El desafío de la desigualdad

Por: | 10 de diciembre de 2013

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El Papa Francisco, el presidente Obama y un creciente grupo de economistas, incluido alguno del FMI, están dándole visibilidad a un tema del que apenas se habla en las altas instancias del poder: la creciente desigualdad de las economías avanzadas como resultado de las políticas elegidas para salir de la crisis. La prolongada recesión, los recortes de los subsidios sociales y la educación, el paro y la precariedad del empleo, la devaluación interna, el impacto de las políticas expansivas de los bancos centrales en el aumento de las rentas altas... Todos son factores que están ampliando la brecha entre las rentas más altas y las medias y bajas. Un desequilibrio que, además de poner en peligro la necesaria cohesión social, impide que la recuperación cobre más brío. El fantasma del declive secular (persistente caída o mínimo avance del crecimiento) crece. Y su causa ya no es sólo el exceso de endeudamiento. El debilitamiento económico de la clase media está obstaculizando la recuperación del consumo, principal motor de estas economías.

Si hasta hace poco Europa podía presumir de que su modelo económico atenuaba las diferencias entre las rentas altas y bajas, vía impuestos progresivos y tranferencias (subisidios sociales), las políticas de austeridad están modificando ese equilibrio. Hasta el FMI, que en esta crisis ha atemperado su defensa a ultranza de las políticas de rigor fiscal, cuantifica en un informe los efectos de los recortes sociales en el aumento de la desigualdad. El organismo concluye que los porgramas de austeridad basados en los recortes de los subsidios sociales deterioran más la brecha entre ricos y pobres que si estos se basan en unos impuestos progresivos. Sus autores advierten de que a falta de una mejor distribución de los esfuerzos, la desigualdad que esas políticas están generando dañarán el crecimiento a largo y medio plazo.

Algo se mueve en la conciencia de las instituciones que han participado en el complot de la austeridad. Si hace unos meses la Comisión Europea publicó un informe en el que cuantificaba el coste en términos de crecimiento de las políticas de austeridad (a España le ha costado 9,7 puntos del PIB), ahora es el FMI el que alerta sobre las consecuencias de esas políticas en la distribución de la renta. Cita el coeficiente Gini (llamado así por el economista italiano que lo desarroló) que mide esa desigualdad antes y después de impuestos y transferencias, en forma de coberturas sociales o gasto en educación, (ver tabla).

Gini index

España está en el sexto puesto junto a Canadá, Grecia y Australia. Lo relevante es ese 0,38 y como se aproxima al 1 que es el indicativo de la máxima desigualdad. La línea azul oscura representa el puesto que ocupamos después de aplicar impuestos y los subsidios sociales que han de atenuar las diferencias de ingresos. Si Estados Unidos es el extremo de sociedad poco solidaria, España, frente a un 0,31 que tenía en 2003, ha escalado varios puestos a causa de la austeridad y se sitúa ahora entre los primeros.

¿Por qué esta cuestión no está en el debate parlamentario, nacional o europeo? En los últimos años, a consecuencia de que se dispararan los desequilibrios fiscales, concretamente el déficit, la receta a aplicar para recuperar la credibilidad de los mercados, esto es, poder vender nuestra deuda a unos precios asumibles para seguir financiando el déficit, ha sido la austeridad indiscriminada, siguiendo los dicatos de Bruselas. Y sí, los tipos de interés que hemos de pagar todos (el Tesoro en nuestro nombre) se han reducido. Y eso es bueno. Pero ¿se ha escogido bien qué impuestos subir y qué gasto social recortar? Y ¿era necesario hacer el ajuste en tan poco tiempo?

La aspiración era acercarse al modelo alemán. Pero en ese país la brecha entre ricos y pobres también ha aumentado. El modelo de potencia exportadora ha permitido a la primera economía europea tener unas tasas de crecimiento envidiables, pero siempre basadas en la demanda externa. La demanda interna, que depende de las rentas de la mayoría de los alemanes, nada tienen que ver con esa mejora. Los mini jobs, la inexistencia de un salario mínimo, las menores rentas de los pensionistas, explican, junto con la tendencia natural a ahorrar de los alemanes, la debilidad de su consumo interno. Sólo ahora, con la gran coalición entre los conservadores de Merkel y los socialdemócratas se abre la puerta a que esa deriva se corrija. El establecimiento de un salario mínimo es un buen comienzo.

