Cosas que importan

Cosas que importan

No tan deprisa. Las cosas importantes no están solo en los grandes titulares de portada. A veces se esconden en pequeños repliegues de la realidad. En este espacio habrá mucho de búsqueda, de exploración, de reflexión sobre las cosas, pequeñas y grandes, que nos pasan. Y sobre algo que condiciona, cada vez más, la percepción que tenemos de lo que ocurre, la comunicación.

Lo que hemos de explicar a las chicas

Por: | 22 de noviembre de 2013

Violencia homenaje
Creíamos que el machismo estaba de retirada, y ahora vemos que no. Que la violencia de género retrocedería cuando se aplicaran las medidas previstas en la legislación integral que la combate, y nos encontramos con que no solo no disminuye sino que cada vez afecta a mujeres más jóvenes. Creíamos que los estereotipos de género desaparecerían conforme las nuevas generaciones fueran educadas en la igualdad, y ahora vemos que siguen muy vivos, y en expansión, entre una parte de los adolescentes. ¿Qué ha pasado? ¿Qué hemos hecho mal? Si las causas son complejas, las soluciones no pueden ser ni sencillas ni unívocas, pero hemos de reconocer una cierta perplejidad por lo que ocurre. Seguramente no tiene sentido culpabilizarnos de algo que realmente controlamos muy poco, pero es hora tal vez de preguntarnos qué podemos hacer que no hayamos hechos, qué ha fallado en los enfoques aplicados hasta ahora para que los casos judiciales de violencia machista en adolescentes hayan aumentado un 30% en dos años y para que el maltrato no solo esté presente en las relaciones entre chicos y chicas supuestamente educados en el respeto mutuo y la igualdad, sino que esté aumentando.

Así lo indica un estudio dirigido por Maria José Díaz Aguado, en el que se ha encuestado a 8.000 adolescentes en 2010 y 2013. Según este trabajo, el 10,5% de las chicas de 14 a 19 años declaran haber sido objeto de malos tratos por parte de sus novios, cuando en 2010 eran el 9,6%. Un 6,2% declaran además haberse visto obligadas a prácticas sexuales que no deseaban, un 14% han sido amenazadas por su pareja hasta el punto de sentir miedo y un 23% han sido humilladas e insultadas.  

Así empiezan muchas relaciones de maltrato. Hay que tener en cuenta que la edad de inicio en las relaciones, incluidas las sexuales, es cada vez más temprana, 13 años en este momento. Pero no por comenzar antes tienen mayor madurez emocional. Al contrario, una cultura sobreprotectora como la nuestra, no solo no ayuda a madurar, sino que tiende a infantilizar las conductas. El contraste entre una mayor precocidad en las relaciones y una mayor inmadurez hace que las chicas sean mucho más vulnerables. Las primeras relaciones son además muy importantes, porque en ellas se establecen los patrones de conducta de la vida adulta. No es casualidad que cuando emprenden nuevas relaciones, muchas mujeres maltratadas tiendan a hacerlo con hombres maltratadores. Los dos buscan inconscientemente relaciones de colusión. Ellas desarrollan un patrón emocional de dependencia y ellos eligen un perfil de mujer que se acople a su ansia de dominación.

Contrariamente a lo que podiamos esperar, los estereotipos machistas no están en retirada. Siguen ahí, entre los jóvenes: un 36,3% de los adolescentes piensan que los celos son una expresión de amor y un 11,7% de los chicos creen que está bien que los hombres salgan con muchas chicas, pero no al revés. Violencia mascaras

Porque la próxima víctima de los malos tratos puede ser nuestra hija, nuestra sobrina, nuestra alumna, hemos de enseñarle a identificar los lazos ocultos que pueden derivar en una relación de dominación y maltrato, para que pueda “cortar con los malos rollos” antes de que sea demasiado tarde.

