La futura estructura social de la España post-crisis

Por: | 02 de agosto de 2012

Visto lo visto, conviene no solo pensar en cómo saldremos de la crisis: hay que tratar de anticipar en qué nos convertiremos. Y un ámbito de interés es en qué puede acabar convirtiéndose España en términos de estructura social. Para abordar el tema empezaré hablando muy simplificadamente de las clases que componen la estructura social (sin ser particularmente preciso en el uso de los términos), de las necesidades de una sociedad como sistema (conservación e innovación), de cómo han operado los actores de la estructura social española y, por último, del pronóstico de qué tipo de estructura social podemos acabar teniendo.

De manera resumida, para no acabar escribiendo un tratado sobre la estructura social, y procurando  evitar hablar desde mi perspectiva ideológica, nuestra sociedad puede analizarse en términos, al menos, de élites, clases medias y clases subalternas.

Las élites pueden ser completamente autoseleccionadas (y perpetuadas a lo largo del tiempo) o renovarse en función de una movilidad social ascendente (y descendente). Pueden también desarrollar su gestión orientándose a la obtención del beneficio propio y de los suyos, o actuar desde la perspectiva del bien común (siendo conscientes de una natural tendencia a confundir el beneficio propio con el colectivo, sin embargo existen ejemplos de élites no corruptas y preocupadas por el mejor desempeño posible del sistema que gestionaban). Y pueden, o no, ser fiscalizadas (transparencia, justicia y medios de comunicación independientes,...).

Las clases subalternas pueden tener sus herramientas de defensa y presión (sindicatos -que en ocasiones dan lugar a las "élites obreras"-, medios de comunicación propios o al menos mínimamente afines, y partidos políticos con al menos cierta sensibilidad de clase), o encontrarse desestructuradas y sin capacidad de influir de manera colectiva.

Las clases medias (con su habitual fragmentación e inestabilidad: según su relación de dependencia con el Estado, su capital intelectual vs patrimonial..., que les llevará a adoptar actitudes más o menos conservadores, liberales, progresistas..., o incluso alianzas con las clases subalternas), en una sociedad que permite la movilidad social ascendente, son las que en mayor medida permiten insertar innovación en el sistema, frente a la tendencia naturalmente conservadora de las élites y a los límites que el menor capital, cultural y patrimonial, impone a las clases subalternas.    

A nivel de sistema, una sociedad tiene dos objetivos: integración como generadora de cohesión (condición de supervivencia) e innovación (para responder a las condiciones cambiantes del entorno)

Algunas claves de una sociedad integradora moderna son, además de un sistema político representativo, contar con unos medios de comunicación que reconozcan y recirculen los discursos e intereses de todas las clases, unos mínimos servicios sociales que favorezcan la integración (sanidad y educación al menos), herramientas de defensa de los propios intereses en manos de todos los actores (partidos, sindicatos, asociaciones,..), y un respeto a las condiciones del juego (control de los poderes públicos, ausencia de corrupción, legislación estable,...). Y para, además de integradora, resultar mínimamente dinámica y competitiva en un entorno globalizado, debe dejar espacio a la innovación y permitir la movilidad social (reconfigurar las élites y permitir el acceso a las clases medias de las clases subalternas generación a generación).

Si esto es así, ¿de dónde venimos en términos de estructura social en España? Tuvimos una oportunidad gracias al contexto peculiar de los 70´s del flanco sur de la OTAN de convertirnos en una sociedad integrada e integradora. La hemos desaprovechado. Excepto unas pocas excepciones, claramente hemos tenido unas élites ineptas y/o irresponsables y/o corruptas ("el mejor país para hacerse rico" según Solchaga, que solo han "supurado" a los suyos cuando han resultado demasiado evidentes o amenazaban sus propios equilibrios: véase Mario Conde o Jesús Gil), preocupadas por hacer todo lo posible por mantenerse y enriquecerse (nepotismo explícito, o indirecto vía modelo educativo, capitalismo de amigos,...), con un sistema político estancado, una ausencia de renovación de los discursos (como bien señala ese feliz hallazgo terminológico que es "la Cultura de la Transición"), unos medios de comunicación que han sido incapaces de expresar cualquier tipo de disenso (de ETA responsable del 11M mientras los medios internacionales hablaban del terrorismo islámica, hasta la total complacencia de la prensa económica con la burbuja inmobiliaria), unas clases medias acomodadas tratando de diferenciarse en lo que podían de las clases subalternas por la vía de la posesión y el consumo, ignorantes de la cada vez más débil situación de España en los mercados globalizados, y unos líderes de la más potente herramienta de las clases subalternas, los sindicatos, en una dinámica de confort y pacto (por más que, pese a todo, haya sido la izquierda social y política la única que viniese señalando las debilidades del modelo socioeconómico), por no hablar del peso de la inmigración como "facilitador" de la mejora de las condiciones de vida de las clases subalternas nativas.  