Hace dos meses, The Economist, el oráculo de los defensores del libre mercado, publicaba en sus editoriales un artículo titulado True Progressivism. En el subtítulo se lee: "Una nueva forma de política de centro es necesaria para luchar contra la desigualdad sin dañar el crecimiento económico". Interesante reflexión. En EEUU, por ejemplo, la desigualdad en las rentas entre el 1% más rico y el resto está en los niveles más altos desde 1928, antes de la Gran Depresión. Una familia americana media gana ahora, en términos reales, menos que en 1989. Y ello está haciendo mella en uno de los principios fundacionales de esa nación, la movilidad laboral. A menor renta, peor educación y menos posibilidades de acceder a un empleo que no sea basura (Wall Mart, McDonalds...). Son trabajadores que no llegan a fin de mes y que necesitan complementar su salario con ayudas sociales y que que viven cada vez más alejadas de la sociedad. Como advertía el profesor de Política y Justicia de Harvard, Michael J. Sandel, en una entrevista publicada en este diario, "la democracia no requiere igualdad perfecta pero si la gente vive en esferas cada vez más separadas el sentido de ciudadanía y del bien común es más difícil de sostener".

Otro economista, Stephen Roach, de la Universidad de Yale, destaca que la política de compra de activos de la Reserva Federal para estimular la economía, la celebrada Quantitive Easing, está agrandando esa brecha entre las rentas al ser una política que favorece sobre todo a los titulares de activos financieros, rentas altas, y tiene poco impacto en la economía real. De hecho, desde 2008 y tras tres tandas de QE por parte de la Fed, el consumo, que representa el 70% de la economía en EEUU, ha crecido sólo un 1,1% al año, la tasa más débil desde la II Guerra Mundial. Lo que explica el crecimiento anémico e irregular que está viviendo la primera potencia mundial.

Así que una de las consecuencias de la crisis de la que las economías desarrolladas empiezan a salir es que la desigualdad ha dejado de ser una característica de EEUU o de los países emergentes o en desarrollo. ¿Se está Europa americanizando, como sostiene el columnista del NYT Eduardo Porter? Ni siquiera un coloso como Nelson Mandela, con un legado moral tan imponente, supo cómo combinar la reconciliación racial con la económica, que sigue estando pendiente en Sudáfrica. ¿Permitirá la salida de la crisis reestablecer los mecanismos de redistribución de la riqueza para fortalecer la cohesión social y asegurar la buena salud de las democracias avanzadas?  Hoy por hoy, nada apunta en esa dirección.

Aquí un video homenaje a Mandela. Contaba con humor que cuando viajó al Reino Unido tras salir de prisión, la gente joven, a causa de los póster que divulgaron esta canción, 'Free Mandela', contra su encarcelamiento y que universalizó su nombre, le llamaban 'Free', pensando que es era su nombre de pila. En cualquier caso, un gran tema.

 

 

 

 

Hay 14 Comentarios

Es verdad que la balanza europea de pagos sigue con superávit pero, ¿por cuánto tiempo? Ya empiezan a oírse en Alemania voces de preocupación por la fortaleza del Euro y sus efectos a medio plazo sobre la competitividad y las exportaciones. En la industria del automóvil se están produciendo importantes movimientos de deslocalización hacia Estados Unidos entre los que destaca la transferencia de una parte importante de la fabricación del Mercedes modelo Clase C, con pérdidas de al menos 2.000 empleos en Alemania. Otros casos significativos son, en la misma línea, Wolkswagen y BMW.
En Francia, hace sólo dos meses, oímos la voz del Ministro de Industria, Arnaud Monteborg, criticando la Fortaleza del Euro como "absurda" culpando al BCE de "no respetar los objetivos de inflación". Por tanto, los dos grandes países de la eurozona empiezan a sentir ya los efectos nocivos de una política monetaria estricta y su consiguiente efecto sobre el valor del Euro, por lo que parece probable que estemos ante el inicio de un cambio de rumbo. ¿"Wishful thinking"? Esperemos que no.