1. Hay que decirle que los celos no son una prueba de amor. Que no ha de sentirse halagada cuando él quiera controlar con quien habla o qué hace en cada momento del día. Que no es normal que quiera separarla de sus amigos, que le pida el teléfono para ver quién la ha llamado o a quien ha llamado ella, y menos aun que le pida que le haga una videollamada cada vez que se va de compras con sus amigas, porque lo que realmente quiere es asegurarse de que está con ellas y no en otra parte. Que no es verdad que la controla tanto porque la quiere mucho, y desde luego no ha de creerle cuando le dice que no quiere que se relacione con nadie más porque ella es "su tesoro" "la razón de su vivir", porque lo que en realidad le está diciendo es que la quiere sumisa, sin vida propia y solo para él.

Hemos de decirle que cuando la hace callar, no es que la quiera proteger de meter la pata, sino que lo que piensa no le importa y aunque las primeras veces tal vez lo haga entre mimos y arrumacos -“peque, eso no es así”, “nena, estás equivocada”-, pronto pasará a la displicencia y el desprecio. Que cuando menosprecia su opinión y la humilla ante los demás, no es porque ella haya dicho o hecho una tontería, sino porque él no soporta que brille más. Y que por mucho que le diga que ha de reinar entre ellos la máxima confianza, que todo ha de ser transparente, sus claves de internet son personales e instranferibles y él no tiene porqué entrar en sus cuentas. Hemos de decirle que el amor no debe estar reñido con la libertar y la independencia, y si lo está, no es amor. Que si la quiere de verdad, ha de quererla libre e independiente. Y si no es así, es que la quiere como quiere un objeto de su propiedad: suya, entregada, dominada, anulada.

PeticionImagenCAEON1N22- Si por desgracia, ha establecido ya una relación estable con un maltratador, hay que decirle que no va a ser fácil salir de la espiral de la dominación, pero tiene que intentarlo porque le va la felicidad y tal vez la vida en ello. Que puede buscar y encontrar ayuda y que es importante que vuelva a relacionarse con gente que la quiera. Porque hay vida fuera de esa relación.

Hay que hacerle ver que las fantasías de que podrá conseguir que cambie, una y otra vez desmentidas por la realidad, son solo eso, fantasías. Él difícilmente va a cambiar y lo más probable es que, si continúa a su lado, la que acabe cambiando sea ella. Que pronto se va a sentir culpable de todo lo malo que ocurra, y cada vez más atrapada, disminuida y acomplejada, más aislada, más pequeña y más débil. Y al final, él se va a convertir en el astro de su universo, un astro poderoso y caprichoso, del que va a depender hasta para respirar, siempre pendiente de qué humor llega a casa, cómo la mira y cómo interpretará que se ponga esa falda o aquel vestido. El miedo la llevará a esconder cosas por temor a cómo se lo puede tomar él, y eso aumentará sus sospechas y agravará aún más las cosas. Hay que decirle, por fin, que cuando vuelve compungido y arrepentido y jura que nunca más volverá a pegarle, no debe creerle, porque igual que la ha agredido esta vez, volverá a hacerlo. Que el problema no está en ella, sino en él.

3.- Y cuando por fin encuentre fuerzas para intentar alejarse de él, hay que decirle que tiene que ir con mucho cuidado y protegerse, porque ese es el momento más delicado. Cuando perciba que quiere separarse, que ha tomado una decisión, él va a entrar en una crisis de identidad que puede volverse contra ella. Toda precaución es poca en ese momento. Más que nunca ha de evitar confiarse, por mucho que sus maneras en ocasiones suaves le den la impresión de que no corre ningún peligro y que está intentando comportarse para que no se vaya. Y sobre todo, sobre todo, hay que decirle que si en el proceso de separación observa que, junto a las amenazas y agresiones, comienza a expresar fantasías de suicidio, del estilo “si te vas, te mato y me mato”, entonces tiene que salir corriendo. Inmediatamente. Tiene que huir de ese escenario. Ni un día más a su lado, porque el hecho de que verbalice fantasías de muerte puede significar que ha entrado en un proceso psicológico de pérdida en el que ya le da igual lo que pueda ocurrirle; un proceso autodestructivo en el que ni la condena social ni la amenaza penal ejercen ya un efecto disuasorio.

Todo esto hay que explicarle a esa chica que comienza a tener relaciones, porque este es el camino que muchas mujeres han empezado a recorrer siendo adolescentes en el momento en que su chico le ha dicho "haz el favor de no ponerte esa falda, que no quiero que vayas por ahí provocando".