Las consecuencias ya son sabidas en términos de crisis económica. Pero en términos de estructura social, ¿hacia dónde vamos? Pues, o lo evitamos, o aún a peor: las élites no tienen intención de corregirse (distribuyendo su responsabilidad en el "hemos vivido por encima de...", dañando aún la representatividad política, buscando "consensos" e insistiendo en la necesidad de "mirar adelante"), clases subalternas desestructuradas (pérdida de relevancia del factor trabajo -por el paro, las condiciones laborales,...., y por los ataques a los sindicatos) y, dentro de las clases medias, las más dinámicas, las mejor formadas, las que más capacidad tenían para renovar discursos, modelo productivo, ..., van a emigrar. De no remediarlo, nos acercamos a un modelo de estructura social que se asemeja al de las sociedades coloniales: dependencia del exterior, caciques en lugar de élites, clases medias pedigüeñas de lo que el Estado o el capitalismo de amigos pueda aún ofrecer, tejido productivo desarbolado y clases subalternas siempre amenazadas de exclusión social. Marruecos, quizás, pero sin ni siquiera su tibia promesa de futuro. Un modelo social escasamente integrador y que, además, dificulta cualquier capacidad de innovación endógena. El panorama de la crisis es desalentador: mirar más allá quizás aún da más miedo.

Hay 12 Comentarios

primer comentario es el trio de periodistas que participan en la encuesta- uno de antena tres, otro del diario la razon y otro del diario el mundo. Entiendo que estos medios de comunicacion tienen todos los parabienes del sr. Expresidente del Gobierno, son columnas basicas de la ideologia conservadora y por consiguiente trataran por todos los medios en adoctrinar en dicha ideologia. Es decir, que hablamos de medios de comunicacion que no disponen de una independencia total, ni de una veracidad total en temas relacionados con ideologia conservadora.

En una crisis como esta, que cada vez es más sistémica, necesitamos replantearnos muchos de nuestros esquemas de organización social. Llama la atención, por ejemplo, la naturalidad con que se asume que millones de personas, muchas de ellas en plenas facultades y con una enorme preparación, sean expulsadas de la actividad sociolaboral y desactivadas solo por llegar a una edad de jubilación. Si queremos/necesitamos reinventar esta sociedad, tendremos que buscar fórmulas para aprovechar socialmente todo nuestro capital humano. Recomiendo: http://www.otraspoliticas.com/politica/la-crisis-y-el-valor-de-los-mayores

Patra los que les guste ver el futuro, en particular como sera españa despues de la crisis, les invito a mirar Chile, no es igual pero se parece al futuro español.

Creo que va siendo hora de plantear soluciones. Todos a estas alturas sabemos el qué, el porqué, el cómo y el quiénes. Mis propuestas (que no originales) apuntan en estas dos direcciones: no ejercer el derecho a voto y convocatoria de huelgas indefinidas en los sectores claves de la sociedad (sanidad, educación, transporte,...). Por supuesto que este sistema se puede cambiar pero tenemos que empezar por creerlo nosotros primero. Cada día me parece más la realidad como una representación de títeres, y la ciudadanía no somos precisamente los que movemos los hilos.

