Con euros y a lo loco

Sobre el blog

La entrada en el euro de España y otras economías del Sur de Europa les permitió financiarse a unos tipos de interés históricamente bajos. Particulares y administraciones se endeudaron para gastar a lo loco. En el caso español, la fiesta acabó con el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. Ahora toca pagar esos excesos, aprender del rigor fiscal y capacidad de ahorro de nuestros socios alemanes y reformar la economía para encontrar un nuevo modelo productivo que nos permita volver a crecer. Pero, ¿cuánta austeridad nos podemos permitir en medio de una recesión? Y ¿servirá esta para que Alemania se fíe de sus socios del sur y acceda a reforzar institucional y financieramente la deficitaria unión monetaria? El futuro del euro depende de ello.

Sobre la autora

Victoria Carvajal

Victoria Carvajal, economista por la New York University, fue redactora en la sección de Economía de El País en los años convulsos de la peseta en su recta final hacia la unión monetaria. Ahora en este blog pretende analizar el también convulso momento que vive la zona euro y otros temas relacionados con la economía internacional.

¡Es la Fed, estúpido!

Por: | 19 de septiembre de 2013



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"No podemos dejar que las expectativas del mercado marquen nuestra política". Helicopter Bernanke va a seguir repartiendo dólares. El presidente de la Reserva Federal se ha dado el placer de contradecir a la mayoría de inversores, economistas y académicos, que descontaban un recorte en el programa de compras de bonos de la Reserva Federal, y sorprendió a todos con la decisión de mantener la inyección de 85.000 millones de dólares mensuales en la economía y seguir engordando de forma vertiginosa el balance del banco central. Para envidia de muchos en Europa, a la entidad emisora aún le resultan insuficientes los datos de empleo (7,3%) y de crecimiento (1,4% anual en junio) que muestra la primera potencia económica mundial en su camino de salida de la peor recesión sufrida desde la Gran Depresión.

Ben Bernanke, cuya sustitución a principios de año está trayendo de cabeza a la Administración Obama, parece decidido a dejar un buen sabor de boca en los mercados, que recibieron la inesperada noticia con gran confusión aunque la celebraron con euforia después. La Bolsa de Nueva York alcanzó su récord histórico. Se aplaza por tanto la vuelta a la normalidad. La economía estadounidense continuará conectada a este enorme balón de oxígeno. Las preguntas de cuándo y cómo se le retirará y qué impacto tendrá ello sobre la economía seguirán en el aire.

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