Castañeda celebra fracaso de Celac. “El intento por sustituir a la OEA y reemplazar a Estados Unidos y Canadá por los hermanos Castro no prosperó (…) Enhorabuena por varias razones”, escribe Jorge G. Castañeda, internacionalista y ex canciller mexicano en su artículo de este jueves llamado El fracaso de la Cumbre de Caracas, publicado en México en REFORMA. “Detrás de la reunión de Caracas había el propósito evidente, verbalizado por Rafael Correa de Ecuador, de querer destruir a los dos organismos más importantes de la OEA: la Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Desde hace tiempo los países del ALBA, sobre todo Nicaragua, Venezuela y Ecuador, han sido objeto de recomendaciones y fallos por estas dos instituciones contrarias a sus posiciones”. El autor de, entre otros, La Utopía Desarmada, apunta que “por el momento no se pudo y qué bueno que así sea: lo poco que hay de régimen jurídico regional son la Comisión y la Corte. Quienes hemos acudido a ellas, a veces con éxito, a veces no, sabemos que lo último que quisiéramos es dejar el respeto a nuestros derechos humanos en manos de gobiernos como el de Chávez, Ortega, Castro, Morales o Correa”.
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Activistas asesinados en México. El mismo día que en Hermosillo, Sonora, mataron a don Nepomuceno Moreno, que demandaba a la justicia que encontrara a su hijo secuestrado por policías 16 meses antes, a mil 658 kilómetros al sur, en Michoacán el activista José Trinidad de la Cruz, de 73 años de edad, pedía a las autoridades que acudieran a su comunidad, en la costa michoacana, porque eran hostigados por grupos paramilitares. A los ocho días, el martes pasado, don Trino fue secuestrado, y a las pocas horas encontrado muerto. Así lo cuenta el reportero Paris Martínez en animalpolitico.com, que recoge testimonios de sobrevivientes del secuestro: “Primero bajaron a don Trino, luego bajaron a los demás, nos obligaron a tirarnos al piso. Ahí nos amenazaron con realizar una masacre, hablaron de asesinarnos a todos y, mientras esto pasaba, golpeaban a don Trino, oíamos sus gemidos, creemos que lo estaban acuchillando, esa es la impresión que tenemos, por los gritos que emitió y por lo que ellos (los atacantes) estaban diciendo.” Don Trino, como don Nepomuceno, formaba parte del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, del poeta Javier Sicilia.
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El último senderista pide tregua. Artemio, el único histórico de Sendero Luminoso que queda en libertad, admite que están derrotados y que sólo continúan armados por cuestión defensiva. Así lo dijo a un grupo de cuatro periodistas que se adentró en la selva del Huallaga, en Perú, para entrevistarlo. Dos de los visitantes retratan el encuentro en un extenso reportaje, publicado entre el miércoles y el jueves, en IDL-Reporteros. “El objetivo político sigue siendo el mismo con que nos levantamos en armas, aunque en la práctica hoy día eso no es posible”. Por eso, después de 31 años de conflicto y más de 30.000 muertos, pide una tregua militar al Gobierno de Ollanta Humala. Tregua, que no desmovilización. Para el diario El Comercio, Artemio no puede imponer condiciones. “Fueron los grupos terroristas los que iniciaron una espiral de odio y destrucción que desangró al país por dos décadas y causó decenas de miles de muertes. Y si bien ‘Artemio’ reconoce su derrota, no expresa ni una palabra de arrepentimiento ni de perdón”, dice El Comercio en su editorial, en el que le acusa de usar un discurso ambiguo.
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