 

Hay 53 Comentarios

Y hablando de machismo, en la escueta y desafortunada lista de escritores venezolanos no aparecen ninguna mujer, como si no las hubiera.

Error ? ".. y cómo interpretará que se ponga esa falta o aquel vestido."


Me contaba un amigo mío, militar, que muchos reclutas varones siguen teniendo que afrontar el "rape al cero", mientras que las mujeres salvaban el pelo largo.

Por no hablar que el baremo físico de entrada al ejercito cambiaba según el sexo del opositante.

Y así, hay muchas cuestiones que sencillamente, revientan el argumento de la igualdad entre los sexos.

¿Qué hacemos? ¿Discriminación positiva o un mismo baremo para ambos sexos en todos los aspectos sociales?

Mi amigo militar sugería el mismo "rape al cero" para ambos sexos, y las mismas pruebas de entrada para ambos sexos. ¿Porqué? Porque un ejercito sólo debería pensar en la eficacia que pueda tener en el ejercicio de sus funciones.

Ahí lo dejo.

El machismo tiene una raíz muy profunda. La mujer sigue necesitando y consecuentemente buscando la protección de los hombres, y los hombres buscan, unas veces consciente y otras inconscientemente, mujeres de alguna manera vulnerables. Esto surge en la educación mas tierna e infantil, en lo que ven en casa y fuera de ella, y se sigue desarrollando, viendo algunos programas de televisión, observando los roles tan diferentes de la mujer y el hombre en la sociedad, en el trabajo etc., de poco sirve lo que se les diga, si está en contadición con lo que ven. Lo peor de todo es el poco interés real que hay para que esta desigualdad cambie de verdad.

Aplausos para las personas y especialistas profesionales que tratan este Tema de forma Constructiva, buscando donde esta el punto de quiebre, si bien es cierto hay varones afectados, pero las estádisticas indican que es la MUJER, la más perjudicada en todas las etapas de su vida. debido que la realidad nos indica que los estereotipos de GENERO, lo seguimos construyendo hasta ahora nosotros hombres y mujeres y somos los únicos a desterrar este DESASTRE

Hay que explicar a Las chicas que un hombre nos da señales no verbales de su mal comportamiento. Y que debemos estar atentas a esas señales:

Relacionado con este tema tenemos hoy la noticia en El Pais sobre el acoso a trabajadores en el aeropuerto de Santiago. Los comentarios a las trabajadoras lo dicen todo de una mentalidad muy extendida. Sera un milagro si hay condena. Que el pais tenga el doble de prostitutas-esclavas que Alemania no sale gratis; corrompe a los hombres, su mentalidad, y lo acaba pagando toda la sociedad.

"Lo que hemos de explicar". A las chicas, dice el artículo. A los chicos, dicen los comentaristas. Por si a alguien le sirve de utilidad, voy a explicar mi caso concreto:

A mí (hombre) mis padres me explicaron que hay que ser buena persona, educado, generoso y tratar a la gente con respeto. Yo no fui una excepción: por lo que vi, a TODOS mis amigos les explicaron lo mismo. TODOS vimos Calimero. Todos vimos Mazinger Z. Y todos crecimos. La mayoría fuimos gente normal que siguió la filosofía de Calimero. Una minoría salió más Mazinger Z. Algunos salieron directamente violentos, A PESAR de los intentos de sus padres (las noches en vela, la preocupación constante) porque no fuera así. Un par de consideraciones:

- En mi grupo de amigos, nunca vi que ser dominante y macarra fuera impedimento alguno para tener éxito con las chicas. Si acaso, lo facilitó. Contemplo la posibilidad de que mi grupo no fuera representativa, por supuesto, pero tampoco descarto que sí lo fuera.

- Si a todos nos intentaron inculcar valores de respeto y en algunos casos funcionó y en otros no, es posible cuestionar hasta qué punto "explicar" a los chicos o a las chicas es tan útil. En muchas ocasiones, los padres tienen un control muy limitado sobre cómo se van a desarrollar sus hijos. El hijo de mi jefa, por ejemplo, está en la cárcel; y no precisamente por negligencia de ella.

