El penoso secuestro del Gobierno de EEUU

Por: | 17 de octubre de 2013

Debt-ceiling
Too Big to Fail
o demasiado grande para caer. Pues según se mire... Estados Unidos, el deudor más grande del mundo, ha estado a punto de suspender pagos. Que su solvencia tenga la mejor calificación posible, triple 'A', o que sus bonos estén considerados el valor refugio por antonomasia, no han servido para protegerle del posible desastre. La intransigencia del poder Legislativo, en este caso de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, ha conseguido poner contra las cuerdas al Gobierno más poderoso del planeta.

Independientemente de que el acuerdo in extremis entre republicanos y demócratas suponga una victoria para Obama, el carácter temporal del mismo (hasta el 7 de febrero) y la posibilidad de que la situación se vuelva a repetir en un futuro próximo debilitan la credibilidad de la primera potencia económica en un momento clave para su recuperación. ¿Cómo blindarse frente a esta amenaza? ¿Cómo evitar que el Gobierno estadounidense sea secuestrado por unos kamikazes republicanos (Tea Party) que con su negativa a ampliar el techo de la deuda aspiran a reducir de un plumazo el tamaño del Estado?

La irresponsable fantasía de estos republicanos radicales, cuya resistencia al pacto ha abierto una brecha en el seno del partido conservador, consiste en lo siguiente: Si el Tesoro norteamericano deja de pagar los intereses de su deuda a los inversores nacionales e internacionales, nadie le prestaría dinero de nuevo, así que se vería obligado a reducir el déficit a cero y gastar sólo lo que permitieran los ingresos fiscales. Esta idea nace de las propuestas que vienen haciendo desde hace años algunos economistas libertarios como el premio Nobel James Buchanan, fallecido el pasado enero, que repudian el concepto de la deuda pública.

El resultado de esta radical apuesta sería catastrófico: reducir el déficit de golpe en unos 4,2 puntos del PIB de EEUU (para dejarlo a cero) podría provocar, según el multiplicador al uso del FMI, un descenso de entre ocho y diez puntos porcentuales en el crecimiento del país. Ello supondría una rebaja de los ingresos y por tanto más reducción de gastos que abocaría al país a una perversa espiral que, como advertía el profesor Paul Krugman, colocaría a EEUU en una situación peor que la Gran Recesión. Y qué decir de las consecuencias en el resto de las economías del mundo...

El poder de decisión de los legisladores sobre el techo de la deuda se recogió en la enmienda número 14 de la Constitución estadounidense (julio de 1868, tres años después de acabar la Guerra Civil) que dice: "La validez de la deuda pública de Estados Unidos, autorizada por ley (...) no será cuestionada". De no haber renovado el techo el Congreso, cualquiera de las opciones para evitar el colapso económico de la nación hubieran abierto una crisis constitucional sin precedentes. Si el presidente decide unilaterlamente emitir bonos del Tesoro, por ejemplo, estaría usurpando al Congreso su poder de decisión sobre el endeudamiento de la nación. Si decidiera subir impuestos, lo mismo; y si recortara gastos, también. 

Imaginemos el hipotético caso de que no se hubiera renovado el techo de la deuda. ¿Cuánto tiempo hubiera aguantado el Tesoro? El presidente se hubiera visto presionado a dar prioridad al pago de los intereses de los bonos en manos de importantes acreedores, como China, por delante de programas sociales como el Medicare, Medicaid o la Seguridad Social, aunque hay muchos pagos automatizados que hubieran dificultado esta discriminación. Según la agencia de calificación Moody's, EEUU hubiera tenido suficiente liquidez para pagar hasta el 15 de noviembre.Y ¿luego? A falta de medidas extraordinarias y en principio inconstitucionales, los titulares de esa deuda, desde la Reserva Federal (que ha multiplicado por cinco su balance comprando sobre todo bonos del Tesoro debido a la Quantitive Easing), pasando por todos los bancos del mundo hasta los pequeños ahorradores estadounidenses e internacionales, se encontrarían con un activo invendible, carente de valor en sus balances o sus carteras. ¿Se imaginan las consecuencias?

¿Puede un grupo irresponsable de congresistas hacer un uso tan destructivo de su mandato para legislar? El Congreso se ha dado de plazo hasta el 13 de diciembre para llegar a un acuerdo sobre ingresos y gastos y hasta el 7 de febrero para volver a ampliar el techo de la deuda. Entonces veremos si los noveles congresistas miembros del Tea Party han aprendido alguna lección de su penosa actuación y este rocambolesco episodio no se repite. Así la recuperación económica mundial podrá seguir su curso.

