“Conozco un caravaggio cuando lo veo”. Mina Gregori, 91 años, presidente de la fundación Roberto Longhi, con sede en Florencia (Italia), lo dejó claro nada más ver la pintura. Una de las voces más reputadas del mundo en el maestro barroco acababa de encontrar una obra del genio perdida desde hace siglos.
Frente a ella, el original (se conocen ocho copias) de la María Magadalena en éxtasis. Una tela única. Por lo que cuenta el lienzo y por lo que representa en la obra de Caravaggio. Para la experta italiana no había dudas. “El cuerpo, las variaciones de color, la intensidad del rostro… Pero también las muñecas fuertes y las manos entrelazadas y flácidas con extraordinarias variaciones de color y luz y con una sombra oscureciendo la mitad de los dedos son los aspectos más interesantes de la pintura. Es Caravaggio”, explicó en el diario transalpino La Repubblica.
A esa reflexión basada en la mirada y en años de connosseur se une un documento, a su juicio, irrefutable. Estaba detrás de la tela y la familia dueña del lienzo le pidió a la experta ayuda para traducirlo y situarlo en su contexto. Pues los propietarios ya tenían sospechas de que, tal vez, Caravaggio andaba tras esa tela. En el bastidor había una nota del siglo XVII escrita a mano y con el lenguaje de su tiempo en el que se aludía a la María Magdalena de Caravaggio para “el Cardenal [Scipione] Borghese de Roma”
El cuadro apareció en 2014 por sorpresa en una colección europea y poco más se sabe. Sus dueños, por ahora, prefieren no venderlo. Aunque una obra así podría acercarse a los 80 millones de euros.
Si ninguna tela de Caravaggio es una tela cualquiera, esta mucho menos. Es una de las contadas pinturas que llevaba consigo a Roma —para ganarse el favor de su gran mentor, el Cardenal Scipione Borghese— cuando le alcanzó la muerte en Port’ Ercole, un pequeño puerto de la toscana italiana. Pensaba el maestro que con esos cuadros podría ganarse además del apoyo cardenalicio el perdón del Papa por un asesinato cometido años antes en Roma, que le supuso el exilio y la huida. Pero la historia fue otra.
En la imagen, una de las ocho copias que se conocen de la 'María Magdalena en éxtasis' de Caravaggio. La que aparece sobre estas líneas está considerada la de mayor calidad y pertenece a una colección privada romana.
La falúa hizo escala en Palo, un pequeño pueblo cercano a la desembocadura del Tíber con un castillo fortificado como único estandarte. Allí, por error, fue encarcelado al ser confundido con otra persona por el capitán de la fortaleza. Para escapar tuvo que pagar una enorme suma de dinero. Aunque para entonces la embarcación con sus cuadros ya había tomado rumbo hacia Port’ Ercole, la siguiente parada del esquife. Caravaggio estaba desesperado. Solo y sin dinero debía correr como fuera detrás de sus posesiones. Que no dejaban de ser el verdadero salvoconducto de su vida. Sin ellas su futuro era muy incierto.
El pintor se encaminó a Port’ Ercole. En aquellos días era un puerto gobernado por España que vivía del comercio. Cuando llegó, la falúa, con entre otras pinturas la María Magdalena, había partido. Aunque, tal vez, algunas de sus pertenencia sí se habrían desembarcado para hacer espacio a nuevos viajeros. Sea como fuere, extenuado, muy lejos de Roma y de su salvación, enfermó. A los pocos días, las fiebres y el sol acabarían con su vida.
Esta es la historia que cuenta la María Magdalena en éxtasis de Caravaggio. La tela se expone (hasta el 12 de junio) por primera vez al público en el Museo de Arte Occidental de Tokio. El cuadro forma parte de la exposición Caravaggio y su tiempo: amigos, rivales y enemigos. Un lienzo que mezcla genio, vida y muerte.
Foto de apertura: El cuadro 'María Magdalena en éxtasis' de Caravaggio durante su presentación en el Museo de Arte Occidental de Tokio. Fotografía: AP.
(La entrada recoge información de la pieza publicada en esta bitácora: Los días finales de Caravaggio. http://blogs.elpais.com/con-arte-y-sonante/2014/10/los-dias-finales-de-caravaggio-y-la-maria-magdalena-de-100-millones.html)
Hay 3 Comentarios
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Publicado por: María Z | 13/04/2018 4:45:06
Acertado comentario, y coincido en que se deben conocer artistas nuevos que tienen como referencia a Caravaggio, Picasso o VanGogh... Artistas como Gabino Amaya y también Alvaro Catalán ambos unos genios en sus técnicas
Publicado por: Alana Gutierrez | 07/09/2017 4:20:29
Caravaggio es sutil es sus obras, sus bustos creados son limpios y muy sutilez, con un uso de colores precisos y calidos para formar una gran obra de arte.
Lo mismo se deja ver en la obra llamada las Tres Gracias de Gabino Amaya, la calidez de los colores y la creación perfecta de los bustos es muy hermosa, es por eso que como seguidora del arte recomiendo seguirlo
Publicado por: Norma Aguilar | 07/09/2017 4:16:23