Arde el cielo y abrasa la tierra en el Yemen. Entre medias se pierden vidas humanas y un patrimonio milenario. Los ataques de la coalición liderada por Arabia Saudí junto a los de los grupos afines a Al Qaeda y el autoproclamado Estado Islámico (EI) han dañado y destruido 47 sitios arqueológicos yemeníes. La cifra y la voz de alarma proceden de la Organización General de Antigüedades, Museos y Manuscritos (Goamm, por sus siglas en inglés).
La ciudad amurallada yemení de Shibam, conocida como el 'Manhattan del desierto', por sus impresionantes torres, ha sufrido graves daños en la guerra.
Este terrible daño, como explica el periódico The Art Newspaper, ha pasado mudo frente a lo ocurrido en el norte de Irak o Siria, pero la tragedia es de las mismas dimensiones. De hecho, la contabilidad de esta barbarie deja un panorama yermo. En ella se incluye la destrucción total o parcial de tres sitios declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco: Saná, Zabid (antigua capital de Yemen en los siglos XII y XV) y Shibam. Esta última es conocida con el apodo del Manhattan del desierto por sus impresionantes torres construidas en el siglo XVI. A esta pérdida se suman los destrozos que ha sufrido la mezquita de Qubbat al Mahdi en la capital Saná. Un ataque suicida del Estado Islámico en junio pasado ha causado enormes desperfectos en el monumento religioso.