"No podemos dejar que las expectativas del mercado marquen nuestra política". Helicopter Bernanke va a seguir repartiendo dólares. El presidente de la Reserva Federal se ha dado el placer de contradecir a la mayoría de inversores, economistas y académicos, que descontaban un recorte en el programa de compras de bonos de la Reserva Federal, y sorprendió a todos con la decisión de mantener la inyección de 85.000 millones de dólares mensuales en la economía y seguir engordando de forma vertiginosa el balance del banco central. Para envidia de muchos en Europa, a la entidad emisora aún le resultan insuficientes los datos de empleo (7,3%) y de crecimiento (1,4% anual en junio) que muestra la primera potencia económica mundial en su camino de salida de la peor recesión sufrida desde la Gran Depresión.
Ben Bernanke, cuya sustitución a principios de año está trayendo de cabeza a la Administración Obama, parece decidido a dejar un buen sabor de boca en los mercados, que recibieron la inesperada noticia con gran confusión aunque la celebraron con euforia después. La Bolsa de Nueva York alcanzó su récord histórico. Se aplaza por tanto la vuelta a la normalidad. La economía estadounidense continuará conectada a este enorme balón de oxígeno. Las preguntas de cuándo y cómo se le retirará y qué impacto tendrá ello sobre la economía seguirán en el aire.