- Cuando se habla de "los chicos" y "las chicas", es muy fácil meter a todos en el mismo saco. En España, hasta la ley vigente lo hace. Considero que es parte del problema.

Me gusta el artículo, pero yo estoy de acuerdo con los comentarios que piden un artículo que mire el otro lado, el de los chicos. Las cifras son bastante peores de lo que yo pensaba y me horrorriza un poco que haya tanta chica que caiga en este tipo de relaciones, pero creo también que es un problema de los dos lados y que hay que tratar los dos lados. Y la educación en casa y los comportamientos coherentes en las escuelas son importantísimos. Desgraciadamente tenemos una sociedad en España con muchos desequilibrios y muchos referentes negativos. La familia es esencial.

El machismo y el feminismo, se dan a todos los niveles de la sociedad de mil formas y maneras.
Si empezamos por los hijos recién nacidos, les estamos inculcando sin decirlo roles de machismo y de feminismo desde todos los ángulos posibles.
Empezando por los comentarios de familia, por las películas de la TV, los anuncios, y el comportamiento en general que a su alrededor se genera.
Es un ejemplo que absorben como esponjas.
Que se puede educar con suerte, si el medio es decente, o se puede degenerar en el peor de los casos, si la persona es proclive, y si su entorno le empuja a ello.
Incluso en las buenas palabras de los cuentos infantiles, tenemos el machismo y la mala educación soterrados debajo de desgracias sin cuento, alrededor de hadas y de príncipes y brujas malas y pobrezas varias.
El machismo inoculado en vena desde la normalidad, lo llevamos puesto siempre, solo que en algunos casos traspasa el límite.
Y entonces nos llega el desastre.
Y no exclamamos.
Entre iguales, no puede haber machismos ni feminismos, pero en cuanto decimos que hay roles destinados, y usos superiores de personas por ser hembras, o machos.
Y peor por derecho divino.
Entonces la hemos fastidiado desde el mismo momento del principio.
Y luego nos quejamos.

La lucha contra el machismo tiene mala cara. A mi modo de ver, que valdrá lo que valga, hay dos razones fundamentales:una, que para un porcentaje de mujeres que no sé cuantificar el hombre no es hombre si no es controlador y violento, y todos queremos que nos vean como muy hombres. otra, el funesto pensamiento rusoniano que nos permea a todos, según el cual el hombre nace bueno y la sociedad suele estropearlo. Y no: hay quien nace bueno, quien nace malo, y otros mediopensionistas, y todos nacemos salvajes, y la sociedad nos va medio arreglando. Hemos abandonado el intento de mejorar a las personas mediante la educación en casa y la instrucción en los centros educativos, y la Humanidad se muestra tal cual es. El hombre llevándose a la mujer con la garrota en la mano, y muchas mujeres sintiendo que quien no se las lleva así no es del todo conveniente. Es lo que hay. Mala cara para esta guerra, ya digo.

Estoy de acuerdo con todo lo que dice el artículo... pero no con el artículo en su conjunto... porque censura -correctamente, según mi parecer- las manifestaciones más groseras del problema, lo que es evidente, pero no se pueden cortar esas manifestaciones groseras sin ir a la raíz del problema, que es evidente que está en ideas muy bien asentadas en el sentido común de mucha gente, seguramente también de la autora del artículo, y que son santificadas por toda manifestación cultural con la que uno puede encontrarse... por ejemplo: que nuestro bienestar, nuestra felicidad, depende de otras personas, o de las circunstancias de nuestra vida. Esto nos lo dicen 20 veces al día desde que somos niños, y acabamos por creerlo. Sin abrir los ojos a esta realidad, este problema -y otros- no tienen solución. Ahora, hay que saber cómo se hace esto.

