Arco, Estampa, Art Madrid, JustMad, Flecha, Summa. Contaba, con su ácida retranca, el artista estadounidense John Baldessari que crear una colección de arte comprando en ferias era tan improbable como encontrar el amor en un prostíbulo. Poco importa. Las ferias se imponen en el ecosistema artístico mientras el papel de las galerías mengua. Abre el fuego, y la temporada, Summa 2015 (del 10 al 13 de septiembre). Es su tercera edición (todas en El Matadero de Madrid) mezclando memoria y deseo.
El recuerdo procede de la sección Trazos. Un camino al pasado a través de nombres reconocidos de la creación plástica del siglo XX. Luis Gordillo (Galería Rafael Ortiz) muestra un Desnudo vertical (1972), Darío Villalba (Luis Adelantado Valencia) presenta una técnica mixta (Transposición, 2015) y Wolf Vostell (Galería Punto) propone, a partir de la fotografía y el collage, un Viaje por la alta Extremadura (1976). ¿Precios? 150.000, 40.000 y entre 800 y 2.500 euros, respectivamente.
La galería Luis Adelantado Valencia propone uno de los mejores stand de la feria con la obra de Darío Villalba. En la imagen, 'Transposición'. Una pieza de 2015 por la que se piden 40.000 euros.
El deseo, claro, llega de algunas de las piezas más rotundas. En la galería Hispánica manda Rojo sombra. Un josé guerrero de los últimos años del pintor por el que piden 75.000 euros. Otra firmeza diferente acude desde Milán con Prometeo Gallery. Su tarjeta de visita es clara. “Trabajo con artistas que meten el dedo en la llaga”. La voz es la de su directora, Ida Pisani, quien representa desde hace años a Santiago Sierra. En Summa sorprende el trabajo de Fabrizio Cotognini, cuyos dibujos se pueden comprar a partir de 1.800 euros. Aunque se echa de menos la presencia de sus dos artistas franquicia: Rossella Biscotti y Hiwa K.
En la galería Prometeo Gallery se pueden comprar los dibujos de Fabrizio Cotognini a partir de 1.800 euros.
No muy lejos de Prometeo, Julián Rodríguez, de la galería Casa sin fin, defiende una obra que estuvo hace poco en el Museo Reina Sofía. Photo Collection (22.000 euros) es una mirada al trabajo de archivo e investigación de Daniel G. Andújar. Una pieza recomendable. Al igual que las imágenes del barrio madrileño de Lavapiés que Manolo Laguillo capta en blanco y negro con una sensibilidad diferente. Las estampas individuales se venden a 2.500 euros. La serie entera de 30 imágenes exige 30.000. Y el optimismo se expande. “Es una feria pequeña y siempre nos ha ido bien”, sostiene Julián Rodríguez. Quién diría que los galeristas suelen tener fama de plañideras. Luis Valverde y José Martínez, directores de Espacio Mínimo, andan, en ese momento, desenvolviendo cuatro obras (12.000 dólares cada una) de Liliana Porter. Pero en su espacio también hay que detenerse en las piezas de Susan Collis y su reinterpretación a través de diversos objetos del concepto de valor y precio en el arte. Por una de las más interesantes (The Harder They Come) se piden 5.600 libras (7.700 euros). Traigan la calculadora, por que la divisa inglesa anda intocable.