El crecimiento está ahora en boca de todo mandatario europeo que se precie, incluida Angela Merkel. Hace tan sólo unas semanas era un tema casi tabú por la obsesión de Alemania de creer que la austeridad es la única manera de salir de la crisis y así dar una lección a sus socios menos disciplinados del sur. No es que la señora Merkel haya cambiado de opinión de la noche a la mañana. Lo que está claro es que no puede permitirse quedarse aislada tras la victoria del socialista François Hollande en las presidenciales francesas y está dispuesta a hablar de crecimiento si eso sirve para salvar el eje franco alemán que vertebra la política de la aurozona. Pero su idea de crecimiento dista bastante de la de Hollande: ni hablar de abrir el acuerdo de disciplina fiscal para incorporar un plan de crecimiento y ni por asomo Alemania va admitir que este cueste dinero. Sólo cree en aplicar reformas estructurales para crecer.
Así que no parece que se pueda pensar en un mini Plan Marshall ni nada por el estilo. Pero el cambio de discurso ya ha permitido, por el momento, que la Comisión Europea abra la posibilidad de relajar los plazos de reducción de déficit, que en el caso español resultan prácticamente imposibles de cumplir, además de suicidas. Sea como fuera, hay un soplo de esperanza en la UE. Y lo que está claro es que hay que actuar porque el tiempo apremia: en casi toda la eurozona arrecian los datos negativos que apuntan a que la segunda recesión en menos de tres años será duradera; la huida de los inversores de los mercados periféricos es contante y amenaza con hacer insostenible el pago de la deuda, y crece de forma alarmante la popularidad de partidos políticos extremistas a derecha e izquierda, como se ha visto en Francia o en Grecia, que amenazan las posibilidades de avanzar en la integración y la cesión de autonomía como vía para salvar la eurozona.
Pero la verdad es que cuesta ser optimista. La UE ha demostrado una y otra vez ser incapaz de actuar con rapidez y contundencia. Y este caso no es una excepción. Como es habitual, la financiación es el principal escollo para poner en marcha el plan de estímulo. ¿Quién tiene capacidad de aportar fondos cuando todos los gobiernos están embarcados en severos planes de ajuste? Alemania, que goza de una saneada posición financiera (es exportador neto de capitales), no quiere aportarlos (está aún terminando de digerir la absorción de la Alemania del Este y el el país que más fondos tiene comprometidos, vía los distintos mecanismos de rescate, en la crisis de la eurozona). Y casi todos los demás, importadores netos de capital y con crecientes dificultades para financiarse en los mercados de capitales, como España, tienen poco margen de maniobra para salvar la resistencia de Berlín.
Por lo tanto, es muy posible que se presente una iniciativa de crecimiento menos ambiciosa de lo que la situación exige. A falta de aportar nuevo capital al Banco Europeo de Inversiones (BEI), se podrían usar los fondos estructurales europeos no utilizados, unos 11.500 millones de euros, que resultan claramente insuficientes. El polémico Plan E de Zapatero y otras actuaciones de estímulo a la economía en 2008-09 supusieron una inyección de 55.000 milllones, por ejemplo... El grueso del esfuerzo inversor (¿hasta 200.000 millones?) se confía al sector privado, ya de por sí muy endeudado y con poco acceso al crédito dada la difícil situación de los bancos en Europa, no digamos ya en España... Así que a menos que se pongan en marcha los llamados project bonds, bonos europeos para financiar proyectos de infraestructuras, es difícil que el plan tenga el alcance deseado.
Si de verdad Europa está comprometida con variar el rumbo, hay otras medidas de estímulo que se podrían adoptar. El Banco Central Europeo podría ayudar a acercar la salida de la crisis con una bajada de los tipos de interés, en el 1% ahora mismo, y de paso quizá se deprecie un poco el euro (¿por qué se mantiene tan fuerte la moneda común?) y ayude así a las exportaciones de la eurozona a terceros países. En la reunión de Barcelona, Draghi reconoció los riesgos a que caiga aún más la actividad económica en la eurozona y con ello dejó la puerta abierta a la posibilidad de recortar 0,25 puntos antes de verano. Sería deseable una mayor cooperación entre la política fiscal, hoy claramente contractiva, y la monetaria, como ocurre en EEUU, Reino Unido o Japón. Todo menos que tras las masivas inyecciones de liquidez de diciembre y febrero, cuyos efectos balsámicos se han agotado rápidamente, el BCE repliegue su actividad, como le gustaría ver a Alemania.