Les adelanto lo que va a pasar en las próximas horas, para que se les vaya haciendo el cuerpo: este jueves viviremos otro día negro, la prima se acercará a los 700 puntos, el bono a diez años superará el 8% y la Bolsa sufrirá el mayor desplome de su historia. Rajoy y su Gobierno estarán desaparecidos todo el día, el BCE repetirá que no está para arreglar los problemas de los países, desde todos los frentes se sucederán los mensajes animando a España a que pida un rescate cuanto antes, y el Eurogrupo convocará una reunión de urgencia para el día siguiente.
El viernes no amanecerá mejor: aunque a primera hora se relajará algo la prima y subirá tímidamente la Bolsa, a lo largo de la jornada todos los indicadores empeorarán, mientras el Consejo de Ministros improvisa una agresiva reforma del sistema de pensiones, un endurecimiento de la reforma laboral, y el despido de miles de trabajadores públicos. El Eurogrupo pasará la noche del viernes reunido (ya saben lo que les gusta trasnochar), rodeado de todo tipo de rumores catastrofistas.
El sábado por la mañana todos darán por hecho que el Gobierno español pedirá ese mismo día el rescate total del país, aunque los portavoces del PP y algún ministro lo negarán con rotundidad hasta que a primera hora de la tarde, desde el Ministerio de Economía, Luis de Guindos anuncie la solicitud de rescate, que por supuesto no se llamará rescate. Con un poco de suerte, el domingo por la mañana Rajoy hará una declaración a la prensa antes de marcharse a los Juegos de Londres para presenciar el España-Honduras de fútbol, mientras la prensa amiga repite que es un rescate dulce, y que ya les gustaría a los griegos.
Vale, me lo he inventado todo, pero ¿a que suena verosímil? ¿A que no encuentran imposible un escenario así, con un rescate total del país en esta misma semana? Aunque a fecha de hoy no parece probable que España vaya a pedir el rescate de aquí al sábado, nadie se apostaría una cena a que no vaya a ocurrir. Seguramente ninguno de ustedes se jugaría no ya una cena, ni un café, a que no vaya a haber rescate de aquí a septiembre, a que vaya a sobrevivir el euro, a que Rajoy aguante este año, y no digamos ya apostar a que no vaya a haber nuevas subidas del IVA, nuevas bajadas de sueldo a los funcionarios, nuevas reformas regresivas o nuevos hachazos a los pilares del Estado de Bienestar, que son ya escenarios que se dan por descontados, y de los que sólo cabe especular si serán dentro de un mes o de un año. En cuanto a la cifra de paro, la apuesta habría que situarla no ya en los seis millones, sino en los siete millones, y aun así nadie se jugaría mucho en un envite así.
Todo es posible, repetimos estos días. Todo-es-posible. Con lo que hemos visto en los últimos meses, con lo que llevamos vivido desde mayo de 2010, cualquier escenario, por insólito que parezca, se ha vuelto de repente verosímil. Si al final se cumple, nos cabreará, nos impresionará o nos asustará, pero no nos sorprenderá demasiado. Si alguien profetiza que dentro de unos meses desaparecerá el Estado autonómico, no le llamaremos loco. Tampoco nos parecería un disparate pensar en la sustitución de Rajoy por un tecnócrata (incluso circulan nombres ya), ni un retorno a la peseta que hace poco parecía impensable, o la desaparición de derechos que siempre hemos creído intocables, lo mismo la sanidad que la educación universales y gratuitas. Voy más allá: en esta Europa donde todo es posible, no hay escenario descartable a años vista, por descabellado que parezca: lo mismo la disolución de la Unión que la llegada a algún Gobierno de un partido fascista; lo mismo un restablecimiento de fronteras que una suspensión de la democracia en un país con problemas. Hasta hay quien dice ver guerras en el horizonte, aplicando la enseñanza de anteriores crisis del capitalismo que ya sabemos dónde acabaron. A estas alturas nos podemos creer cualquier cosa, nuestra capacidad para el asombro es cada vez menor, las certezas de ayer se diluyen y lo que antes era totalmente imposible hoy como mucho es improbable, que no es lo mismo.
Todo es posible, repetimos. Todo-es-posible, todo-es-posible, todo-es-posible. ¿Todo? ¿Pero todo, todo? Hagamos la prueba con otro tipo de escenario: si les vaticino que el Gobierno endurecerá la fiscalidad a las rentas más altas y las grandes empresas, creará una poderosa banca pública, dará un uso social a la bolsa de vivienda vacía, combatirá con dureza el fraude fiscal, consultará a los ciudadanos qué medidas tomar para salir de la crisis, y conseguirá un mejor trato europeo bajo amenaza de abandonar el euro, ¿se lo creen? No, no se lo creen, no lo ven posible. Ni todas juntas, ni por separado. Les parece más verosímil pedir el rescate este sábado que adoptar cualquiera de esas medidas. Se ve que en el terreno de las políticas alternativas no funciona el “todo es posible”.
Otro intento: tras un agosto terrible, en septiembre el Gobierno cae y convoca elecciones. Ante el hundimiento de los dos grandes partidos sistémicos, los ciudadanos conseguimos presentar una gran coalición de partidos minoritarios, movimientos sociales y 15-M, ganamos las elecciones y aplicamos un programa radical contra la crisis, primer paso para convocar un nuevo proceso constituyente. ¿Lo ven verosímil? No, yo tampoco. Otro terreno donde no aplicamos el “todo es posible”.
Probemos de nuevo: les apuesto una cena a que en los próximos meses los gobiernos europeos se pondrán de acuerdo y tomarán las riendas de la crisis; refundarán la Unión con una orientación más social, serán solidarios con sus miembros en apuros, mutualizarán la deuda soberana, aprobarán un marco regulador estricto contra los excesos del sector financiero y los especuladores, y blindarán los derechos sociales y el Estado del Bienestar. Ya veo, todos me aceptan la apuesta, ya se ven cenando a mi costa. Una vez más, no todo es posible en Europa. Vemos verosímil su derrumbe, pero no su transformación a mejor.
Último intento: ¿se imaginan que los ciudadanos conseguimos unirnos en toda Europa, y extendemos una revolución por la que el capitalismo financiero, sin ayuda de los estados y falto de la impunidad de que ha disfrutado hasta ahora, acaba por hundirse dando paso a un nuevo modelo económico, más justo, más humano, menos criminal que este? Ya veo, se ríen de mí, me llaman iluso.
Conclusión obvia: el “todo es posible” sólo funciona dentro de unos estrictos límites marcados por los mismos que nos han hundido. Dentro del capitalismo, todo es posible hoy, incluso la mayor debacle. Fuera del sistema, nada es posible, ni pensarlo. Podemos imaginar el derrumbe económico, el paro masivo, la miseria, el fin de la democracia, y escenarios aún peores: la crisis energética y ecológica, la guerra; pero no nos cabe en la cabeza que “otro mundo es posible” (aquella consigna precrisis que hoy apenas se oye).
La destrucción es concebible, en todas sus variantes; la construcción de una alternativa, en cambio, es pura fantasía. De modo que todo es posible, pero sin pasarse. O más bien: ese “todo es posible” es otra muestra más del fatalismo con que nos intoxican a base de miedo y conmoción, por el que nos preparan para todo tipo de daños pero nos incapacitan para desear algo diferente. Nos aterroriza lo que hay, sí, pero han conseguido que nos asuste más intentar sustituirlo.
Y así seguirá siendo, continuaremos aceptando que determinados escenarios son no ya verosímiles sino incluso probables, mientras otros son totalmente impensables; y así seguirá mientras no nos convenzamos de que la convulsión de este fin de época no sólo debería servir para destruirlo todo, sino también para construir sobre nuevas bases; mientras no trabajemos para que el “todo es posible” que abre la crisis se convierta en una posibilidad de transformación que tal vez hoy está más a nuestro alcance de lo que lo ha estado en décadas. Aunque no nos lo creamos, aunque nos asuste, todo es posible. Todo.