INFORME COMPLETO DE OXFAM.

"GOBERNAR PARA LAS ÉLITES, secuestro democrático y desigualdad económica"

También se incluye en este link
"REFLEXIONES PARA ESPAÑA"

http://www.oxfamintermon.org/es/documentos/17/01/14/gobernar-para-elites-secuestro-democratico-desigualdad-economica

Creo que el analisis no esta bien, muy centrado en las "políticas económicas de la USA", que justo causan desigualdad.. 1) austeridad significa "política de ahorro", es algo imprecindible para mantener los programas sociales de un estado. 2) A partir de cierta riqueza de una sociedad, la desigualdad no depende de "austeridad", sino del repartimiento apropidado de la riqueza. Por ejemplo la desigualdad en la USA existe simplemente porque el estado esta "bajofinanciado", no "sobrefinanciado como en Europa, es decir en la USA no se quita por medio de impuestos demanda a los biensituados y a la clase media y se entrega esta demanda a los necesitados con a) garantías de formación y becas para hijos de pobres, b) vivienda social, etc.. Esto existe en Centroeuropa y en Escandinavia, que aportan mucho mas con los impuestos de la clase media y los biensituados a los necesitados que la USA, Espana o Grecia.. C) Polonia o la República Checa tienen un mejor repartimiento de riqueza de USA, Espana o Grecia.. D) el tema tabu en la USA es repartir riqueza/demanda, de la clase media/biensituados a los necesitados. (Para los keynesianos: la demanda no se pierde con mas impuestos IVA, etc. como en Suecia, Centroeuropa, al contrario, la demanda solo se reparte y se entrega a los necesitados, que estabilizan con su consumo en crisis económica.). E) Un economista anlizó lo siguiente: si la USA tuviera el gasto social de Austria, tuviera que aumentar por 4 trillones (billones en Europa) el gasto estatal estadounidiense.... Es decir, Centroeuropa hace mucho mas keynesianismo con sus programas sociales que los EE UU.... Centroeuropa y Escandinavia tiene con el estado social un keynesianismo continuo que estabiliza en la crisis económica... Los que tienen que hacer mas keynesianismo (introducir al estado social) es EE UU.

Ford decía "quiero fabricar un coche que los trabajadores de mi fábrica puedan comprar". Eso, el mundo de un capitalista como creador de riqueza social, pasó a la historia. Ahora el dinero circula anónimamente para hacer dinero, no riqueza. Las transacciones reales de dinero por mercancías/servicios son una séptima parte del total. Esas personas que hacen eso y van sumando millones a sus cuentas en paraísos a la sombra de la libre circulación anónima de capitales no son Ford, no son seres humanos sociales, no nos interesan como miembros de la sociedad.
La sociedad, los gobiernos y las entidades internacionales deberían señalarlos, identificarlos y marginarlos. Son pocos y deberíamos ser capaces de cortar los lazos que unen su dinero con la influencia política decisiva que tienen (prácticamente todos los políticos USA les deben). Ese dinero es el responsable de que se elija como defensores del bien común (políticos) a los más incompetentes (ver España). Los corruptos son solo una subespecie - la incompetencia es la tragedia más grave.

La desigualdad es tan vieja como la propia historia. El zoo humano sigue anclado en la tradición de saqueados y saqueadores, pobres en la miseria, y ricos en el boato de la riqueza material. Los saqueadores carecen de riqueza espiritual. Nunca pensé que el ADN de Adán y Eva mutase de la bondad a la maldad. Se ve que no fueron bien fabricados por el supuesto poder divino.

En un mercado global, con competidores que tienen a sus trabajadores en régimen semiesclavista, con sociedades como el sureste asiático dónde su gente joven da sopa con hondas en preparación y capacidad a la juventud española, la política que sigue este gobierno, víctima de las urgencias y de las imposiciones de quienes disfrutan de otro modelo socioeconómico, además de su equivocada ortodoxia económica y su caduca ideología social, sólo puede llevarnos a una degradación paulatina y aún mayor de la sociedad española. Si se recorta en educación y sanidad, I+D, ciencia, a la vez que se apuesta por la recuperación vía exportación, la única salida que nos queda es competir con países emergentes, es decir, con aquellos países con las desigualdades más acentuadas y con una calidad democrática muy cuestionable. Esto es lo que tan sólo en dos años de gobierno estamos viendo. Y es que con las políticas que se siguen no hay otra. Seguiremos avanzando por este camino que en nuestro país, acuciado por problemas territoriales, institucionales, y con un pasado y una historia detrás, mucho me temo que llevará a la ruptura social. La situación ya es inaguantable para millones, de seguir así lo será para mucha más gente.