Quiero introducir un matiz que, para mí, centra este intercambio tan interesante.
No nos damos cuenta del error que implica pasar de la "violencia" a la contraposición "fuertes / débiles.
Para mí la espiral control --> celos --> violencia hinca sus raíces en la INSEGURIDAD PERSONAL, tanto por quien la ejerce como por quien la acepta.
Si lo pensamos bien, no se trata de fuerza o energía positiva, sino de necesidad de autoafirmación que se canaliza inadecuadamente.
Si no nos convencemos (y les convencemos) de que lo que llamamos erróneamente "fuerza" no es sino una confesión de debilidad e inseguridad... no conseguiremos desactivarlo.
Educar personas con fortaleza interior, con seguridad en sí mismos, evitará las pseudo fortalezas y reafirmaciones ficticias.

Una temática caramelo.Todos tenemos opiniones y ninguna es la definitiva,no hay un reglamento escrito sobre esta problemática, pasa como con el cáncer cada caso es único, así que me callo y aunque todo lo comentado parece correcto no dejan de ser mas experiencias únicas que otra cosa.

En vez de educar a las chicas para combatir, resistir, o rehuir el machismo, deberíamos educar a los chicos, hombres y niños a no serlo, a no seguir esas conductas aprendidas.

En vez de victimizar a las mujeres, debería ponerse el acento en el hombre y su incapacidad de cambio y adaptación.

Es un error tratar estos problemas desde el punto de vista de víctimas y actores, la mujer nunca se verá más que como destinataria de una conducta en lugar de tratar el problema desde el punto de vista del hombre, acusarle y pedirle un cambio de conducta.

Los hombres han de aprender otro modo de relacionarse y comportarse en la sociedad en general. Hemos de ponerles a ellos las etiquetas correspondientes: machistas, maltratadores, asesinos. Y no al contrario hablando siempre de mujeres víctimas de violencia de género ¿qué es eso? ¡Hay que cambiarlo! Mujer asesinada por su marido, novio o pareja. Hombre asesino buscado por la policía, sin más eufemismos.
Se trata la violencia de género en general, instituciones las primeras, como un problema de comportamiento de la mujer-victima. ¡Basta ya! Que se hable del problema del hombre violento, celoso, machista, empoderado y engreído desde la cuna, del que mata, del asesino, nada de agresor, asesino, sin miedo al lenguaje que es rico en matices cuando hace falta y directo cuando también.

Milagros Pérez Oliva tiene razón en su descripción y seguramente también en sus consejos. Pero no habla del fondo de la cuestión. Los chicos son toda su vida cazadores sexuales y las chicas son, en ese terreno, estrategas. El cocktail es explosivo. Para los chicos el sexo es un objetivo en si mismo, para las chicas un medio para obtener otras cosas. Los chicos son naturalmente promiscuos y las chicas no se sabe bien lo que son, pero básicamente están siempre reclamando cosas.

¿Y qué pasa cuando es el padre el que le dice a la chica que no puede salir con esa falda tan corta?

Leyendo el último comentario de #maralcon, a primera vista parece que sus conclusiones tienen la raíz en los millones de mujeres que han leído la "novela" y/o han visto las películas que nombra...
A pesar de lo que los números (las millonarias recaudaciones) constatan; yo quiero pensar que esos millones de mujeres "no se identifican necesariamente con las protagonistas"!!
Prefiero pensar que para ellas las situaciones que viven las protagonistas son fantasías en las que se sumergen para disfrutarlas como lo que son: una ficción!!
Siempre he sabido que los humanos necesitamos "vivir" ese tipo de ensoñaciones; así como que, salvo rarasexcepciones, no deseamos que se hagan realidad.
Sin embargo, esas mismas cifras muestran algo!! Algo que está ahí y que muchos sospechamos que no puede deberse solo a las campañas de publicidad que preceden y acompañan a este tipo de literatura y cine.
Yo no tengo claro por qué estas obras tienen más éxito que las de Elena Poniatowska; como tampoco entiendo por qué el fútbol tiene tanto éxito entre los varones. Pero esa es la realidad...
Como es una realidad el éxito de los concursos de belleza, las continuas "galas de mises"; que ni entiendo, ni comparto... al contrario; me preocupa que sean tantísimas las mujeres que los "legitiman" con su participación directa e indirecta.
Y es claro que en este caso, como en los que menciona #maralcan las cifras indican algo. Como las cifras de audiencia de los culebrones, de las series televisivas... algo que de alguna forma interviene en la conducta de los adultos y por tanto en la formación de los niños y adolescentes.
No me atrevo a escribir que este tipo de elecciones estén moduladas por diferencias o trampas emocionales y biológicas, pero tampoco me atrevo a negarlo; no después de más de cincuenta años observando los mismos comportamientos.