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.LOS MIGRANTES ESPAÑOLES, SU DESTINO, SUR AMÉRICA.
. Los migrantes expresan el sector que agotó, todas las alternativas que ofrecía el sistema, con la confianza depositada en sus líderes habían aguantado, una vez conocida la realidad les quitan lo único que mantiene la sociedad, a partir de lo individual, que es la "ESPERANZA", esta realidad imperará por algún tiempo.
El sistema se depurará de aquellos elementos, que podrían ser una carga, por no estar en capacidad de afrontar una factualidad para la cual no están capacitados, ni preparados, tanto en lo material como en lo espiritual. La contracción en la demanda, ofrece un escenario al que se tendrán que adaptar con la introducción de cambios en el estilo de vida, adaptación de la capacidad industrial hacia los productos de consumo básico, y la adaptación a las necesidades foráneas que incrementaría la competitividad en la oferta. Diversificar, simplificar, economizar; desde el punto de vista capitalista.
La naturaleza está amenazada, la expansión de los mercados se encuentra limitada, la acumulación del capital, no es una prioridad y la exportación del mismo está siendo substituido con mecanismos alternos. El poder de la influencia política enfrenta una dispersión, multipolaridad.
La credibilidad del sistema se encuentra entredicha, resultado de sus mismas contradicciones, que de paso son irresolubles.
El escenario en que transita la humanidad, apremia de nuevas alternativas que sean viables, con nuevos conceptos y fines de las sociedades en su conjunto. Sin otro particular, se despide un ciudadano común

