Heriberto Araujo y Juan Pablo Cardenal

China tiene que reinventarse en África

Por: | 01 de abril de 2013

 

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 Xi Jinping a su llegada a Tanzania, un histórico aliado de Pekín

La reciente visita del nuevo presidente chino a África, el segundo destino elegido por Xi Jinping tras Rusia, refleja bien las prioridades de la nueva administración china: socios no alineados con Occidente, potencias en emergencia (o re-emergencia, en el caso ruso) y ricos en recursos naturales.

En África, la nota dominante de los discursos de Xi Jinping ha sido enfatizar, como ya hicieron sus antecesores, la “dignidad” del pueblo africano, la “independencia” de sus naciones y el compromiso de Pekín con el continente. Sus interlocutores han sido, como es habitual, jefes de Estado y primeros ministro, además de empresarios locales y chinos.

Quizá su mayor capacidad de comunicación no verbal respecto a Hu Jintao, además de la elegancia de su esposa, Peng Liyuan, cuya campaña de relaciones públicas se ha visto empañada por las fotos que revelan su pasado como cantante de las tropas que masacraron a la población en la Plaza de Tiananmen en 1989, hayan dado un cierto aire de renovación a la imagen de China en el continente. Pero los problemas persisten y nada en los discursos de Xi permiten pensar que van a cambiar. 

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La primera dama china ante las tropas chinas que actuaron en la Plaza Tiananmen en 1989

Continúan, como digo, las reuniones a puerta cerrada con los líderes africanos, como ésta, que muestra a Xi almorzando con viejos amigos de China como el presidente angoleño, Jose Eduardo dos Santos, o nuestro conocido Teodoro Obiang Nguema. También destacan los titulares evocando la “firma millonaria de acuerdos” como el concluido en el Congo, un pequeño país donde China construirá una carretera de más de 500 kilómetros a cambio de acceso a las reservas de petróleo.

Pero lo que todavía no hemos visto es a Xi Jinping estrechar la mano de un trabajador africano empleado por una constructora estatal china, en Luanda o Mozambique, por ejemplo. O la de un minero que extrae el cobre en las reservas de Lubumbashi (RDC), contribuyendo a la urbanización del gigante asiático. Tampoco hemos visto a Xi Jinping escuchar los argumentos de los grupos defensores de las ‘minorías’ procedentes, por ejemplo, de Sudán, donde más de 50.000 personas se vieron afectadas por proyectos como la presa de Merowe, construida y financiada parcialmente por Pekín. La lista podría continuar.

En definitiva, esta gira africana puede haber servido para que hablemos de la primera dama y sus modelitos (una muestra más de la involución del periodismo), pero no sienta las bases de una nueva política de China en África. Es más, de lo sucedido ni siquiera se desprende que Pekín quiera modificar una sola coma su actuación, cuyas condiciones laborales (salarios paupérrimos, falta de seguridad, uso de mano de obra importada) y medioambientales, además de su modelo económico, basado en la explotación de recursos naturales de forma tan primaria como sea posible para llevar el valor añadido a China, dañan el impacto positivo de los flujos comerciales (más de 200.000 millones de dólares en 2012) y de inversión china (16.000 millones acumulados).

 

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No sólo los occidentales condenan estas prácticas. Incluso el gobernador de Banco Central de Nigeria evocó de forma bastante clara que China no está en África para hacer “regalos”, como se empeñan en defender algunos de los académicos y “expertos”. Una visión que suele ser consecuencia de no haber pisado jamás el terreno y basarse en opiniones ideologizadas o, en el mejor de los casos, de hacer lo que hace Xi Jinping: hablar con las élites sin darle voz a la gente, a los principales afectados, que es lo que realmente importante para captar la totalidad de la foto.

China tiene que reinventarse para conquistar los corazones de los africanos. Dialogar con todos los actores sociales, incluyendo sindicatos, organizaciones obreras y campesinas, escuchar a las ONGs que están sobre el terreno. En la cultura china quizá sea un signo de debilidad, pero así es como se apuntala la influencia en la sociedad a largo plazo.

Hay 16 Comentarios

¿Por qué el título de la edición en inglés de "La silenciosa Conquista China" ha perdido la palabra "conquista" para quedarse en "The Pioneers, Traders, Fixers and Workers Who Are Remaking the World in Beijing's Image"? Creo que el blog debería también modificar su título, restarle amarillismo. Amarillismo. Que bien me ha quedado.