Tengo 3 hijos (chicos) y no me gusta cuando llegan a casa y cuentan que en el cole ha habido algún problema entre chicos y chicas y han castigado solo a los chicos, con comentarios del tipo "a las chicas no las castigan" o "cómo son chicas". El año pasado vino uno de mis hijos con arañazos en la cara que se los había hecho una chica en clase de tecnología, el profesor no se había dado ni cuenta y tuve que hablar con él, a la chica le hicieron un parte donde no ponía que había hecho una agresión física porque si no la tenían que expulsar, si hubiera sido el caso contrario, a mi hijo no le habrían dado ni oportunidad de explicarse y casi seguro que lo habrían expulsado. Estas situaciones crean discriminación, y no precisamente positiva. No se puede defender siempre a las chicas y hacer que los chicos se sientan discriminados y luego querer que los chicos respeten a las chicas cuando se han sentido ninguneados por ellas y además los adultos lo han permitido.
Soy mujer pero ya vale de que siempre sean culpables los hombres.

Creo que los adolescentes de hoy no tienen capacidad crítica. No eligen pareja pensando en el futuro, sino solamente en el disfrute del momento. La mayoría, incluso con 20-25 años están infantilizados. Y en muchos casos, los padres se lo han dado todo, en vez de enseñarles a decidir, valorar y esforzarse.

Se habla mucho de violencia machista. Pero es que cada vez más comportamientos se consideran violencia. Hace poco me llamaron machista por empujar con dos dedos sobre el hombro a una mujer que cortaba el paso de salida a la calle a todos los demás mientras miraba el móvil.

Tengo dos hijas, y solo puedo decir que les enseñaré a cambiar una rueda, a colgar un cuadro, cambiar un grifo y a cocinar. Y luego, cuando sean independientes, que decidan con quien se quedan, si es que quieren estar con alguien. Hay que crear personas críticas y autosuficientes, no hombres o mujeres, sino personas.

A las mujeres en las series, solo se les enseña a ir guapas, a estar extremadamente delgadas y a pensar en bailes, fiestas y chicos. Pero claro, hoy no se puede censurar nada, aunque creemos adolescentes desgraciados.

Claro que no dejaré a mis hijas ir con minifaldas, no mientras sean menores. Hay estudios psicológicos que demuestran que el tipo de ropa de una mujer también determina el tipo de hombre que se acerca.

Hay niñas con doce años a las que ya se les ven las bragas cuando se sientan, ¿es que si los chicos no las miran no son igual de mujeres y de buenas? ¿Qué falda llevaran a los dieciséis?

Y los hombres, cada vez más afeminados, ya no parecen hombres. Se ha confundido la masculinidad con el machismo y eso es muy peligroso. La mayoría de hombres están reaccionando a ese pequeño grupo de mujeres que tacha cualquier comportamiento de "machista" y eso también demuestra que "las formas" cuentan.

Personalmente estoy harto, y eso que me llevo muy bien con mi mujer, con mis hijas y les doy una educación liberal, sin tabúes. Pero a nivel general, cada vez esto se parece más a una guerra de sexos. ¿Estamos locos o qué? La civilización no existe sin el hombre y la mujer. Estamos obligados a entendernos, no a generar antagonismos extremos.

Nunca he pegado a una mujer, pero la única vez que una mujer me golpeó, le devolví la bofetada y no me arrepiento.

Tampoco le veo sentido a que una mujer abofetee a su pareja una vez en la vida, sin más efecto que enrojecerle la cara y que le pongan dos años de cárcel. Creo que hemos perdido el rumbo.

Saludos

Una vez más, el artículo “aconseja” a chicas con posibilidades de tomar el papel de victimas; y una vez más echo en falta consejos dirigidos a chicos con posibilidades de convertirse en maltratadores.