.. Desafortunadamente las naciones del mundo europeo ya perdieron la soberanía de manera voluntaria, se dejaron engañar con un puñado de baratijas, espejismos transitorios que una vez disipados, evidencia una realidad, difícil de aceptar, digerir y cuya solución es más compleja de lo que aparenta. Deslastrarse de los compromisos asumidos requiere de un sentido de compromiso nacionalista, que no observo. Lo que se aprecia es una gran confusión, un estado de histeria colectiva provocado por un escenario absolutamente negado, era improbable, no se sabían conducidos hacia el precipicio, disfrutando una abundancia.
Lo que el común denominador de los ciudadanos del mundo NO SABEN es que la realidad dramática que se vive en una gran parte de este territorio,”es ocultada” por el bloqueo informativo de los medios de comunicación. Esta realidad es evidenciada por los medios alternativos, un ejemplo es DOSIER, y TELESUR.
Lo que los pueblos de Europa no terminan de entender es que ellos son en realidad una COMUNIDAD DE ALDEAS, NO FEDERATIVAS, SOMETIDAS A LOS DESIGNIOS DE JERARCAS DESPÓTICOS.
¨La realidad que interpreto es, que desde un principio los planes establecidos para los países satélites de los más desarrollados (Alemania, Francia, Italia, Inglaterra) eran, mejorar las condiciones internas para que permitiera la expansión de las capacidades instaladas ociosas de los países dominantes nombrados; dado que las colonias foráneas extra continentales, evidenciaban escenarios hostiles, riesgosos. La prioridad fue fortalecer las capacidades internas, e incrementar sus ámbitos de dominio hegemónico capitalista.
España fue seducida hábilmente, elevando las capacidades que habían sido adquiridas por medios colonizadores, alejados de sus verdaderas y reales capacidades internas, ya que esta no posee recursos naturales, ni puede capitalizar ventajas competitivas derivadas; fuera de su potencial como destino turístico y proveedor de productos con valor agregado industrial.
No evidencian competitividad, ni creatividad alguna.
La realidad española (del pueblo español), es que fueron utilizados para incrementar el sector consumidor, propiciando en forma efímera las capacidades productivas del capital, mediado con la producción en forma irresponsable, anárquica, y autodestructiva.
Los costos para el sostén de las mejores condiciones que evidencian las Naciones dominantes, es honrado con el sufrimiento de los menos desarrollados intermediado con las primas de riesgo soberano, que se ven obligados a pagar, consecuencia de la irresponsabilidad; en el fondo estos acontecimientos (crisis económica), estaba considerada en el curso evolutivo; se sabe que la “irresponsabilidad”, del usuario en el uso de los instrumentos financieros, conduce inexorablemente en el sometimiento de las estructuras de dominación monetaria, que restringen el albedrío.
Lo que realmente escapó de sus manos y control fue la magnitud de la crisis y multiplicidad de escenarios comprometidos, que restringen las medidas de control. Incrementada con el agregado sistémico, introducido por el norte de América con sus deficientes controles en el sector inmobiliario, que contaminó todo el sector a nivel global. Comprometiendo la estabilidad y viabilidad de las instituciones financieras y económicas bancarias.
La magnitud del problema de España se deriva de un manejo comunicacional intencionalmente perverso, al restringir información veraz, real, fidedigna de las circunstancias del tinglado económico y que habían conducido las finanzas del Estado a un colapso.
La sociedad en su conjunto consideró como una cosa dada y por sentada, que el nivel y grado de bienestar social que se otorgaba a través del Estado era irreversible, era consecuencia de permitir a los gobernantes de turno, determinados excesos ó sea la connivencia.
Esto derivó a la apatía de las iniciativas sociales en sus luchas, y condiciono un desinterés en las cuestiones políticas.
El reflejo de esta realidad se evidenció, con la abstención que se observó en los pasados comicios, que llegó cerca de un 40% del electorado. Población que evidentemente pudo marcar la diferencia.
La culpa no pertenece a un sector, ó factor en específico, esta es de todos los ciudadanos, los que participaron en su provecho, los que ignoraron los acontecimientos y los que dejaron de hacer lo necesario para evitar las consecuencias. NADIE LEVANTÓ LA VOZ.
Sin otro particular, se despide un ciudadano común