De acuerdo. Los alemanes deberían bajar los impuestos. Es la mejor forma de fomentar la demanda.. b) Se necesita una ley de insolvencia estatal "dentro del euro", que significa pérdida de soberanía fiscal por un tiempo, pero responsabilidad de toda la zona euro por un mínimo social de la población de un país en insolvencia.

Dos visiones se enfrentan: una que estima que en la confianza y el respeto entre personas está el origen de los negocios. Y que por tanto una sociedad igualitaria, que da confianza y respeto será mejor posicionada para el negocio. Otra que estima que el motor del intercambio económico es el miedo: miedo a la soledad, a la enfermedad, a la inseguridad, al aburrimiento. Y por tanto que estima que una sociedad del miedo es una sociedad que mueve más negocios. En el mundo hay economías del miedo y economías de confianza. Miren la lista de países por PIB per cápita. Debajo están las economías del miedo, encima las de la confianza.

Gracias Victoria por tan magnifico ensayo, dejas demostrado que la desigualdad no es compatible con el crecimiento economico.

Es inexplicable el afán de querer acercarse a un determinado modelo de país (Alemania), cuando las diferencias son abismales, empezando por la mentalidad, incluyendo, la empresarial, valores éticos/morales, sistema de educación, sistema económico, sistema sanitario, sistema social (medidas desde los tiempos de Otto von Bismarck en el Siglo XIX), políticas laborales, tipo/calidad de industria etc.etc. En lo referente a la calidad de los productos hechos en Alemania, en tiempos de gran competencia con países con costes de producción más baratos, sobre todo asiáticos, a veces no basta ya solo con ofrecer productos de buena calidad. Por ello en el sistema: 'Made in Germany' se incluye una serie de servicios adicionales. Una empresa alemana no solo vende una maquinaria, sino que también la instala, capacita al personal del comprador, ofrece un servicio de atención al cliente las 24 horas del día. Se trata de garantizar el buen funcionamiento del producto. Uno de los pilares del éxito del 'modelo alemán' es la alta tecnología: Alemania apuesta por las innovaciones técnicas. 11% de los alemanes trabajan en la industria de la alta tecnología y € 70.000 millones de euros se invierten cada año en investigación. El continuo flujo de expertos técnicos en Alemania resulta beneficioso, especialmente, para las medianas empresas, la base de la economía alemana. La empresa mediana en Alemania es aquella que no tiene más de 500 empleados. Estas constituyen más del 99% de las casi 3 millones de empresas que hay en Alemania. La mayoría de ellas, familiares y lo suficientemente rentables como para que no haya necesidad de ponerlas en bolsa. Solo en Octubre del 2013, las exportaciones germanas alcanzaron los € 99.100 millones, la cifra mas alta que se haya alcanzado en un solo mes, debido a la fuerte demanda de los países europeos que NO pertenecen a la zona euro. Audi y Porsche han aumentado sus ventas en lo que va del año 2013, debido al impulso de China, México, EEUU y Reino Unido. El consumo interno ha aumentado lo que es una muestra de la buena salud económica por la que está atravesando el país germano. Con 42 millones de alemanes trabajando, no es de extrañar de que el país haya alcanzado un récord en recaudación. Hay quienes les encanta mencionar los mini-jobs alemanes, pero, al parecer nadie sabe de lo que trata. Los mini-jobs en Alemania fueron diseñados para trabajos NO cualificados, dirigidos al colectivo de escolares a partir de los 16 años, estudiantes universitarios, amas de casa y, también para cualquier persona que, hasta teniendo un trabajo fijo o una pensión quiera ganarse un dinero extra por € 450/mes (no cotiza) x 15 horas/semanales = 60 horas/mes à € 7,50/hora (se gana mas por hora que con el SMI español). El SMI en Alemania x € 8,50/hora, se fijará por ley recién en el 2015, el que quedará concentrado en las profesiones de servicios: camareros, peluqueros, agentes de ventas o asesorías telefónicas (call-centers), dependientes, cocineros o limpiadores.