 


Hay 7 Comentarios

Le doy la enhorabuena por su interesante y bien planteado escrito. Leo siempre sus sabias intervenciones que analizan a fondo los problemas económicos del momento. Créame cuando le digo que las echaba de menos en estas páginas.

El 23 de Marzo del 2010 Obama firmó la Ley que, en la prática, extendía la cobertura sanitaria a toda la población americana. Un verdadero triunfo para los demócratas, que llevaban décadas luchando por terminar con una situación auténticamente vergonzosa. Porque que en uno de los países más prósperos del mundo, cpmo es Estados Unidos, más del 15% de la población (unos 50 millones de ciudadanos, según un estudio del Banco Mundial del 2009) no tuvieran garantizado el derecho a la Sanidad era un escándalo.
Sin embargo, el Tea Party consideró que la reforma suponía una extensión peligrosa del poder del Gobierno Federal y un ataque a la libertad personal. A pesar de que un 83% de la población americana respalda la reforma sanitaria de Obama ("Obamacare"), los recientes acontecimientos prueban que el Tea Party no piensa cesar en su lucha contra ella. Liderados por el nuevo Senador hispánico por Tejas, Ted Cruz, quién, por su origen, debería tener más sensibilidad por este tema, vieron la oportunidad de ligar las negociaciones presupuestarias a la retirada de la reforma sanitaria. Afortunadamente Obama NO ha cedido al chantaje pero me temo mucho que no hayamos visto el final del asunto.

Soy fiel lector de sus columnas, desde PR siempre buscos sus escritos que son muy bueno y de alto contenido de economia politica. Espero que en sus proximas columna haga un analisis de las politicas de austeridad y estancamiento economico.

Saludos

Creo que los mercados realmente nunca creyeron y todavía no creen que la amenaza sea real y por eso no entraron en pánico, porque el status quo del dólar como moneda de global de intercambio es la principal prioridad de cualquier gobierno estadounidense. http://economiapangloss.blogspot.com.es/2013/10/p-margin-bottom-0.html

Joaquin, yo tambien lei la columna de Wolf (por cierto, citada por la autora) y no veo eso de la traduccion... Por supuesto el tema es el mismo y las conclusiones de dos personas bien informadas no suelen ser muy diferentes. Como alguien dijo..."great minds think alike".

Pero Wolf pone el enfasis en la necesidad de la desaparicion del "techo" de deuda y Victoria en el escandalo que supone que el Congreso haya estado materialmente secuestrado por un grupo kamikaze como es el Tea Party. Este "party" es una amenaza para los Estados Unidos y, mas aun si cabe, para los republicanos a los que puede costar muchos anos volver a ganar la Presidencia de un pais que es esencialmente moderado y que rechaza los extremismos. Espero que el electorado norteamericano recuerde este desgraciado episodio y ponga al Tea Party en el sitio que le corresponde.

Guillermo Wilder

Muy bueno y acertado tu análisis, Victoria. Gracias por la referencia a Wolf. Ambos sois dos grandes profesionales.
Estos del "Tea Party" están jugando a la ruleta rusa y padecen una corrosiva frustración que a saber hacia dónde les/nos lleva ...

Fundamentalmente has traducido la columna de Wolf en el FT de ayer... sin mencionar su tesis principal (que es, en mi opinión, lo importante): una medida que es demasiado peligrosa de utilizar, no debería de existir en primer lugar.

¿Por qué está el Partido Republicano tan desnortado?

Pues porque aún no ha digerido perder las elecciones presidenciales frente a un negro. ¡Y por dos veces!

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Con euros y a lo loco

Sobre el blog

La entrada en el euro de España y otras economías del Sur de Europa les permitió financiarse a unos tipos de interés históricamente bajos. Particulares y administraciones se endeudaron para gastar a lo loco. En el caso español, la fiesta acabó con el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. Ahora toca pagar esos excesos, aprender del rigor fiscal y capacidad de ahorro de nuestros socios alemanes y reformar la economía para encontrar un nuevo modelo productivo que nos permita volver a crecer. Pero, ¿cuánta austeridad nos podemos permitir en medio de una recesión? Y ¿servirá esta para que Alemania se fíe de sus socios del sur y acceda a reforzar institucional y financieramente la deficitaria unión monetaria? El futuro del euro depende de ello.

Sobre la autora

Victoria Carvajal

Victoria Carvajal, economista por la New York University, fue redactora en la sección de Economía de El País en los años convulsos de la peseta en su recta final hacia la unión monetaria. Ahora en este blog pretende analizar el también convulso momento que vive la zona euro y otros temas relacionados con la economía internacional.

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