.. Desafortunadamente el “socialismo" español fue erigido con preceptos (conceptos y sus aplicaciones) capitalistas, utilizando para ello estructuras sociales pre-existentes organizadas en espectros bajo linderos necesariamente excluyentes al considerar la jerarquía y el poder adquisitivo como elementos determinantes en sus escalas de valores, las inequidades del sistema fue inadecuadamente abordado al utilizar instrumentos, propios del sistema expansivo, en la resolución de la acumulación improductiva que resulta del sistema capitalista en su aplicación práctica.
El sistema capitalista requiere que cada uno de los participantes consuma, y gaste el producto de su esfuerzo tan pronto este lo adquiera, más tarde se introdujo el crédito que facultaba al sector incrementar el consumo y satisfacer necesidades insatisfechas. El sistema rápidamente pervirtió el papel de este instrumento financiero, induciendo con argucias el consumismo desmesurado, sobrepasando las capacidades del participante, todo con el propósito de incrementar las ganancias, y mediado con la expansión de las capacidades industriales de los sectores involucrados, que aparentaban un crecimiento equilibrado del sistema.
El rol asignado al sector del consumo, embelesados con los beneficios del "estado del bienestar”, fue cercado induciendo el respeto y la obediencia en las normas sin cuestionamiento. Servir a un propósito para obtener un beneficio con el reconocimiento social es la meta. No cuestiona los métodos solo los resultados obtenidos en el propósito. La culpa fue otorgar la buena fe a los interlocutores del sistema en lo que prometían y lo que harían, para continuar con la sustentabilidad s del sistema.
Hoy pagan los infortunios de haber creído en sus líderes y en un sistema erigido en espejismos.
Sin otro particular, se despide un ciudadanocomún.

Desde hace Dias me viene a la cabeza un frase bastante fuerte..."un pueblo no merece conservar lo que no es capaz de defender". Nuestros padres defendieron la libertad y la democracia y construyeron prosperidad. Nosotros ahora tenemos que seguir su ejemplo y actuar. Desde las familias, las universidades, desde las oficinas o las fabricas. Desde las organizaciones. Ahora mas que nunca todos y cada uno de nosotros y nosotras debemos actuar para escribir nuestro futuro. Sabemos hacerlo. Concentramos la sabiduria y la fuerza de un pueblo luchador. Estar de acuerdo con lo que decis no es suficiente. Demos la pelea con la fuerza de las ideas y de la accion. Por nosotros mismos pero tambien por una deuda historica y por el futuro de nuestros hijos.

España puede verse en el espejo de Argentina. Indaguen por la evolución de ese país desde la hiperinflación de 1989 - que sepultó la transición democrática de Alfonsín - el gobierno de Menem, un mix de privatizaciones, libremercado, corrupción y endeudamiento, que finaliza con el estallido de burbuja de la deuda externa que financió la fantasía de la paridad peso- dolar, crisis política y social del 2001, con resultados finales iguales a los que describes en el último párrafo de tu post..

Muy buen análisis. España siempre ha sido un país de pandereta y chanchullo, de tradición católica que permite una enorme laxitud moral, en beneficio del clero, en contraste con la Europa del norte y que como medio de ganarse la vida prefiere vivir buscando un hipotético golpe más bien que confiar en el trabajo bien realizado. Otro factor importante es la nula cohesión social, el individualismo, también favorecido por las clases altas, pues los más desfavorecidos solo tienen alguna posibilidad si están muy unidos y tienen valores muy solidarios. Aquí llevamos muchos años empeñados en mostrarle al vecino que tenemos más poder adquisitivo que él. La insolidaridad entre el pueblo favorece las formas más salvajes de dominación. Un buen ejemplo es Sicilia, donde la mafia surge de ese tipo de condiciones.

Mi visión es una absoluta desestructuración de la sociedad española, buscada por las élites, El Estado fallido, el caos, el Liberalismo perfecto. La Mafia como única gestora de la economía, ausencia de límites entre las actividades delictivas y las empresariales. Absoluta falta de solidaridad, cohesión social, identidad o pertenencia (excepto en fútbol). Toda la ciudadanía ocupada en la lucha por la supervivencia individual.


Me recuerda más a Méjico que a Marruecos.

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Consumidos

Sobre el blog

El consumo configura nuestro estar en el mundo. Cómo nos relacionamos con nosotros mismos, con los demás y con el planeta. Analizar nuestra relación con marcas y productos nos ayuda a comprender qué lugar ocupamos en la sociedad de consumo. Y, sobre todo, nos ayuda a no caer anestesiados cuando comience la revolución.

Sobre los autores

Somos un grupo de personas que creemos que el modelo capitalista actual es insostenible, que el consumo es uno de los síntomas de lo que está pasando y que es una de las palancas de cambio.

Alberto Knapp Bjerén, fundador de una consultora de internet, inversor en startups, enemigo del crédito.

Luis Montero. Autor de Artrópodos, Feliz Año Nuevo y Clon. Consultor en Cero23.

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