Nombran a una mujer progresista al frente de la Reserva Federal y los mercados no caben en sí de gozo. Curioso, ¿no? Janet Yellen sustituirá en enero de 2014 a Ben Bernanke y será la primera mujer en la historia que ocupará el puesto más influyente de la escena económica mundial. Su elección, impuesta a Obama por el ala más progresista de senadores demócratas tras rechazar al candidato del presidente, el más neoliberal Larry Sumers, permite anticipar que se mantendrán los estímulos de la política monetaria a la economía. Yellen, como vicepresidenta de la Fed, ha sido una de las madrinas del programa de compra de bonos en los mercados para inyectar al sistema 85.000 millones de dólares al mes con el objetivo último de estimular el empleo. Que se mantenga esas inyecciones de liquidez, por encima de la trayectoria y de las ideas de Yellen, es lo único que hoy importa a los mercados financieros.
Nacida y criada en Brooklyn, en el seno de una familia humilde de origen judío, Janet Yellen, de 67 años, es una mujer hecha a sí misma. "Es una mujer pequeña con un coeficiente intelectual grande", así la define un colega de la Fed. Forjó su carrera académica en la Universidad de Berkeley, donde formó parte del grupo de economistas contrario al dogma de la eficiencia de los mercados. En la Universidad de Yale fue brillante alumna de James Tobin, el autor intelectual de la debatida tasa Tobin diseñada para gravar el libre movimiento de capitales. Entre 2004 y 2010 presidió la Reserva Federal de San Francisco y fue una de las escasas voces dentro de la institución que advirtió de los peligros de las hipotecas basura y otros complejos instrumentos financieros meses antes del estallido de la crisis en septiembre de 2008.
Pese al entusiasmo de los inversores, conviene recordar que Yellen ha sido siempre partidaria de regular mejor los mercados financieros para prevenir abusos o evitar choques financieros que pongan en riesgo el crecimiento. Junto con Mary Joe White, antigua fiscal elegida por Obama para liderar la Stock Exchange Comission, puede hacer un tándem bastante más vigilante con los excesos de Wall Street.
Y es que frente a la etapa laissez-faire de la Fed de Greenspan, la futura presidenta de la Fed ha luchado para que la creación de empleo sea junto con el crecimiento (además de la inflación) uno de los objetivos de la Reserva Federal. Cree que los bancos centrales, en nombre de ese objetivo, deben aprender a vivir con un poco de inflación y no aspirar a eliminarla.
De lo que nadie duda es de que Yellen recibe una complicada herencia de manos de Helicóptero Bernanke. Se enfrenta a una Fed dividida entre los contrarios a reducir los estímulos, que ganaron la batalla el mes pasado para sorpresa de los mercados, y los que creen que de no hacerlo pronto la credibilidad del banco central puede verse comprometida. Lo cierto es que la economía de EEUU no termina de recuperarse. Si el año pasado creció un 2,8%, este año la mayoría de expertos espera que el PIB aumente un 1,6%. Sólo el aviso que hizo en mayo Bernanke de la posibilidad de reducir estas inyecciones provocó un vertiginoso aumento de los tipos de interés a largo plazo (bonos a 10 años) que ha dañado la recuperación del mercado inmobiliario nacional.
También está en juego la estabilidad de los mercados financieros del resto del mundo, sobre todo los emergentes, que fueron los que más sufrieron la huída hacia activos más seguros que ocurrió en verano cuando se temía que la Fed retiraría sus inyecciones. La nueva responsable de la Fed deberá tener muy en cuenta estos efectos. Es probable que así se lo hagan saber los responsables financieros del G20 que se reúnen próximamente en Washington. Por el momento, casi todos los dirigentes de los bancos centrales de los países emergentes respiran con alivio tras conocer el nombramiento de Yellen.
Normalizar la política monetaria de la Reserva Federal no será nada fácil. Veremos si eso que dice Obama de que Yellen "es muy dura y no sólo porque sea de Brooklyn" le ayuda a acertar en la difícil tarea. La recuperación de la economía mundial está en juego.
Hay 2 Comentarios
Es bien sabido que la Reserva Federal, a diferencia de los Bancos Centrales en Europa, tiene un doble mandato: luchar contra la inflación y conseguir el pleno empleo. Es un mandato en buena parte contradictorio pero, a mi juicio, mucho más inteligente que el simple objetivo de mantener la estabilidad monetaria. La gran duda que se plantea tras la designación de Janet Yellen es si va a seguir la linea de su antecesor de dar prioridad al crecimiento, con el peligro de que la inflación pueda aparecer en el futuro, o va a empezar a tomar medidas más prudentes, retirando poco a poco la inyección masiva de liquidez al sistema. Esa es la gran cuestión. En terminos americanos la pregunta que se hacen los comentaristas estos días es si Yellen es un “hawk” (halcón), partidaria de la estabilidad, o una “dove” (paloma), que defiende el empleo por encima de todo. Sus declaraciones hasta ahora indican una enorme sensibilidad por el problema de empleo, pero no se descarta que si el nivel de para, actualmente en el 7.3% cayera por debajo del 6.5% sus prioridades pudieran cambiar e inclinarse hacia la lucha contra los posibles peligros de la inflación. Time will tell!
Guillermo Wilder
Publicado por: Guillermo Wilder | 12/10/2013 4:20:19
Es bien sabido que la Reserva Federal, a diferencia de los Bancos Centrales en Europa, tiene un doble mandato: luchar contra la inflación y conseguir el pleno empleo. Es un mandato en buena parte contradictorio pero, a mi juicio, mucho más inteligente que el simple objetivo de mantener la estabilidad monetaria. La gran duda que se plantea tras la designación de Janet Yellen es si va a seguir la linea de su antecesor de dar prioridad al crecimiento, con el peligro de que la inflación pueda aparecer en el futuro, o va a empezar a tomar medidas más prudentes, retirando poco a poco la inyección masiva de liquidez al sistema. Esa es la gran cuestión. En terminos americanos la pregunta que se hacen los comentaristas estos días es si Yellen es un “hawk” (halcón), partidaria de la estabilidad, o una “dove” (paloma), que defiende el empleo por encima de todo. Sus declaraciones hasta ahora indican una enorme sensibilidad por el problema de empleo, pero no se descarta que si el nivel de para, actualmente en el 7.3% cayera por debajo del 6.5% sus prioridades pudieran cambiar e inclinarse hacia la lucha contra los posibles peligros de la inflación. Time will tell!
Guillermo Wilder
Publicado por: Guillermo Wilder | 12/10/2013 4:20:19