Precisamente la primera economía europea, que goza de un envidiable superávit comercial, podría también aportar su granito de arena al crecimiento dejando que su demanda interna siga creciendo y favorecer así las exportaciones del resto de Europa a ese país. Además de la austeridad, Berlín exige a los países de la periferia europea, que carecen de herramientas como la devaluación, que recuperen la competitividad mediante reformas estructurales e incluso una devaluación interna. Puede que sea un panorama al que se tendrá que enfrentar la economía española, como está ocurriendo en Portugal o Grecia, para corregir el desvío de sus costes con respecto a Alemania (ver gráfico arriba), pero la salida de la crisis pasa por un reequilibrio de las posiciones comerciales y Berlín puede jugar un papel clave en ello.
Pero quizás el principal tapón al crecimiento sea el imposible acceso al crédito de las empresas y familias que impiden que se dinamice la economía. El mal estado de los bancos, (en España, el caso bankia va a obligar a una inyección pública que se quería evitar a toda costa) y la desconfianza entre ellos impide el buen funcionamiento de la llamada correa de transmisión de la política monetaria. Así que el BCE propone una mayor integración de los bancos europeos y la creación de un mecanismo común de resolución de crisis financieras. Una iniciativa necesaria vistas las dificultades para acceder a la facilidad de crédito EFSF (y los estigmas asociados al mismo por atribuirsele al país la condición de intervenido...) o a su sustituto, el permanente Mecanismo Europeo de Estabilidad (SME).
¿Dónde más puede actuarse para liberar recursos y ayudar a las debilitadas economías europeas? Mario Monti está intentando revivir el plan para relanzar el crecimiento que presentó en febrero junto a otros nueve países de la eurozona. No se trata de poner nuevos recursos y sí de impulsar la liberalización de los mercados (laboral, productos, servicios, horarios comerciales...) y el pleno desarrollo del Mercado Común. Éste es el plan al que antes de quedarse aislada en Europa ha decidido apuntarse la canciller alemana. Pero el desmantelamiento de privilegios requiere de un liderazgo valiente, dispuesto a enfrentarse a los grupos de interés, en las antípodas del discurso proteccionista, antieuropeo y populista de partidos como el de Marine Le Pen que obtiuvo un impresionante resultado en la primera vuelta de las presidenciales francesas.
Se puede liberalizar la economía sin desmantelar el Estado de bienestar, seña de identidad este último de la Europa avanzada. Así lo explica de forma brillante y original el profesor Víctor Lapuente Giné, gran conocedor de lo vivido en los países nórdicos para superar la crisis de sus modelos a mediados de los noventa. El catedrático defiende la necesidad de despojarse de ideologías para hacer frente a la crisis actual y, por un lado, liberalizar los factores de producción (reformando los mercados laborales, de bienes y servicios y de capitales) para ganar competitividad en una economía globalizada y generar riqueza de forma que, por otro lado, se pueda mantener el Estado de bienestar, evitando los recortes en la educación, la I+D o la sanidad, como lamentablemente está ocurriendo en España, que nos alejan de la igualdad de oportunidades, comprometen nuestra futura competitividad y erosionan la cohesión social.
¿Elegirá Europa bien sus políticas para que ese cambio de discurso se convierta de verdad en un cambio de rumbo que revierta la tendencia a la desunión, el proteccionismo y a la desconfianza de las instituciones europeas que nos representan? Ojalá que sí.
Para terminar, un homenaje a Brasil, que explica el título de esta entrada: Chega de Saudade, o lo que es lo mismo basta de lamentarse por lo que salió mal o ya no puede ser. Toca mirar para adelante y encontrar la ilusión de nuevo. ¿Se puede aplicar a Europa? Compuesta por Tom Jobim (música) y Vinicius de Moraes (letra) en 1958, fue la maravillosa y original interpretación de Joao Gilberto la que la hizo popular. Cuando le preguntaron a Gilberto qué tipo de música era aquella, dijo con sencillez que era "una bossa nova". Fue así como arrancó este género. Espero que la disfruten.
Hay 11 Comentarios
asdiguiente trataran por todos los medios en adoctrinar en dicha ideologia. Es decir, que hablamos de medios de comunicacion que no disponen de una independencia total, ni de una veracidad total en temas relacionados con ideologia conservadora.
Publicado por: sohbet | 14/08/2013 6:58:16
Suscribo el comentario anterior:imprescindible e impagable blog.
