A comienzos de este mes, visitaba España e Inglaterra el ministro de educación chileno, Harald Beyer Burgos, acompañado de algunos rectores de reconocidas instituciones universitarias de su país. Como detalló la prensa trasandina, el viaje incluyó diversos intercambios con su par ibérico, José Ignacio Wert, quien lo recibió en su despacho el viernes 6 de julio.
No deja de ser curioso que el Ministerio de Educación español siquiera haya emitido un comunicado de prensa al respecto ni que tampoco se haya realizado ninguna mención del encuentro en su página web. Podría suponerse que semejante omisión es directamente proporcional al desinterés que suele generar este tipo de eventos en la opinión pública española. ¿A quién podría interesarle el motivo de un encuentro entre el ministro Wert y el representante de un lejano país latinoamericano, más conocido por sus vinos que por sus afinidades educativas con España?
Sin embargo, el motivo de la reunión estuvo lejos de ser banal o meramente protocolar. En ella, el ministro Wert sostuvo su deseo de profundizar intercambios entre ambos países que permitan conocer los beneficios que tendría para España el sistema de financiamiento de la educación superior chilena.
¿Por qué los españoles deberían preocuparse con la visita del ministro de educación de Chile y con las probables recomendaciones que éste podría formularle al principal responsable de la cartera educativa de España?
El ministro de educación chileno, Harald Beyer y su par español, José Ignacio Wert, en Madrid, el pasado viernes 6 de julio. Foto: Embajada de Chile en España.