Es totalmente lógico que cada vez exista mas desigualdad: mucha gente sin dinero y pasando hambre y cada vez mas dinero en pocas manos.
Los políticos y gobernantes solo piensan en cifras macroeconómicas; los países desarrollados solo están pendientes de sus índices bursátiles, el reto entre países es de tipo económico y cada vez de afianzan y fortalecen más las relaciones ocultas entre los grandes poderes del dinero (Banca, Transnacionales, Etc.) y los gobernantes; todo esto también ocurre dentro de un mismo país. Cada vez se acrecienta mas la devoción y amor por el dinero y el consumismo.
Con solamente el 0,2 % del PIB mundial se resolvería el problema del hambre de 600 millones de niños.
Todo es un asunto de buena voluntad y de estar interesados realmente por la desgracia de los demás; pero la esencia del ser humano es el EGO y su ropaje externo es la HIPOCRESÍA.

MARA (www.transfilosofia.blogspot.com)

“LA UNIÓN EUROPEA Y LA OTAN INTERVIENEN EN LOS ASUNTOS INTERNOS DE UCRANIA”: http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2013/12/la-union-europea-y-la-otan-intervienen.html

¿QUÉ SABES O CREES SABER SOBRE “TRANSPARENCIA INTERNACIONAL”?: http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2013/12/que-sabes-o-crees-saber-sobre.html

A nivel de calle, lo que se puede decir es que el consumo en los supermercados de las ciudades europeas y los productos que se venden, se han reducido de forma considerable.
Y comparando cantidades, productos, y rotación de reposiciones, se puede sacar una radiografía bastante precisa de por donde respiramos.
Los ciudadanos de cada país en general, sin tener en cuenta las bolsas de pobreza que recogen a gentes en situación límite.
Estos compran menos, estos ni entran en el súper.
Marcando el volumen de cada uno de los sectores de la pirámide social por países, un retrato que no tiene desperdicio y que saca a flote una segunda economía en muchos casos de subsistencia primaria.
Por eso el impacto social que producen los gastos estentóreos que se publican, en encargos y en encuestas, o en fastos. Dispendios en salarios de alto copete, o en exenciones de impuestos.
O en mala gestión pública, o en descubiertos o en deudas millonarias que se guisan como el que bebe agua.
Sin inmutarse.
A cuenta de la gente.
Las dos partes muy separadas, los de arriba, la espuma, la crema, y los de abajo.
La suela de los zapatos, aunque informados y al día.
Como una olla que se cuece a fuego lento en nuestro primer mundo cibernético.
Diferente del segundo y del tercero, donde es costumbre seguir quietos viendo desde lejos desfilar el lujo.
Y los dineros.
Que por si solos, no son agua que puedan nunca mover ningún molino.

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Con euros y a lo loco

Sobre el blog

La entrada en el euro de España y otras economías del Sur de Europa les permitió financiarse a unos tipos de interés históricamente bajos. Particulares y administraciones se endeudaron para gastar a lo loco. En el caso español, la fiesta acabó con el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. Ahora toca pagar esos excesos, aprender del rigor fiscal y capacidad de ahorro de nuestros socios alemanes y reformar la economía para encontrar un nuevo modelo productivo que nos permita volver a crecer. Pero, ¿cuánta austeridad nos podemos permitir en medio de una recesión? Y ¿servirá esta para que Alemania se fíe de sus socios del sur y acceda a reforzar institucional y financieramente la deficitaria unión monetaria? El futuro del euro depende de ello.

Sobre la autora

Victoria Carvajal

Victoria Carvajal, economista por la New York University, fue redactora en la sección de Economía de El País en los años convulsos de la peseta en su recta final hacia la unión monetaria. Ahora en este blog pretende analizar el también convulso momento que vive la zona euro y otros temas relacionados con la economía internacional.

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