Hace décadas que Estados Unidos encontró una “utilidad” para el arte: servir de embajador de sus ideas y de su cultura. En 1953 el MoMA de Nueva York puso en marcha el programa Art in Embassies (AIE) y durante la Administración Kennedy, en 1963, se le dotó de una estructura entre público y privada.
Eran los años de la Guerra Fría y el arte fue un instrumento de poder suave. Otro frente abierto en la lucha contra el universo comunista. Hoy, bajo un sol político muy distinto, el programa continúa vivo. Y aunque la amenaza roja ha desaparecido, Arte en las Embajadas sigue siendo una forma de mostrar al mundo el lado más humano de la superpotencia.
La manera en la que trabaja esta diplomacia cultural es sencilla. Los comisarios del programa AIE organizan exposiciones temporales en todas las embajadas que Estados Unidos tiene repartidas por el planeta. Las obras —que se suelen ceder por unos tres años— proceden de préstamos de museos, coleccionistas privados, colecciones corporativas, marchantes particulares, galeristas. Pero también se compran piezas. Por regla general, cada vez que se construye una embajada se reserva un 0,5% del proyecto de ejecución para ese fin.
La obra 'R i Alá', de Antoni Tápies, se expone en la embajada estadounidense de Madrid. Foto: Gorka Lejarcegi.
Este empeño que mezcla imagen, arte y propaganda tiene en Madrid un punto de llegada y de partida. James Costos, embajador de Estados Unidos en España, es custodio de más de 80 piezas en la legación madrileña (paseo de la Castellana, 48). Nunca, en la historia reciente del programa, se habían cedido y mostrado tantos trabajos. De Glenn Ligon a la pintora Julie Mehretu. Incluso han contribuido la fundación Robert Rauschenberg y el Museo Thyssen-Bornemisza.
Convertido Madrid en el epicentro de la diplomacia artística estadounidense, la colección de la AIE no deja de crecer. Su estrategia para diluir aún más ese poder suave es nítida: encargar trabajos a artistas de las naciones donde tienen embajada. Desde 2000 se han creado más de 58 colecciones en todo el mundo. “El arte humaniza los edificios y conecta culturalmente nuestros países”, comenta en el periódico Financial Times Virginia Shore, comisaria jefe del programa AIE. “Resaltar los artistas locales es básico en nuestros esfuerzos diplomáticos”.
En la imagen, 'Pintura dinámica, Nule' de Antonio Saura. Fotografía: Gorka Lejarcegi.
Lejos de Madrid, el programa ha llegado a las nuevas instalaciones de Estados Unidos en Islamabad (Pakistán). Allí el creador británico Idris Khan prepara una obra de grandes dimensiones que mezcla caligrafía árabe y textos en inglés. La obra se mostrará este verano y es una pieza más dentro del muro maestro de la propaganda estadounidense. A veces más sutil, a veces más evidente. Por ejemplo, para la embajada de Kabul el artista Lincoln Schatz propone una instalación (Serving Abroad… Through Their Eyes, 2012) que incorpora sonido y fotografías enviadas por militares y personal que viven fuera del país. Este trabajo, como explica Financial Times, está hecho, a nadie le sorprende, en colaboración con el Departamento de Defensa estadounidense.
Sin embargo, la AIE no está sola en su estrategia de promoción cultural. Desde 1986 la organización sin ánimo de lucro Fape (Foundation for Art and Preservation in Embassies) se mueve en idéntica dirección. Creada por un grupo de filántropos, sobre todo neoyorkinos, ha ido incorporando a su colección obras, entre otros, de Jasper Johns, Jeff Koons, Sol LeWitt, Joel Shapiro, Julie Mehretu, y durante 2013 puso en marcha una propuesta de fotografía a la que se sumaron Tina Barney y Cindy Sherman. “Enviamos fuera [de Estados Unidos] entre 15 y 20 pequeñas colecciones al año a las embajadas y cubrimos todos los costes”, observa Jennifer Duncan, directora de Fape.
En el salón de la embajada de Estados Unidos destaca el cuadro 'Port Curti's' de Philip Taaffe. Foto: Gorka Lejarcegi.
En todos estos años de funcionamiento ningún creador ha declinado participar en el programa y, aparentemente, no hay conflictos. “No establecemos ninguna limitación a los artistas, y generalmente son muy respetuosos y siempre entienden las sensibilidades políticas”, aclara Duncan en el rotativo financiero británico. Eso sí, nadie le ha preguntado su opinión a los obras, que se transforman, se quiera o no, en objetos de propaganda.
Foto de apertura: El embajador de Estados Unidos James Costos y su marido Michael S. Smith posan delante de la obra 'Double America' (2012), de Glenn Lingon. Fotografía: Gorka Lejarcegi.
Hay 4 Comentarios
¿Quieres comprar arte moderno de calidad a precios asequibles?
En Cliche Gallery tenemos todos los estilos de arte contemporáneo incluyendo abstracto, street style, artbrut y urban art o urbano.
Adquiere obras de arte contemporáneo únicas y originales en nuestra tienda online desde solo 200€ con envíos e impuestos incluido.
El arte ha dejado de considerarse un producto exclusivo para una minoría.
Publicado por: galeria online de arte contemporaneo Cliche Gallery | 11/04/2018 13:52:15
Las obras tanto americanas como europeas tienen gran renombre, es por eso que deben ser reconocidas las de la actualidad, técnicas nuevas como el Puntillismo Abstracto deben ser reconocidas en el mundo.
Publicado por: Sara Gomez | 07/09/2017 4:46:51
Europa, la vieja Europa, tiene a todas sus empresas, y a todos sus mercados bursatiles, ....dominados por mafias especulativas que estan haciendo el agosto hundiendo los mercados al invertir a la baja.Las empresas van a los mercados a financiarse, para de esta forma poder ampliar negocios, invertir en investigacion, invertir en expansion,empleos.....Pero estas mafias especulativas tienen a Europa arruinada, a sus empresas, a sus inversores,.....Europa esta en manos de mafias especultivas desde que comenzo la crisis, mientras EEUU, China, y las demas bolsas asiaticas han conseguido todo tipo de recor, Europa permanece en la ruina, sus empresas, sus inversores....Por tanto la mas minima noticia, sea la que sea suceda donde suceda sera argumento para justificar la actividad de estas mafias especulativas., y mantener arruinada a las empresas europeas, y a sus inversores.
Publicado por: Egica Carmona | 01/02/2016 20:30:54
Me gustan mucho las oabras americanas, especialmente las impresionistas. Las bellas artes en Estados Unidos se desarrollaron bajo condiciones muy diferentes a las obras europeas. Espero poder ir a ver pronto esta galería.
Publicado por: Arturo Posicionamiento Natural | 01/02/2016 18:19:50