En cuanto al fracaso de las medidas tomadas hasta ahora, yo tengo claro que hay un ámbito que las feministas se niegan explorar: el de nuestros métodos de crianza. Los métodos de crianza de nuestra sociedad son patriarcales, y están defendidos por las feministas. Los métodos de crianza al uso en nuestra cultura, crían individuos con enormes carencias (considerados, sin embargo, “normales”), incapaces de empatizar, emocionalmente dependientes (precisamente porque nuestra crianza busca la independencia precoz de los niños), que han aprendido de sus padres que las relaciones humanas son de dominación-dominado (pues en nuestra cultura se fomenta la dominación del niño por el adulto), y un largo etcétera. Puesto que las feministas defienden estos modelos de crianza, son incapaces de comprender qué ha fallado.

No somos la media naranja de nadie:
SOMOS NARANJAS ENTERAS !!!

El documental 'Mamá, duérmete que yo vigilo' ha recibido el Premio de Periodismo Carmen Goes (al mejor trabajo periodístico sobre valores de igualdad y promoción del papel de la mujer y la sociedad) Mi hija mayor y yo formamos parte de él. Va por todas:

http://www.rtve.es/alacarta/videos/documentos-tv/documentos-tv-mama-duermete-yo-vigilo/1445842/

soy una de esas mujeres que se compraron el ebook para poder leer "clandestinamente" lo que nunca tendrían en su librería, por motivos que no vienen al caso. últimamente no me quito de la cabeza que alguien debería revisar qué se está publicando en literatura erótica dirigida a mujeres, porque en libros que amazon y similares distribuyen con toda normalidad, he visto casos y casos que se podrían considerar apología de la violencia machista, de la violación, etc. etc. etc.

Uno de los principales errores que se han cometido es pensar que CUALQUIER politica de discriminacion positiva, por el hecho de serlo, es buena y eficaz. Y eso es estupido.

Aqui se han planteado medidas directamente cosmeticas como el dichoso "los andaluces y las andaluzas" sin plantearse absolutamente nada, sobre problemas importantes, como las mujeres embarazadas y el trabajo.

O como la ley de igualdad de genero, o todas las medidas de supuesto apoyo a "la mujer" que se hacen sin haber estudiado minimamente antes las bases del problema, sin plantear una evaluacion de las medidas que se ponen para ver si funcionan o no, sin plantear estas medidas con un marco temporal concreto....

voy a poner un ejemplo claro: Recuerdo que hace no mucho se dieron ayudas a las mujeres directoras para que hicesen cine, por que habia muy pocas mujeres directoras y bla bla bla. ¿alguien se planteo siquiera, que habia pocas mujeres no por que no tuviesen dinero, sino por que hubiese problemas en las escuelas de cine? Pues no. Para que vamos a examinar lor problemas que queremos arreglar.

Hace 2 años, se gastaron en subvenciones deportivas para mujeres un dineral. En remo concretamente 12.000 euros. He sido entrenador de remo durante 10 años, de chicos y chicas, y el material, el entrenamiento, etc es exactamente el mismo para hombres y mujeres.. ¿en que se van a gastar ese dinero los clubes que favorezca especificamente a las mujeres? ¿que diferencia hay que justifique ese gasto?. Y no digo que no pueda existir. Digo que NI SIQUIERA LO MIRARON.

Asi que a lo mejor el problema es que los supuestos defensores (y defensoras) de las mujeres, se han dedicado a hacer tonterias y estupideces que quedan muy bien en television pero no han usado ni una sola vez el sentido comun y la buena gestion.

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Sobre el autor

Milagros Pérez Oliva. Me incorporé a la redacción de EL PAÍS en 1982 y como ya hace bastante tiempo de eso, he tenido la oportunidad de hacer de todo: redactora de guardia, reportera todoterreno, periodista especializada en salud y biomedicina, jefe de sección, redactora jefe, editorialista. Durante tres años he sido también Defensora del Lector y desde esa responsabilidad he podido reflexionar sobre la ética y la práctica del oficio. Me encanta escribir entrevistas, reportajes, columnas, informes y ahora también este blog. Gracias por leerme.

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