Con euros y a lo loco

Sobre el blog

La entrada en el euro de España y otras economías del Sur de Europa les permitió financiarse a unos tipos de interés históricamente bajos. Particulares y administraciones se endeudaron para gastar a lo loco. En el caso español, la fiesta acabó con el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. Ahora toca pagar esos excesos, aprender del rigor fiscal y capacidad de ahorro de nuestros socios alemanes y reformar la economía para encontrar un nuevo modelo productivo que nos permita volver a crecer. Pero, ¿cuánta austeridad nos podemos permitir en medio de una recesión? Y ¿servirá esta para que Alemania se fíe de sus socios del sur y acceda a reforzar institucional y financieramente la deficitaria unión monetaria? El futuro del euro depende de ello.

Sobre la autora

Victoria Carvajal

Victoria Carvajal, economista por la New York University, fue redactora en la sección de Economía de El País en los años convulsos de la peseta en su recta final hacia la unión monetaria. Ahora en este blog pretende analizar el también convulso momento que vive la zona euro y otros temas relacionados con la economía internacional.

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'Fracking hell'!

Por: | 15 de marzo de 2013

Trabajadores en el campo de petróleo de Bakken, Dakota del Norte.

Tiene todo lo que a Europa le falta: un banco central que supedita su política monetaria a un objetivo de empleo, un robusto sistema financiero que ya concluyó su saneamiento, una política mixta que está permitiendo reducir desequilibrios sin hundir el crecimiento, unos mercados flexibles, una envidiable capacidad de innovación... Si le añadimos los efectos de la revolución energética que está viviendo el país parece claro que el liderato económico de Estados Unidos va para largo. Y es que el exitoso desarrollo de la controvertida tecnología fracking (fractura hidráulica) para extraer gas y petróleo de formaciones rocosas a gran profundidad, puede convertir al país en el primer productor mundial de ambas materias primas, por delante de Rusia y Arabia Saudí, en menos de cinco años. Los más entusiastas auguran incluso que llegará a ser autosuficiente  en 2035.

"Hasta los sesenta, la abundante energía de origen nacional hacía que todo fuera posible en Estados Unidos", comentaba hace pocos días en Houston el presidente ejecutivo de General Motors, Dan Akerson, en el llamado Davos de la Energía, por ser el foro más importante del sector. Desde entonces, la caída de la producción nacional y la creciente dependencia de las importaciones aumentaron la vulnerabilidad de la economía a las crisis de petróleo que se han sucedido. "Ahora todo es posible de nuevo".

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