Publicado por: Ana Moltó | 14/05/2012 19:03:00
Como brasileño radicado en Madrid agradezco la mención a uno de los mayores clásicos de la Bossa Nova como estímulo a una mirada hacia al futuro en Europa. Apenas una corrección. "Chega de Saudade" es una composición de dos genios de nuestra música popular: melodía de Antonio Carlos Jobin y lírica de Vinicius de Moraes. La interpretación revolucionaria, sí que es de João Gilberto. Quanto a tese del artigo estoy absolutamente de acuerdo. Saludos!
Publicado por: Luiz Alfredo Santos | 12/05/2012 10:13:55
¡Mi chica y yo estuvimos allí! Dos conciertos el 19 y 20 de marzo de 1999 en el Teatro Gran Rex, en la Avenida Corrientes de Buenos Aires. João Gilberto tardó casi una hora en salir al escenario; cuando le preguntaron por ello dijo que los escalones le habían fatigado. Caetano, diplomático, aclaró que solo había tres escalones hasta el escenario, “mais o esforço ten sido imenso”. Después asistimos pasmados al concierto más maravilloso, incluida la interpretación de Chega de Saudade por ambos; quedó claro que “melhor do que o silêncio só João”... Ni entonces ni ahora importa lo que esperemos, pero por favor que no se cancele la función. Esta música parece fácil pero no lo es y, como la música del barroco, se toca sin director, espontáneamente… Anticipo que nuestra España va a necesitar en las próximas semanas mucho apoyo espontaneo.
Publicado por: L | 11/05/2012 11:37:59
Para mayor información sobre las medidas de estímulo Fiscal: http://www.iaes.es/publicaciones/dt_09_09_esp.pdf
Publicado por: Nostromo | 09/05/2012 20:11:20
De las tres 'olas de estímulos' que apunta brookings, en puridad solo la tercera, el Plan E puede considerarse realmente un 'estímulo anticíclico'. Por otra parte, el desglose de los estímulos directos sería: 1) Plan E 3.000 mill.€ (que puede consultarse en: http://www.minhap.gob.es/es-ES/Areas%20Tematicas/Presupuestos%20Generales%20del%20Estado/Paginas/FondoparaelEstimulodelaEconomiayelEmpleo.aspx) y 2) Fondo de Inversión Local, 8.000 mill.€; el resto se trataría de 'estabilizadores automáticos', como prestaciones por desempleo (ver http://www.publico.es/223751/el-gobierno-ha-inyectado-50-000-millones-con-el-plan-e-el-2-del-pib)
Publicado por: Nostromo | 09/05/2012 19:57:19
Sobre crecimiento económico se habló en cada Cumbre de la UE en Bruselas; lo confirmó recientemente, la canciller alemana, Angela Merkiel, Joaquín Almunia, Durao Barroso, el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble y Martin Schulz, presidente del PE. La crisis económica que, aún persiste en algunos países de la UE, nos revela de que, no todos los mandatarios captaron ese mensaje. Fueron innumerables las veces de que se habló de que sin un crecimiento de, entre 2% y 3% anual, no sería posible la creación de puestos de trabajo. Hay países en la UE que lo consiguieron, tuvieron crecimiento y su índice de paro, pudieron reducirlo. Inclusive los socialdemócratas alemanes han afirmado de que, al igual que Hollande, el resto de países también quieren reducir su deuda, pero un AHORRO SIN IMAGINACIÓN, no basta para salir de la crisis.
Publicado por: Europeo | 09/05/2012 14:42:36
Textualmente escribes: "El polémico Plan E de Zapatero en 2008-09 supuso una inyección de 55.000 milllones, por ejemplo..." Creo que deberías revisar la cifra.
Publicado por: Nostromo | 09/05/2012 13:08:12
lo que muestra el gráfico:
Alemania funciona porque hace un producto de valor añadido con un coste salarial constante (inflación controlada, indispensable para las inversiones a largo plazo), mientras otros países se lanzaron a pegar el pelotazo.. en otros países los salarios van a vivir "tiempos interesantes" (en el significado chino del término) porque no se puede financiar productos residuales para consumo interno a precio de high-tech.. al final alguien tien que pagar el pato..
Juega al mejor simulador político, económico, y militar; gratuito y por navegador web:
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Publicado por: aqqa104 | 09/05/2012 0:25:27
Tan solo redundar en el comentario anterior. Victoria, gracias por su artículo, brillante y claro, lo entiendo hasta yo. Y gracias, también, por la música.
Un cordial saludo.
Publicado por: Juan Ignacio | 08/05/2012 23:25:25
Gracias por este blog, desde mi punto de vista imprescindible para ir entendiendo y comprendiendo lo que sucede con esta crisis en Europa. Es impagable, en serio.
Publicado por: bmh | 08/05/2012 22:13:43