BRICS – MERCADOS EMERGENTES CON CAPITAL POR EMERGER - Análisis en 3 gráficos de la evasión fiscal de los grandes patrimonios de los BRICS. Evasión fiscal, el verdadero enemigo de la proliferación de las clases medias - http://www.miguelangeldiez.com/2013/04/04/brics

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(2) Segundo, tiene que aprender a mirar el mundo como lo vemos acá en América Latina. Ustedes los europeos están llenos de complejos y cargan con una larga hiustoria de imperialismo y explotación del tercer mundo, lo que les impide ver la ventana de portunidades que abre la llegada de nuevos competidores a África.


La llegada de China, si bien no beneficia directamente a los trabajadores, genera competencia por los recursos africanos. Ello implica que los débiles Estados africanos tiene mayor capacidad de maniobra para negociar con las empresas extranjeras y conseguir así mejores precios a sus materias primas, imponer una carga fiscal más alta y obtener contratos de construcción a precios infinitamente más m´podicos que una empresa europea. La calidad no es la misma, por cierto. Pero construir una carretera o un fertocarril a mitad de precio, en países en los que no sobra precisamente el dinero, es una ganga, y no aprovecharla sería estúpido.


Acá en AL estamos acostumbrados a negociar así. Mientras más competencia haya y el mundo sea más multipolar, nosotros ganamos, siempre y cuando los países sean capaces de aprovechar esa ventana de oportunidades y no desperdiciarla construyendo elefantes blancos y robándose el dinero de las arcas públicas.


En cambio, cuando sólo tienes un oferente, estás obligado a comprarle al precio que él mande, y a aceptar todas sus condiciones sin posibilidad de negociar, como sucedió con el FMI en las dos décadas pasadas.


Todo se reduce a un equilibrio de poder. Pero está en manos de los dirigentes de las naciones africanas el aprovechar esas oportunidades y no dejarlas pasar.

Lástima que en Europa no puedan ver eso.

(1) A ver, veamos los hechos, los porfiados hechos.


China no se comporta muy distinto a lo que se han comportado (y se siguen comportando) los países europeos en África desde el siglo XIX. Eso es cierto. Incluso, las condiciones de trabajo que ofrecen las empresas chinas a los trabajadores africanos es peor aún que la que ofrecen las empresas norteamericanas o europeas. Sería falso afirmar lo contrario.


Pero hay varios "peros" a esa argumentación. Primero, para poder criticar a China, los países europeos deberían predicar con el ejemplo e intentar ser imparciales. Las minas chinas de Lubumbashi (en la RDC) son un infierno laboral, sin duda alguna. Pero al menos una parte de sus ganancias van a parar al fisco. Tenke Fungurume, la gigantesca mina de cobre y cobalto ubicada al norte de Lubumbashi, fue literalmente regalada a una empresa canadiense, que utilizó desde el soborno a ministros hasta la presión internacional (por parte de EEUU) para mantener sus privilegios, sin pagar un mísero centavo al Estado.

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Naturalmente, porque ya no son los revolucionarios dle pueblo, ahora son los capitalistas del pueblo.

Si China entra en África es para entrar como un elefante en una cacharrería, esta claro

China debería empezar a mirar un poco para dentro, y dejarse de tanto comercio exterior

Cuando lo hace Cristina Fernandez es populismo, señor yo creo que usted está sesgado, marcando una preferencia por occidente o tal vez un desprecio hacia China.

creo que china pone en equilibrio el Occidente, cuyo es necesario. China ha hecho bastante en apoyar el pueblo Africano que lo que hicieron Europeos con la coloniciacion. Africa y China tiene un futuro comun y mas coperativa que la distrucion que fue realizado por Occidente.

Los chinos son muy listos, ellos dicen, hara lo que tu hagas. Predicar con el ejemplo es la mejor manera de legitimarse.

También debería reinventarse a si misma y dejar de encarcelar a los ciudadanos que critican el Estado chino.

Carla
www.lasbolaschinas.com

Josefa, no se trata si quieres de exigir que China se comporte de otra manera, pero habrá entonces que reconocer que China en el siglo XXI y dirigido por el Partido Comunista se comporta en África igual que las potencias imperialistas a principio del siglo XX. Qué pena.

Estudia como se impuso el modelo occidental en los paises de america del sur y Africa durante el siglo XX. No hubo ningun dialogo con nadie, era y es una estrategia de dominacion. Por que pides que China se comporte de manera no humana?

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Sobre los autores

Heriberto Araujo y Juan Pablo Cardenal son periodistas españoles en China desde 2007 y 2003, respectivamente. Juntos han escrito el libro "La silenciosa conquista china" (disponible ya en español, mientras se traduce a cinco idiomas), una investigación de dos años por 25 países en el mundo en desarrollo para comprender la expansión del gigante asiático y sus consecuencias. Ahora le siguen los pasos también a la irrupción de China en Occidente.

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