezan y acaban. Metales preciosos, arte contemporáneo, antigüedades, vinos, coches de colección, diamantes. Bienes que a su escasez y potencial económico aportan su carácter material. Bienes con arte y sonantes.

Sobre el autor

Miguel Ángel García Vega

Periodista y modesto coleccionista de arte contemporáneo, Miguel Ángel García Vega lleva más de 15 años escribiendo en EL PAÍS. A veces de finanzas, a veces de sociedad, a veces de arte, pero siempre conectando la vida y los números. Este blog quiere ser una piedra de Rosetta con el que entender el universo de los bienes tangibles, que en ocasiones parece, como el mundo, ancho y ajeno.